Juan Alfonso Mejía López, secretario de Educación en el gobierno estatal priísta de Quirino Ordaz Coppel y Graciela Domínguez Nava, secretaria de educación en el gobierno estatal morenista de Rubén Rocha Moya, compiten por la diputación federal por el primer distrito, en el sur del estado, que abarca los municipios de Escuinapa, Rosario, Concordia y tiene cabecera en Mazatlán.

Mejía encabeza la fórmula por la alianza opositora PRI-PAN-PRD-PAS y Graciela, la alianza Morena-PVEM y aunque la marca Morena, vinculada a la obra del presidente Andrés Manuel López Obrador y a los programas que benefician a gran parte de la población, encabezada por Claudia Sheinbaum, presenta una ventaja global muy considerable frente a la oposición en Sinaloa, el primer distrito presenta circunstancias que podrían emparejar la competencia en esa demarcación.

Si bien, la zona rural del distrito representa un voto seguro para la candidata de Morena y PVEM, la mayor parte de los electores estarían en la zona urbana, principalmente en Mazatlán, el municipio más complejo políticamente de la entidad, el cual parece no regirse por colores de partidos o ideologías, sino por candidatos y circunstancias pues ha tenido 21 alcaldes en sólo 33 años, de los cuales, seis han sido panistas electos en las urnas, sólo tres priístas, uno petista, que no concluyó su mandato, y otro morenista, que fue reelecto pero renunció el primer año de su segundo mandato.

Y aunque Morena arrasó en las urnas en 2018, gracias al liderazgo de Andrés Manuel López Obrador y de Rubén Rocha Moya en el 2021, el panismo sigue teniendo un bastión electoral importante en ese municipio, respaldado por un grupo empresarial conservador vinculado a la industria turística, lo que aunado a los activos electorales del PRI y la reciente activación el PAS, tiende a volver ese sector electoral impredecible.

 

TIO PONCHITO

 

De origen político panista, Juan Alfonso Mejía López representa a uno de los grupos de poder más conservadores que se expresan en la política a nivel nacional. Su paso por Mexicanos Primero lo coloca cerca de Claudio X González, uno de los personajes nacionales más destacados en la lucha contra la 4T y la articulación del frente opositor -PRI-PAN-PRD- y como un personaje inteligente que sabe bastante de estadísticas de la educación.

Vinculado localmente al grupo Coppel, Mejía López relevó en la SEPyC a Enrique Villa Rivera –destituido porque pretendió poner orden en educación—, para tomarla como plataforma de lanzamiento de su candidatura a la gubernatura de Sinaloa, por lo que no causó mayor impacto en la educación. Prácticamente dejó el sector educativo en manos del SNTE con la esperanza de obtener el apoyo de esa organización sindical para su campaña a la gubernatura en 2021, pero el grupo Hidalgo, encabezado por el senador Miguel Ángel Osorio Chong le ganó el jalón a Quirino y logró meter en la candidatura a la gubernatura de Sinaloa a su compañero de bancada, el senador Mario Zamora, dejando en el camino a Juan Alfonso Mejía, quien ante la derrota en la competencia interna se retrajo, en gran medida, a la vida privada y académica en la UAS, hasta su reciente reactivación política en la alianza que encabeza Xóchitl Gálvez.

En el actual proceso en marcha Mejía tiene a su favor su estrecho vínculo con un grupo de poder con arraigo y fuerza en Mazatlán, un discurso fluido y un trato carismático con los jóvenes, que puede prender en una campaña. Va por una zona conflictiva, particularmente Mazatlán, donde se ubica la mayor parte de los votos de ese distrito y donde Morena y sus aliados han tenido mucha confrontación interna, destacando particularmente el choque Morena-PAS y la salida anticipada del alcalde, Guillermo “químico” Benítez, actualmente vinculado a proceso.

GRACIELA

 

Graciela Domínguez, por su lado, de origen perredista, tiene la mayor parte de su carrera política vinculada al trabajo legislativo y a los temas relacionados con la equidad de género. Su trabajo en educación ha sido propiamente administrativo y de proyección de los programas federales de la SEP. Y aunque generó muchas expectativas de que pondría orden en el sector educativo, no se ha visto un cambio significativo en ese sentido. Al contrario, el descuido de los procesos internos se ha incrementado y su trato con los profesores no ha sido bueno y aunque estableció acuerdos políticos con las dos secciones del SNTE, a las que les mantuvo casi todas sus concesiones políticas con la expectativa de que le sumaran votos en estas elecciones, hay una percepción generalizada en el magisterio –tanto estatal como federalizado—de rechazo a su equipo, derivado de su insensibilidad, descuido y frecuentes afectaciones de sus derechos laborales.

