Por Jennifer Flores / Animal Político

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. En la Ciudad de México, ellas marchan para exigir justicia, visibilizar las violencias que enfrentan y demandar políticas públicas que la atiendan. Esta fecha, reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es un punto clave de los movimientos feministas en el país.

Este 2025, la violencia digital ocupa el centro de la lucha. De acuerdo con el Módulo de Ciberacoso (MOCIBA), elaborado por el Instituto de Estadística y Geografía (Inegi), durante 2025, 34.5 % de las mujeres mexicanas que fueron víctimas de ciberacoso refirieron haber experimentado miedo, mientras que solo 16 % de hombres expresaron el mismo sentimiento.

A medida que la vida social, laboral y afectiva migra a los espacios virtuales, también lo hacen las agresiones. Desde la difusión no consentida de imágenes íntimas hasta el acoso en redes sociales, el robo de identidad y la vigilancia digital, las mujeres enfrentan nuevas formas de violencia que afectan su integridad, reputación y estabilidad emocional.

Aunque el entorno digital parece intangible, sus consecuencias son reales y profundas. La marcha del 25N en la Ciudad de México, como cada año, busca ser un espacio de memoria, resistencia y exigencia para que las mujeres gocen de seguridad en la vida real y digital.

¿Por qué se marcha cada 25N?

En 1993, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 48/104 para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Posteriormente, el 17 de diciembre de 1999, la misma Asamblea General ―mediante su Resolución A/RES/54/134― designó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

El día fue elegido como un acto de honra a la memoria de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal: tres activistas políticas de República Dominicana asesinadas por orden de Rafael Trujillo, gobernante dominicano.

Las hermanas Mirabal formaban parte del movimiento clandestino “14 de Junio”, el cual luchaba por la democracia y los derechos civiles. El 25 de noviembre de 1960 fueron asesinadas por agentes del régimen que intentaron encubrir el crimen como un accidente. Su muerte generó indignación nacional e internacional e impulsó movimientos de oposición que contribuyeron a la caída de Trujillo meses después.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México, conmemorar cada 25N sirve para reflexionar sobre los estigmas sociales que se suscitan a través de la figura de la mujer e impulsar acciones que contribuyan a la protección de sus derechos humanos.

Para la conmemoración de este 2025 la ONU determinó que el tema de protesta es “ÚNETE para poner fin a la violencia digital contra las mujeres y niñas”, y tiene como objetivo movilizar a la sociedad respecto a este tipo de violencia.

“Desde hace más de una década, los ciberfeminismos destacan que estas agresiones son una evolución de violencias históricas y estructurales. La violencia en línea responde a mecanismos de control, dominio y opresión que han existido siempre, pero ahora se trasladan y amplifican en entornos digitales”, explica Alicia Reynoso Peña, coordinadora del programa Internet Feminista en la colectiva Luchadoras.

La violencia digital en México es violencia real

 

La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

De acuerdo con el artículo “Lo virtual es real”, del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la prevalencia de la violencia digital contra las mujeres en todo el mundo es de 85 % —incluidas aquellas que han sufrido o presenciado personalmente este tipo de violencia contra otras mujeres.

En México, según el MOCIBA 2017-2024, una de cada cuatro de las internautas de entre 12 y 17 años (25 % del total) en el país reportó haber sido víctima de alguna forma de acoso cibernético en 2024. Esta cifra contrasta con el 21.1 % de los hombres de la misma edad que reportaron ser víctimas de ciberacoso a nivel nacional en ese mismo año.

La violencia digital a la que se enfrentan las mexicanas tiene múltiples vertientes, “puede presentarse con agresiones directas en redes sociales como comentarios hirientes, acoso e incluso, en la violencia simbólica que reproduce estereotipos sobre cómo deben lucir y comportarse las mujeres en la vida real”, explica Arlette Covarrubias, profesora investigadora del Colegio Mexiquense.

“Con el aumento del uso de las redes aparecieron otras prácticas graves como la difusión no consentida de imágenes íntimas de mujeres; incluso, actualmente, la inteligencia artificial (IA) que puede crear imágenes a partir de prompts [instrucciones] es otra herramienta para que violentadores difundan contenido sexual falso”, puntualiza Covarrubias.

Ambas expertas señalan en entrevista con El Sabueso que diariamente las mujeres, niñas, adolescentes y personas disidentes enfrentan violencia digital. “Ha sido la sociedad civil y las colectivas feministas quienes han creado estrategias de acompañamiento y cuidado ante la falta de respuestas institucionales. Ahora necesitamos refuerzos desde la política pública y federal”, visibiliza Alicia Reynoso Peña.

Normas como la Ley Olimpia en México han sido “un gran avance para sancionar la violencia digital, especialmente en casos de violación a la intimidad. Sin embargo, aún hay áreas descuidadas como la violencia simbólica y la verbal, que aunque no necesariamente sancionarán con cárcel, requieren campañas de concientización para reconocerlas como un tipo de agresión”, explica Arlette Covarrubias.

“Es importante que la ONU busque visibilizar este tipo de violencia porque actualmente las tecnologías están presentes en todas las esferas de nuestra vida: trabajo, relaciones personales, participación política, expresión pública y espacios comunitarios. Por ello, las agresiones digitales tienen impactos multidimensionales que pueden afectar la salud e integridad de cualquier persona”, apunta Alicia Reynoso Peña.

¿Cómo puedes manifestarte en el Día Naranja?

 

En la Ciudad de México, colectivas feministas organizan la marcha por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y se reúnen en distintos puntos representativos del centro de la capital como la Glorieta de las Mujeres que Luchan y el Monumento a la Revolución para marchar hasta el Zócalo.

La marcha por el 25N es separatista, por lo que únicamente pueden asistir mujeres. Además, las colectivas feministas recomiendan vestir prendas color naranja, morado o verde para ampliar el mensaje a favor de una vida libre de violencia para las mujeres.

Cada año, la movilización culmina con un mitin frente a Palacio Nacional en el que las manifestantes exponen sus vivencias y exigencias.

También, el día 25 de cada mes, gracias a la Campaña Naranja ÚNETE, puesta en marcha desde 2008 por el secretario general de la ONU, consiste en realizar activismo centrado en la defensa de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres.

Entre estas actividades se realizan los 16 días de activismo que inician el 25 de noviembre y culminan el 10 de diciembre: Día de los Derechos Humanos.

“Si no puedes asistir a la marcha, recuerda que puedes sumarte compartiendo información, herramientas de prevención, recursos de acompañamiento y cuestionando narrativas que normalizan la violencia. El espacio digital también puede ser una plataforma de lucha y resistencia”, concluye Alicia Reynoso Peña.

***

Este trabajo fue realizado por Animal Político. Para consultar el contenido original, dar clic aquí.