El centro urbano de Mazatlán ha pasado por un proceso de patrimonialización oficializado en el año 2001, cuando en el mes de marzo se decreta la Zona de Monumentos Históricos asentándose en el Diario Oficial de la Federación, naciendo así el Centro Histórico de Mazatlán, reconocido como la zona mencionada. Previo a ello, la acción punta de lanza fue la restauración y reconstrucción del teatro Ángela Peralta, iniciando este proceso en 1987 por parte de autoridades municipales, y reinaugurado en octubre de 1992, proporcionando también una restauración sociocultural del espacio urbano, en esta primera área de influencia -el centro del Viejo Mazatlán- hoy Centro Histórico, con la reactivación del teatro y la plazuela Machado, ubicada casi contigua a éste.
La Zona de Monumentos Históricos contiene los inmuebles que poseen valor histórico y valor arquitectónico, y son el patrimonio edificado de la ciudad; en sus diseños se detectan eclecticismos con lenguajes arquitectónicos del Neoclásico, del Romanticismo y del Neogótico, en la Catedral y en grandes fincas como Casa Melchers, Casa Díaz de León, Casa García, Portales de Cannobio, Casa en Carnaval esquina con José Ma. Canizales, Casa Chávez, Edificios Juárez y Corvera, entre otros, estructuras emblemáticas que escasamente mantienen función y uso habitacional, predominando la función y uso de suelo turístico. Se suma la arquitectura de hierro desarrollada a finales del siglo XIX en Mazatlán, la corriente artística Art Nouveau, el nuevo arte que combina una nueva técnica constructiva-estructural con materiales innovadores, a base de construcción en hierro y acero, plasmado en diseño artístico de formas orgánicas, reflejado en el mercado municipal originalmente llamado Romero Rubio, y desde 1915 llamado José María Pino Suárez, además del mobiliario urbano de plazuelas en quioscos y bancas. En las primeras dos décadas del siglo XX se suma la arquitectura de estilo Art Decó, de la cual aún quedan vestigios con algunas edificaciones que hoy día se mantienen.
Inicia el proceso de turistificación
Ahora bien, ¿cómo inician la función y uso turístico en el Centro Histórico de Mazatlán? De manera paulatina, poco más de una década antes de haber sido decretada la Zona de Monumentos Históricos, circunstancia prevista y planteada por estudiosos y profesionales de la cultura y el arte, don Antonio Haas y el arquitecto Juan José León Loya, coinciden en transformar esta zona, primero para el centro y promoción de la cultura, y después como un gran núcleo turístico del puerto, así se convierte en el corazón cultural de la ciudad (Entrevista a Arturo Santamaría Gómez en Castillo, 2020). Se distinguen cuatro etapas claves en esta transformación.
La primera inicia a finales de 1980 sumada también la década de 1990, cuando en la etapa de restauración del teatro Ángela Peralta, se introduce el concepto de Cultura en el Centro Histórico, con la creación del Festival Cultural Mazatlán (FCM) y Festival Cultural Sinaloa (FCS), por parte de los gobiernos municipal y estatal, propiciando el surgimiento de la actividad cultural con apoyo de promotores culturales y artistas locales, incorporándose el Museo Arqueológico de Mazatlán y la Casa de la Cultura -hoy Museo de Arte; así, se crea el nicho cultural de la ciudad, forjando una atmósfera propicia para locales y visitantes. De esta manera, diferentes grupos comienzan a prestar atención al Viejo Mazatlán, como era llamado- la inquietud de un colectivo mazatleco integrado por gente allegada a la actividad cultural, habitantes miembros de generaciones recientes de familias antiguas en el CHM, profesionistas, periodistas y escritores(as), se unen para la creación de diferentes acciones con el objetivo de impulsar y promover este espacio histórico, entre ellas, se constituye la Asociación Civil Proyecto Centro Histórico, y también se crea el tianguis de artesanías y curiosidades instalado en Plazuela Machado los sábados -en la segunda mitad de la década noventera- llamado ¡Viva La Machado!, con el propósito de impulsar la zona, reviviéndola socialmente, acierto que a la fecha continúa con mayor éxito, expandiendo su colocación entre semana durante temporada vacacional alta.