Domínguez Nava forma parte de uno de los grupos morenistas locales más fuertes y tiene una buena relación con el gobernador del estado. Y aunque va por las siglas del Partido Verde Ecologista de México, en realidad la posibilidad de obtener votos suficientes para ganar estriba en la marca de Morena, la operación de la estructura de la SEPyC, que le permitió acuerdos con el SNTE y la sinergia de la candidatura de Claudia Sheinbaum.

A pesar de que Graciela no tiene carisma ni un equipo propio, su expectativa está en los votos que le pueda dar la candidatura de Claudia y el trabajo de los activistas del SNTE, pues aunque, tradicionalmente, éstos han sido priístas, el acuerdo de su líder nacional, Alfonso Cepeda Salas, con Morena y su inclusión en las candidaturas por ese partido los obliga a tener que hacer campaña por los candidatos de Morena, incluida la propia ex secretaria de Educación.

 

Sin embargo, en el sector educativo queda claro que, primero, los activistas del SNTE se han especializado en el juego doble, entre semana hacen campaña para un candidato y el fin de semana para el candidato contrario. Así, los mismos asistían a los actos públicos de Claudia que a los de Adán Augusto en el proceso de selección interna. Y en el 2021, lo mismo iban a la campaña de los candidatos de Morena que a la de los del PRI. Y segundo, que no son lo mismo los activistas del SNTE, que son un grupo reducido, que el magisterio sinaloense, que no activa en las campañas pero sí acude a votar y que no siempre coincide con los deseos de la dirigencia sindical, como sucedió en el 2018, cuando la dirigencia apoyó a José Antonio Meade y los maestros a López Obrador.

EL I, DISTRITO COMPLEJO

 

Aunque cada distrito tiene sus particularidades, el primer distrito, por donde contienden los ex secretarios de Educación, se antoja particularmente complejo. En las zonas rurales y cabeceras de municipios pequeños, donde la influencia de los programas sociales y obras de gobierno han tenido mucha presencia, Graciela Domínguez llevaría una ventaja natural, sin embargo, en las zonas urbanas, particularmente de Mazatlán, que ha sido históricamente muy conflictivo, el ex secretario del Ayuntamiento, Juan Alfonso, podría sacar ventaja de sus habilidades discursivas y relaciones sociales.

En su paso por la SEPyC, Mejía no dejó ninguna huella significativa en educación, más allá de presentar datos estadísticos halagueños en mitad de la pandemia pero si otorgó beneficios a los allegados a la dirigencia del SNTE 27, como plazas docentes de educación para adultos a líderes políticos, como pagos de compromisos y méritos en campaña, y plazas ilegales que aún están en discusión y otras tantas que generaron demandas contra el gobierno estatal. Con ello, sin duda, Mejía dejó amistades en el sector educativo, sin contar que, a través del subsecretario de educación básica,  César Quevedo, le entregó la operación de la SEPyC a la sección 53 del SNTE, incluyendo todos los puestos de la estructura institucional a cuadros sindicales.

Graciela Domínguez, por su parte, llegó a la SEPyC con la idea de hacer limpia y poner orden, pero muy rápido se dio cuenta que no podría hacer ni una ni otra cosa y se dedicó a utilizar la estructura para su proyección política personal. Sin embargo, su desconocimiento del sector educativo –de su gente, su cultura y sus procedimientos administrativos—, y sus decisiones desafortunadas y autoritarias, afectando derechos laborales, le acarreó la animadversión de gran parte del magisterio, así como de sus propios correligionarios morenistas y ex compañeros “rojos”, a los que les inventó “irregularidades” para correrlos porque no se sometían a las órdenes del SNTE, sin contar su intento de despojar del pago de la compensación E3 a maestros del sur del estado sin tener bases legales para ello, son elementos que podrían influir activamente en la campaña, en su contra.

LA MONEDA EN EL AIRE

 

La tradición política conflictiva de la zona sur, particularmente de Mazatlán, de larga tradición panista, la personalidad y el historial de los candidatos, sus habilidades para hacer política, además de la incursión activa del PAS y las candidaturas locales, permite prever, a diferencia de otros distritos donde los candidatos morenistas con Claudia Sheinbaum al frente, el respaldo de los programas sociales de la 4T y la obra del presidente López Obrador, parecen ir “en caballo de hacienda”, en el primer distrito electoral federal de Sinaloa los resultados podrían ser más impredecibles, pues ya no se trata sólo de partidos, de grandes líderes o, incluso, de obras sociales, sino de personas concretas, de su perfil y su desempeño, trayectoria y habilidades personales para hacer política.

