Culiacán, Sinaloa.- En un rincón colorido de la Feria Internacional del Libro Culiacán 2025, entre estands más convencionales y catálogos llenos de novedades, un pequeño espacio hecho a mano atrae la mirada de quienes buscan algo distinto. Es Ediciones Mercuriana, un proyecto que nació en 2019 como un gesto íntimo de autopublicación y que hoy se ha convertido en una plataforma que articula poesía, artes visuales y pensamiento crítico desde Culiacán.
La artista y escritora que fundó la editorial, Carolina Escalante, recuerda que el proyecto comenzó como una necesidad personal: “yo quería pensar mi práctica para que fuera hacia el fanzine, hacia la plaquette, hacia el libro como objeto”.
Inspirada por el escritor Ulises Carrión y su idea de que el escritor escribe, pero el artista construye libros, decidió tomar en sus manos todo el proceso: desde el diseño y la tipografía, hasta el corte, el hilo y la curaduría del contenido.
Con el tiempo, ese impulso individual se amplió hacia un gesto colectivo. Hoy, Ediciones Mercuriana publica a escritoras y escritores emergentes, proyectos nacidos de talleres y ejercicios comunitarios, y obras que buscan pensar el territorio desde múltiples lenguajes.

Stand de Ediciones Mercuriana en la FIL Culiacán 2025
Entre sus publicaciones destaca la antología “Ninguna ola termina de romper del todo”, que reúne a 15 poetas sinaloenses bajo una premisa clara: escribir desde el territorio-cuerpo, el territorio-genealogía, el territorio-tierra.
La editorial también ha abierto espacio para proyectos híbridos como Creadoras del mundo, plaquettes ilustradas y ejercicios de escritura colaborativa como El río, donde decenas de voces se mezclan hasta volverse un solo flujo.
El fanzine “Culichi dios torcido”, uno de sus proyectos más lúdicos, ya suma cuatro números en los que artistas, biólogos y poetas reflexionan sobre la ciudad, la identidad y la comida culichi.
Durante la FIL Culiacán 2025 la editorial llegó con nuevas apuestas: poemarios textiles, reflexiones sobre la violencia urbana, y un libro que explora la precariedad laboral desde el humor y el dibujo. Todo ello producido en su casa-estudio, donde cada publicación se imprime, corta y cose a mano.
Para su fundadora, lo esencial es democratizar la idea del libro: “me interesa que el público acepte la autopublicación y entienda que estos formatos también son conocimiento”. Por eso, cuando alguien se acerca con curiosidad, ella lanza la misma pregunta: “¿escribes? Entonces tú también puedes publicar.”
Ediciones Mercuriana es, al final, un gesto autogestivo y creativo: un recordatorio de que desde Culiacán también se puede pensar, escribir y editar el territorio propio.

Carolina Escalante, fundadora de Ediciones Mercuriana.


Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.