Imagen 1. Zona de Monumentos Históricos
Fuente: Elaboración propia con base en el plano digital de Mazatlán, Sinaloa
La segunda etapa se ubica en la década de 2000, cuando se declara por Decreto presidencial la Zona de Monumentos Históricos en marzo de 2001 (ver Imagen 1). Esta zona ya era el epicentro cultural de la ciudad, y a ello se suma la apertura de doce establecimientos alrededor de la plazuela Machado, restaurantes y bares (Santamaría, en Lizárraga, 2007), además de los pioneros surgidos en la década anterior –bar 888, Pedro y Lola, Café Pacífico– introduciendo el concepto de Bohemia al casco histórico.
En la segunda mitad de la década de 2000, se suman festividades adicionales a lo largo del año en la zona denominada el epicentro cultural, además de los festivales culturales que se mantenían con ciertos cambios; propuestas como el festejo del Día de la Música inicia a celebrarse en 2003 y surge para quedarse; se continúa con la Callejoneada del Día de Muertos, y se suman otras festividades. Las expresiones culturales y sociales incorporan actividades diferentes aglutinando perfiles variados de usuarios en la zona.
En 2009, IMPLAN Mazatlán y el Gobierno Municipal de Mazatlán publican de manera impresa, Mazatlán 2030 Plan Estratégico de Desarrollo Documento Síntesis, donde señalan cincuenta edificios destacados por su valor histórico en el CHM, documento que hoy día evolucionó al Plan Parcial Centro Histórico de Mazatlán, Sinaloa, que se puede encontrar en la página web del IMPLAN Mazatlán. La atención empieza a dirigirse hacia las edificaciones históricas; los conceptos de Cultura y Bohemia habían forjado cimientos, es decir, el ambiente sociocultural estaba consolidado, ahora había que enfocarse en la arquitectura y el valor simbólico que ello representaba para trasladarlo a un valor económico.
¿Cómo evoluciona la turistificación en el Centro Histórico?
La tercera etapa se desarrolla en la década de 2010, se introduce el concepto de Turismo en el Centro Histórico, definiendo el rumbo hacia su orientación turística de manera más abierta, optando por utilizar sus monumentos históricos, como sitios de hospedaje y demás establecimientos para prestación de servicios turísticos.
En 2014 el delegado del INAH, Francisco Ríos Avendaño, solicita al gobierno municipal establecer un programa de restauración de edificaciones históricas en desuso, para reactivarlas convirtiéndolas en hoteles boutique, restaurantes y demás establecimientos de uso y función turísticos (Zamora, L., 2014).
Años después, en 2018 con el evento Tianguis Turístico realizado en Mazatlán por vez primera, con la participación de 64 países (SECTUR, 2018), se preparó previamente desde los años 2016 y 2017 la ampliación de banquetas y reducción de calles del circuito vial destinado al uso de suelo turístico, el área que contiene las edificaciones históricas de mayor magnificencia, para diseñar la escenografía turística, con cambio de material en las calles, sustituyendo la carpeta asfáltica por piedra pórfida (Castillo, 2020), sin consensuar con los habitantes las circunstancias y consecuencias que esto acarrearía.
Esto implicó la tala de decenas de árboles ubicados en banquetas sin tomar en cuenta las protestas y malestar de vecinos y habitantes del Centro Histórico, y del colectivo en contra del “ecocidio” como le llamaron a este acto ejecutado por las compañías constructoras, las cuales solo respondían que “obedecían órdenes” de realizar dichas obras. Organizaciones como el Consejo Ecológico de Mazatlán (CEMAZ) y personal de Ecología Municipal (Debate Digital, 2017) condenaron esta acción.
Estas modificaciones en el paisaje urbano implicaron también retirar por completo cinco rutas de camiones urbanos en calles Belisario Domínguez, Sixto Osuna, Ángel Flores y Paseo Olas Altas (Castillo, 2020), repercutiendo en la gente de a pie que vive en toda esa área.
Cabe mencionar que continúa la inserción de eventos de atracción turística en el Centro Histórico, originándose el evento Bandódromo que se incorpora realizándose sólo por unos años en Olas Altas y algunas calles cercanas a Plaza Machado -en esta década la afluencia de visitantes y turistas se eleva y empieza a llamársele Plaza en vez de Plazuela.
También en 2018 se construyen dos edificaciones de cuatro niveles a dos calles de dicha plaza, altura nunca antes permitida en edificaciones del Centro Histórico, hecho que coincide con la modificación del Reglamento del Centro Histórico de Mazatlán, emitido en el Decreto Municipal No. 13 de Mazatlán, del Estado de Sinaloa, de fecha 19 de enero de 2018.
