A Sinaloa le urge ser reencauzado en el Estado de derecho despues del largo sometimiento implementado por el crimen organizado donde las familias y actividades lícitas están golpeadas de manera cruel e impune.
EDITORIAL
Como sociedad no debemos perder de vista que la alteración del orden y la civilidad proviene de la anulación de El Chapo y El Mayo como fieles de la balanza de una organización criminal.
Los sinaloenses ya no quieren ni pueden esperar más a que el gobierno prometa tranquilidad y legalidad y no cumpla tal expectativa mientras que las ciudades de Mazatlán y Culiacan viven bajo el miedo.
La sociedad está herida por los 750 homicidios y 900 personas víctimas de desapariciones forzadas.
Sinaloa está pagando un grave costo por ser la cuna de la principal organización del narcotráfico en México.
Se trata de una acción que Trump pone sobre la mesa sabiendo de antemano que la apoyan varios estados para considerar que se cumplen los tres requisitos.
Redacción Espejo
Mayoría en el Congreso de Sinaloa favorece comparecencias laxas, mientras la violencia exige programas efectivos y mayor responsabilidad gubernamental.
El mecanismo de selección de quien estará al frente de la CEDH se encuentra bajo la lupa cívica que vigila el apego a la ley.
En tal atmósfera de desconfianza, la deuda adquirida por el Gobierno del Estado y los rubros en que se aplicará el crédito requieren de la máxima transparencia y supervisión ciudadana.
Sinaloa enfrenta una crisis hídrica con presas al 16% de capacidad. Urge implementar planes de mitigación y adaptación ante sequías prolongadas y futuras.