El lector que inicia la lectura de EL JARDÍN DE LAS MARIPOSAS, posiblemente se cautivará con el personaje que ama su enorme jardín de aromáticas flores, frondosos árboles y el colorido inquietante de las mariposas; sin embargo, no todas son reales, algunas son seres humanos, jovencitas de entre 15 y 21 años que han sido secuestradas y encerradas en una enorme construcción instalada en una lejana cima, cuyas paredes no permiten el paso de ruidos, son de cristal grueso y sólido, resistente, aislante de los ruidos. En determinados horarios las paredes se recorren para darle oportunidad al sol de penetrar en los pasillos y habitaciones de la enorme edificación, es cuando se les permite a las cautivas pasear por los jardines, hasta llegar a una pequeña cascada y disfrutar de su cortina de agua.

El amo y señor de todas ellas es un hombre de pulcros modales, atractivo, de mediana edad y se hace llamar El Jardinero, nadie conoce más de él, pero todas, una vez superado el trauma del secuestro, el miedo, la incertidumbre y el llanto incontenible, son sometidas por El Jardinero, a ser tatuadas en la espalda grabándoles una grande y bella mariposa de llamativos colores, ninguna es igual a otra. Las chicas tendrán que usar vestidos descubiertos de la espalda para lucir su llamativo adorno. Cuando el dueño de ellas considera que están listas para ser poseídas por él, suele disfrutarlas por horas interminables, días y noches. Una vez satisfecho, va en busca de otra “mariposa” para someterla. La veintena de jóvenes encerradas en la fortaleza, unen sus terrores, se apoyan de alguna manera, pero jamás hablan de escapar. Saben que es imposible, ya que el Jardinero las vigila, con cámaras por todo el lugar. Hasta el suicidio  se les ha negado ante tan estricta vigilancia.

El Jardinero conserva su apariencia de honorabilidad haciendo obras de caridad en reuniones sociales. La esposa ignora su otra vida. Los hijos, al menos el mayor, está enterado de las actividades secretas del padre, quien le permite disfrutar de alguna de las chicas. A pesar de ello, es castigado severamente por el padre, cuando las maltrata con crueldad llegando a lastimarlas. El hijo menor, convencido de la bondad del padre lo admira por darles la oportunidad a jóvenes sin hogar y en situación de calle, de vivir una vida confortable. Al menos, esa es la versión que se le ha dado.

La historia es narrada por una muchacha de 17 años, con el nombre falso de Maya. Es una de las sobrevivientes de la explosión y  terrible incendio que hizo posible que la mansión estallara y fueran liberadas, aunque algunas no sobrevivieron. Maya se encuentra declarando en un salón acondicionado por el FBI. Su narrativa es inconexa y confusa. Los agentes deben tener una gran dosis de paciencia para ir hilando la terrible historia por la que han pasado las jóvenes.

Más que una novela de género negro, se diría una historia de horror en donde el engaño y las falsas apariencias, pervivenpermitiendo abusos y crueldades. Asimismo, se podría leer desde la perspectiva de un análisis psicológico acerca de seres psicópatas que tanto abundan en nuestra sociedad. Por el lado que se le vea, es de admirar la precisión y  fluídanarrativa de Dot Hutchison.

Como toda buena literatura, nos deja una serie de cuestionamientos acerca del entorno que hoy nos invade. No podemos dejar de preguntarnos ¿Qué pasará con esas jóvenes que a diario invaden los medios como “desaparecidas”? ¿Acaso se han convertido en mariposas?

 

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