En esta década, la Callejoneada del Día de Muertos adquiere un aire festivo-turístico, transformándose notablemente su ejecución, aludiendo a la tradición local del Carnaval con disfraces por parte de los participantes, decoración en Plaza Machado con un diseño donde se entremezclan ambas tradiciones, Día de Muertos y Carnaval, con un desfile sumamente festivo y gran asistencia de turistas y visitantes, además de la gente local; es una actividad turística en el Centro Histórico, deja de ser “más íntimo, lo podías disfrutar, y veías un espectáculo corto, pero muy rico en cuanto a poesía y teatro” (Entrevista a José Cuevas, promotor cultural mazatleco, en Quienes Somos Hoy, Arte, Cultura, Sociedad, 2019).
La cuarta etapa se encuentra en la década de 2020, donde en plena fase de pandemia COVID-19, se incrementa el turismo en Mazatlán, resultando el destino turístico de playa más visitado, sólo por debajo de Cancún y Acapulco (CODESIN, 2021), registrando el primer semestre 2 millones 591 mil 488 turistas, representando un aumento del 147.1% con respecto a 2020.
Un hallazgo más detecta que el Producto Interno Bruto (PIB) Turístico de Sinaloa en 2021 fue de 39,312 millones de pesos, estableciendo un aumento del 26.7% con respecto a 2020, del cual la Región Sur de Sinaloa registró la producción turística mayor con 71.6%, liderada por Mazatlán cuya aportación fue de 94.9% del PIB de la región (sur) y el 68% del PIB Turístico del estado de Sinaloa (CODESIN, 2023).
Una muestra de ello se ubica en los siguientes indicadores: de 2021 a 2022, el arribo de cruceros y de pasajeros en éstos, tuvo un incremento significativo; en 2021 arribaron 50 cruceros, aumentando a 161 en el año 2022, siendo un aumento del 322%; los pasajeros de estos cruceros, en 2021 fueron un total de 98,001, mientras que en 2022 crecen los pasajeros -turistas- a 399,926, significando un aumento del 408.08% (SECTUR, 2022).
Esta es la etapa de mayor visibilidad de esta problemática para la población mazatleca, quienes manifiestan en redes sociales que, desde 2020, ha crecido vertiginosamente el turismo, sobre todo, empiezan a estar más conscientes de los efectos de éste, no sólo en el aspecto de crecimiento económico, sino en situaciones cuestionables derivadas del turismo. Sin embargo, en el Centro Histórico esto se fue gestando décadas atrás de forma paulatina.
En esta década los establecimientos para prestación de servicios turísticos en esta zona han aumentado vertiginosamente con una gran cantidad y variedad de éstos, en inmuebles históricos que han pasado del uso habitacional al uso turístico-comercial, ya sea que estuvieran habitados o en desuso: en 2020 existían 84 establecimientos – sin contar estacionamientos- y para noviembre de 2022 a mayo de 2024, dichos comercios aumentan a 165, teniendo un incremento del 189.65%, dato que seguramente hoy se ha elevado (Castillo, 2024).
Actualmente se encuentra detenido un proyecto de construcción de un edificio de doce niveles para uso y función turísticos, -que fue bajado a diez debido a que se desató protesta social por parte de habitantes del Centro Histórico- ubicado en el Paseo Olas Altas, sitio donde se demolió el restaurante Puerto Viejo en 2022, siendo incierto aún su desenlace.
Por otra parte, se ha permitido la construcción de edificios de cuatro niveles, modificando el Reglamento del Centro Histórico para tal efecto, así como existe la permisibilidad para la colocación de anuncios luminosos y demás letreros en los monumentos históricos -edificaciones- algunos casos, de grandes dimensiones y fuerte iluminación, no permitidas en la etapa de mayor florecimiento cultural del sitio. Esto en restaurantes y bares, donde se arroja como responsable de permisos a “Ventanilla Única” Centro Histórico, evitando con ello puntualizar en casos de nuevas construcciones, como por ejemplo, Haus 1846 Residences at Distrito Melchers, inmueble en fase de edificación al interior del patio de Casa Melchers, un edificio decretado Monumento Histórico, evidentemente destinado a hospedaje turístico, publicitando además amenidades como gimnasio, plaza y un salón de eventos, aprobado por Ventanilla Única, además del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia) e IMPLAN Mazatlán (Instituto Municipal de Planeación).
Vale la pena señalar que, la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, tampoco menciona nada acerca de nuevas construcciones al interior de un monumento histórico, así que las circunstancias actuales del turismo en las ciudades ameritan revisar cuestiones como ésta.
