Sobrevivientes de la mendicidad.

No se trata de Xóchitl o Claudia ni de la alternancia, de esas que han resultado en gobiernos que vienen de mal a peor, hasta poner a México en la antesala de su destrucción. No deseo que el gobierno haga de los mexicanos un segmento de sobrevivientes de la mendicidad; de la economía informal como principal fuente de valor.

Sabemos trabajar, somos creativos e innovadores y salimos adelante en las adversidades, pero ya basta de tener gobiernos que nos obstruyan y que nos vean como los ciudadanos que les debemos agradecer las fuertes barreras que para nuestra prosperidad año tras año nos ponen.

Ya basta de estar reinventando a la nación y que la clase parasitaria de políticos crea que son nuestros salvadores y que ciegamente les debemos creer y confiar; hacerlos nuestros representantes cuando ni idea tienen de lo que significa la propiedad sobre la base del esfuerzo, el trabajo, el riesgo y las mil maneras que hay que subsanar hasta tener una empresa prospera.

Ya basta del merolico mentiroso de las mañanas que trata a los mexicanos como ineptos e incapaces de entender y analizar.

De eso se trata el 2 de junio y las opciones se limitan a dos: recuperar al gobierno para fortalecer nuestras instituciones o terminar de destruirlas. No es Xóchitl contra Claudia; no es PRI-PAN-PRD contra Morena-PT-PVEM, sino democracia contra dictadura.

 

En este proceso todos los partidos tienen calificativos, pero el 2 de junio no se trata de partidos sino del paso que México tiene dar en la próxima administración. O avanzamos y fortalecemos lo que la convergencia política de los partidos hizo posible hasta el 2018 o terminamos por desaparecerlo, como ha sido la huella del 2018 a la fecha.

Como ciudadano ASPIRO por la existencia de un gobierno que sepa erradicar pobreza e injusticias; impunidad y discrecionalidad; desigualdad y desintegración.

A un gobierno que ASPIRE a aprender lo mejor del mundo, donde sea que se encuentre; a un México que se atreva a interiorizar los mejor de Occidente como en su momento lo hizo Japón, después Corea del Sur y posteriormente China, Singapure, Taiwan y Hong Kong.

A un gobierno que le garantice al infante al nacer la formación de valores, principios y capacidades, para que el día de mañana sea un ciudadano ético, respetuoso, prósperos y responsable de la unidad y formación de su familia.

ASPIRO a que nuestra próxima Presidente sea educada y respetuosa, y sensible a las más altas demandas y carencias de la población, y que se atreva a hacer que México tenga un gobierno como lo tienen las mejores naciones del mundo, y que ninguna de ellas es comunista ni sus gobiernos son dictadores.

 

Un gobierno, que sin importar el partido que gane, las instituciones constitucionales garanticen un México más independiente y soberano; más justo y próspero; más educado y unido; más industrializado y sustentable.

Por ese México es por el que el 2 de junio voy a votar. No es un sueño distante, sino una realidad muy cerca a concretarse ya que la sociedad hemos mostrado que nadie detiene este movimiento que hemos emprendido contra los malos gobiernos; este movimiento que aspira a desterrar del sector público a los políticos bucaneros y mercenarios.

Defendemos el INE, la SCJN, los organismos autónomos y dispuesto estamos por erradicar los huecos por donde constitucionalmente se filtran los antivalores. Por esos vericuetos donde la ambición apátrida de políticos se cuela.

Una reforma Constitucional es necesaria, sí, pero no la que elimine los contrapesos ni la que destruya las instituciones. Sino la que le garantice a México un gobierno que lo lleve a retomar la senda de la prosperidad, sin brincos ni reinventos como actualmente sucede en cada administración.

Estoy con México y mi voto es para México y contra los malos gobiernos

En el 2018, creí en la 4t. Me equivoque, pero el 2 de junio resarciré ese grave error. Y no votaré por Claudia ya que ella representa la continuidad de las mentiras, engaños y de ese populismo arrogante, humillante y empobrecedor.

Ella, en su adn lleva el anarquismo de la destrucción, la soberbia, el odio y la polaridad; se dice científica y apoyó el desmantelamiento de la ciencia y tecnología; se dice ambientalista y fue complaciente de la deforestación y destrucción de cenotes; se dice partidaria de las energías limpias y fue complaciente de las energías fósiles; se dice estar a favor del pueblo y lo humilla y empobrece; se dice humanista, pero es excluyente. En fin, ella no es nada de lo que dice que es, pero ello no extraña, ese ha sido su actuar desde estudiante.

 

La huella de su deambular político exhibe lo subordinada que es, y su incapacidad cultural, social, política, económica e institucional le impide ver lo que el comunismo es y hace. Quitarle a quien produce para darlo a quien no produce es una espiral de retroceso y pobreza. Eso es la 4t y su segundo piso es algo peor e inimaginable de lo que a sus seguidores les espera.

México no está feliz y el modelo económico de la 4t ha sido el más empobrecedor de la historia política de México.

Llanto, dolor, desesperación y miedo hay en el grueso de los mexicanos, y el poder adquisitivo no depende sólo del decreto, sino de un enfoque sistémico, sustentable y humanista del desarrollo y de las políticas públicas.

Entiendo que muchos de los ciudadanos con estudios superiores hayan quedado atrapados en los dogmas ideológicos del pasado y que su formación no les haya permitido llegar al nivel científico de la objetividad. Esa no es su culpa, sino una falla más de un sistema educativo en retroceso.

Hay mucho que corregir y muchas las barreas que hay que subsanar, pero el 2 de junio empezaremos el proceso para poner a México en la senda que debe estar y en tener el gobierno que debemos tener.

 

Pero desde hoy a los cuatro vientos digo que mi voto lo emitiré por un México libre, democrático, próspero y seguro.

En mi voto no estarán los partidos, sino LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS y LA BANDERA NACIONAL como siempre en mi corazón ha estado.

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