En este escenario, los maestros podrían jugar un papel importante en la definición de resultados, sólo que aún no les queda claro de qué lado saldrán a votar. ¿Apoyar a un candidato que representa los intereses de uno de los grupos conservadores beneficiarios del viejo régimen, que impulsó la punitiva Reforma Educativa, que entiende de educación, que no lastimó directamente a los maestros en sus derechos laborales pero que tampoco dejó ninguna huella importante en favor de la educación en su paso por la SEPYC, o a una candidata de la 4T y del partido que abrogó la Reforma Educativa pero que en su gestión en la SEPyC atentó contra los derechos de los maestros, desoyó sus demandas y desatendió sus gestiones, además de deshacerse de sus ex compañeros de partido (que los traicionó dicen ellos) porque no se sometieron a las disposiciones de las dirigencias seccionales del SNTE?

Ya no está Andrés Manuel López Obrador en las boletas y aunque los beneficios de su gobierno ha impactado favorablemente a la mayoría de población más pobre de este país y Claudia Sheinbaum goza de la intención de voto de la mayoría de los electores, su imagen y liderazgo no será suficiente para garantizar el triunfo de todos los candidatos de su partido, por lo que en vez de colgarse de la imagen de la candidata presidencial y de los logros de la 4T, cada quien tiene que aportar sus propios votos para ganar y definitivamente el 2024 no es el 2018, donde el magisterio se volcó en las urnas en favor de López Obrador y de todos los candidatos morenistas.

UNA CUENTA PENDIENTE

 

En el 2024, hay una deuda pendiente con el magisterio. Mientras que desde el 2019 se aumentó considerablemente el salario mínimo general, y desde entonces cada año ha seguido aumentando significativamente hasta casi triplicar en 2024 lo que se percibía en el 2019, ese aumento no fue ni siquiera parecido para los maestros quienes mantuvieron la fe y la esperanza de que se les hiciera justicia en alguno de los años siguientes. Y al final del sexenio, cuando por fin parecía que se les haría justicia salarial, con un aumento significativo a su salario, equivalente al menos a cualquiera de los aumentos del salario mínimo general, el anuncio difundido de que ningún maestro ganaría menos de 16 mil pesos mensuales, en realidad no benefició a los maestros. Si bien fue un acto de justicia para los trabajadores de la educación que ganaban menos de 16 mil pesos, resultó que los únicos beneficiarios de este aumento fueron los PAAE (Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación), donde se clasifica a secretarias, intendentes y toda una serie de trabajadores de apoyo, pero no los docentes. Es decir, los docentes beneficiados con esta decisión fueron un porcentaje marginal.

La estrategia fue equivocada si en realidad se quería beneficiar a los docentes, primero, porque la mayoría de los docentes de jornada ya estaban en ese rango salarial (y por tanto no tendrían beneficio) y segundo, porque la mayoría de los docentes trabajan por horas, en secundaria, por ejemplo, y para el aumento del salario por hora sería tomando como referencia la carga completa. Es decir, ningún maestro de cinco, diez, 15 o 20 horas (que es donde se ubica la mayoría de los maestros con plazas de tiempo parcial por horas) tendría el beneficio de los 16 mil pesos, a pesar de haber acreditado estudios superiores, mientras que personal de apoyo, sin estudios, empezaron a ganar más que ellos.

Y aunque tanto el SNTE como el gobierno federal han anunciado una revisión del caso y un ajuste salarial importante para los maestros el próximo 15 de mayo, de acuerdo con el incremento presupuestal autorizado para este fin, dicho incremento estaría lejos de lo que los maestros han esperado desde el 2019, cuando se incrementó el salario mínimo general en un 16%. En el 2024 el salario mínimo general se incrementó en cerca de un 180% en relación lo que se percibía con el 2019, al pasar de 88.36 pesos, en 2019, a 248.84 pesos diarios en 2024, mientras que a maestros sólo se incrementó en un 3.35% en el 2019. Desde entonces hasta el 2024, los aumentos a los trabajadores de la educación han sido diferenciados favoreciendo más a los que menos ganan, pero el rango promedio anual del aumento para los profesores ha sido de entre un 4 y un 5% anual, lo que equivale a un incremento global aproximado del 25% en cinco años, entre el 2019 y el 2024. ¿Afectará esta percepción del magisterio en el resultado electoral de junio de este año? ¿Se hará justicia salarial al magisterio depauperado durante el neoliberalismo y postergado en la 4T este 15 de mayo? ¿Influirá en los resultados electorales en Sinaloa y particularmente en el primer distrito donde se está dando un duelo de ex secretarios de educación?

Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO