A pie de calle, un hombre mayor y bien uniformado señala la entrada, desde donde es posible percibir un aroma diferente al de otras tiendas de autoservicio, es a pan recién horneado, a frutas frescas, a café recién preparado, a quesos y jamón serrano. Es un supermercado común, pero con productos y precios por encima de un ticket de una tienda de colonia. Hoy, es un atractivo en Las Quintas, un barrio acomodado cercano al Centro de Culiacán. Está justo en el mismo lugar donde hace 15 años operó la planta de la lechera Santa Mónica, una empresa propiedad de las hijas de Ismael ‘el Mayo’ Zambada que, de acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, sería para lavar dinero.

El edificio que está en la esquina del bulevar Xicoténcatl y Doctor Mora cuenta con dos niveles. El primero está dedicado al estacionamiento, donde se puede ver carros caros estacionados, con colores brillantes que son prácticamente imposible dejar de ver. El segundo piso alberga la tienda que tiene de todo, menos leche Santa Mónica o jugos Winky, que se hicieron famosos en las décadas de los 90’s y del 2000, porque acaparaban los aparadores y los refrigeradores de todas las casas de los sinaloenses. En este Estado al noroeste de México, todas las personas bebían leche y, sin saberlo, lavaban dinero.

Para acceder al supermercado, el cliente debe subir por bandas transportadoras automáticas. Hay luces cálidas y dos guardias, uno de cada lado de la puerta, eso es lo primero que se ve al entrar a Fresh Market, la cadena de tiendas de lujo de Casa Ley.

Del lado opuesto a la entrada se encuentra un comedor que ofrece alimentos frescos, como sándwiches y baguettes servidos con germinado de frijol. Tiene una vista panorámica elevada que da a la Parroquia del Espíritu Santo e Inmaculado Corazón de la Virgen María, popularmente llamada “la iglesia del Padre Cuco”. En el mismo espacio hay un total de cinco cajeros automáticos de diferentes bancos y, a unos pasos, un salón de vinos y licores con paredes de cristal.

En los pasillos hay productos que normalmente no se encuentran en las tiendas de autoservicio tradicionales de la misma empresa: jamón ibérico, dispensadores de aceites, chocolates de exportación y café de especialidad, vajilla fina, quesos aromáticos, entre otras delicatessen que se exhiben en sus anaqueles ampliamente espaciados.

Aquí no es como en la tienda Ley Rubí, la icónica sede de la empresa sinaloense que sirvió como el inicio de un emporio que no solo depende de tienda al menudeo, sino de agricultura, béisbol y hasta desarrollos inmobiliarios. Por ejemplo, no se necesita dejar bolsos o mochilas en áreas especiales mientras se hacen las compras, algo usual en las tiendas de autoservicio para evitar robos.

Lo que sí hay es un personal de seguridad numeroso para el relativamente pequeño complejo. De no ser porque el sistema de cobro en las computadoras de los cajeros es casi idéntico al de cualquier tienda Ley, y en el ticket de compra se lee el nombre de la empresa, difícilmente se podría asociar a las tradicionales Casa Ley con el Fresh Market.

La empresa Casa Ley inauguró la tienda el 3 de diciembre de 2025 en Las Quintas, sobre el mismo terreno que albergó alguna vez la fábrica de leche Santa Mónica, la empresa sinaloense de lácteos que ha sido señalada por el gobierno de Estados Unidos como parte del imperio empresarial de Ismael “el Mayo” Zambada, quien junto con Joaquín “El Chapo” Guzmán, fundó y dirigió el cartel de Sinaloa.

Aunque no puede decirse que Casa Ley le compró el terreno a “el Mayo”, porque hay una historia en medio.

La historia del emblemático sitio “de la Santa Mónica”.

 

De acuerdo con la información catastral, a la que ESPEJO tuvo acceso, el lote ubicado en la esquina de Dr. Mora 1231 y el bulevar Xicoténcatl, en la colonia Las Quintas es actualmente propiedad de la empresa Productos Congelados del Brinco S.A de C.V, cuyo dueño según el Registro Público del Comercio es Édgar Heriberto Pérez Páez, un empresario dedicado a la pesca, quien fue asesinado el 13 de noviembre de este año.

En 2021, se derrumbó la fábrica de Santa Mónica, aunque a día de hoy es posible encontrar sus productos en algunas tiendas de abarrotes de Culiacán. Ese año, sin embargo, se marcó el fin de una historia que encabezó la firma Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán.

El Registro Público de la Propiedad mantiene documentado que la firma Industrias de Ganaderos S.A de C.V, quien contaba entre sus representantes con las asociaciones locales de ganaderos de El Dorado y Culiacán, la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estados de Sinaloa (CAADES) y la Unión Ganadera Regional de Sinaloa (UGRS), vendió el lote a Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán S.A de C.V en 1988 por un valor de 180 millones de viejos pesos.

Ajustado a la inflación, y haciendo la conversión desde los viejos pesos, esto equivale a cerca de 1.8 millones de pesos actuales.

El terreno fue propiedad de Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán hasta el 12 de febrero de 2013, cuando fue vendido a Servicios Iturriga por 17.5 millones de pesos. En esta transacción, NIGC fue representada por María Teresa Zambada Niebla, hija de el Mayo y Rosario Niebla.

El 14 de enero de 2014 se dio a conocer por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) que Servicios Iturriga era una empresa que emitía facturas falsas, conocidas también como “factureras”, perseguidas por la Ley Antilavado.

María Teresa Zambada Niebla fue señalada en 2007 por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de operar una red de lavado de dinero al servicio del Cártel de Sinaloa. Se anunció, además, una serie de sanciones por parte de la autoridad estadounidense hacia cualquiera que hiciera transacciones comerciales con ella y otros socios de Nueva Industria de Ganaderos de Culiacán .

Pocos meses después, el 15 de julio de 2013, el lote fue vendido por Servicios Iturriga, representada por Alberto Escobar Rodríguez, a la empresa Chegar Construcciones, representada por José Alberto Ramos Don. La transacción fue de 20 millones de pesos.

Chegar Construcciones fue creada en Guadalajara el 7 de julio de 2013, solo una semana antes de la compra. Figuran como socios propietarios José Alberto Ramos Don y Juan Carlos Ramírez Barrera.

Finalmente, el 22 de enero de 2025, Productos Congelados del Brinco S.A de C.V, del empresario Édgar Heriberto Pérez Páez y representada por Marisol Guadalupe Sánchez Angulo, adquiere el lote por 20 millones de pesos.

Productos Congelados del Brinco no es una empresa improvisada, su dueño es Pérez Páez, quien figura como socio de 9 empresas pesqueras y de combustibles en Sinaloa y Sonora.

El jueves 13 de noviembre de 2025, familiares de Édgar Heriberto lo encontraron asesinado en su domicilio, en el departamento número 404 del complejo residencial mazatleco “La Ventana”. De acuerdo con los reportes de medios de comunicación, el empresario ya había sido víctima de un atentado en marzo de 2023, cuando abrieron fuego contra él en un restaurante de la zona turística de Mazatlán.

En las notas de prensa sobre su asesinato, el crimen se enmarcó dentro de la ola de violencia que estalló en Sinaloa desde septiembre de 2024, por motivo de la guerra interna del cartel de Sinaloa, que hoy libran las dos principales facciones de la organización: las familias Guzmán y Zambada, junto con sus respectivas células aliadas.

De acuerdo con información pública, el empresario tenía un nivel socioeconómico alto, que le permitió contar con 14 propiedades inmuebles bajo su nombre o de sus empresas, incluido el terreno ubicado en la esquina de Dr. Mora 1231 y el bulevar Xicoténcatl, donde antes hubo una empresa lechera que sirvió para lavar dinero y donde ahora hay un supermercado con productos gourmet.

Por Daniel Villaman y Marcos Vizcarra

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