Todo lo expuesto ocurre en un barrio que sigue siendo habitacional, pero que en los hechos implementa el uso de suelo turístico, y al carecer de verdadera regulación con enfoque de conservación y preservación del patrimonio cultural y edificado de la ciudad, éste se pone en riesgo, como afirma el delegado del Centro INAH Sinaloa, Dr. Servando Rojo Quintero, “El turismo es una gran oportunidad, pero también es un gran riesgo si no se le pone límites” (Entrevista aplicada en noviembre de 2023).
El hecho de haber realizado cambios esenciales en el Reglamento del Centro Histórico, esta acción es similar a la de realizar cambios en la permisibilidad de la altura en edificaciones para hospedaje turístico que se construyen a lo largo del malecón, donde recientemente una iniciativa busca reformar la Ley de Hacienda Municipal, con el objetivo de permitir edificios de más de 20 niveles de altura en dicha zona.
El Dr. Servando Rojo Quintero ha confirmado la presión para la obtención de permisos por parte del sector del mercado inmobiliario en el Centro Histórico: “Nosotros recibimos mucha presión por esos, hemos parado varios casos que te quieren meter desde cuatro o cinco niveles, está un caso que acaban de meter un proyecto que lo rechazamos”, esto indica que la especulación inmobiliaria en la zona histórica es muy alta, llegando a trastocar la habitabilidad urbana, razón por la cual muchos habitantes prefieren vender y mudarse a zonas con mayor tranquilidad para vivir.
Consideraciones finales
Estas etapas sintetizan el proceso de turistificación del Centro Histórico y su evolución, incluso mucho antes de ser declarada la Zona de Monumentos Históricos, hasta como se encuentra hoy día el crecimiento turístico en cifras y en hechos. Para finalizar, se expone la turistificación de forma sencilla: ésta ocurre cuando un espacio urbano, o un poblado –Pueblos Mágicos, por ejemplo-, o una ciudad, transita por un proceso de valorización turística, en donde el espacio urbano se modifica, ya sea en sus edificaciones y sitios, o sumando nuevas construcciones y modificando lugares, en aras de generar ganancias económicas provenientes del turismo (Cazes y Knafou, 1995, p. 831, citado por Zusman, 2007, p.132), quienes lo refieren como dimensión material del espacio, dimensión simbólica (construyendo representaciones o “nuevos” lugares), y también refieren la turistificación en el territorio desde dimensiones de poder, en este caso se observa el dominio del poder económico en el territorio con predominio del uso y función turísticos, reorganizando el espacio urbano, llegando a modificar la normatividad que, en este caso, protege más al turismo que al patrimonio cultural, poniendo en riesgo la conservación y preservación del patrimonio edificado, en el presente y futuro, cuestiones que deben atenderse y prevenir la decadencia del conjunto histórico, así como su habitabilidad urbana, alterando la tranquilidad de la zona habitacional, reactivando ese uso de suelo u otros, acción que puede reforzar la preservación del lugar. En estas circunstancias se encuentra hoy día el Centro Histórico de Mazatlán.
Referencias
Castillo Romero, Vanessa Isabel (2020). Transformación de la habitabilidad del Centro Histórico de Mazatlán a partir del proceso de turistificación: período 1989-2019, [Tesis de doctorado, Universidad Autónoma de Sinaloa], Researchgate
Castillo Romero, V. I. (2024). El paisaje del patrimonio cultural en Mazatlán: gentrificación y valorización turística. TOPOFILIA, (28), 176–200. Recuperado de Ver artículo
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Debate Digital (2017, 24 de mayo). Indignación: talan árboles del Centro Histórico de Mazatlán. Recuperado de Nota
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Santamaría, Gómez, A. (2007). El Centro Histórico de Mazatlán como oferta turística en Nací de aquí muy lejos. Actores locales y turistas en el Centro Histórico de Mazatlán. Coordinador Lizárraga Hernández, A., Editorial Universidad Autónoma de Sinaloa, pp. 60-120, México.
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Villegas, Leticia. (2025, 21 de agosto). Reformas a ley municipal permitirá construir rascacielos en Mazatlán. Recuperado de El Debate
Zamora, Liliana. (2014, 20 de junio). Pide INAH reactivación del Centro Histórico. Periódico Noroeste.
Zusman, Perla (2007). Viajes y geografías: exploraciones, turismo y migraciones en la construcción de lugares. Argentina: Prometeo Libros.
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