Por Cristina Ibarra
Desde el cuarto trimestre de 2023, la economía mexicana ha mostrado desaceleración y Sinaloa es uno de los estados en los que esto se vio más acentuado, debido principalmente al comportamiento del campo. Según la información del Indicador Trimestral de Actividad Económica Estatal (ITAEE), al cuarto trimestre de 2023, Sinaloa tuvo un decrecimiento en su actividad económica total de -4.8%, principalmente al decrecimiento de las actividades primarias en 35%, con respecto al 2022.
Las cifras del siguiente trimestre fueron positivas, lo que se debe a que, en cada año, esa es la mejor época para el estado. En el primer trimestre, debido a las cosechas, conforme termina e inicia el verano, la actividad económica se reduce.
Según las cifras publicadas hoy 28 de octubre, Sinaloa tuvo crecimiento negativo, tanto respecto al trimestre anterior, como al mismo periodo del 2023, es decir, continúa mostrando el rezago en crecimiento que ya se tenía. Se coloca así entre las tres entidades que mostraron un indicador negativo en este trimestre.
Lo peor está por venir
A partir de la intensa sequía y de la ola de violencia desatada en la capital y otros municipios, Sinaloa entrará en una recesión intensa, pues ya este trimestre, según datos del IMSS, se perdieron 4400 empleos, con respecto a septiembre de 2022. A septiembre de 2024, las actividades primarias perdieron 7 mil empleos, y la construcción 2 mil. Mientras que en el ITAEE hasta junio, había un decrecimiento del -12 % de las actividades primarias, y -8 % en las secundarias, que incluyen a la construcción, cifra que coincide con el dato de empleo. No obstante, las actividades de servicios tuvieron un crecimiento positivo del 3.1 %.
Sin duda, estas cifras son solo el resultado de la inercia que el estado ya tenía, sin contar la emergencia de seguridad que atraviesa y que justamente afecta más a las empresas de servicios como comercio, turismo, transporte y otras; es decir, las que no iban tan mal, ahora están en el suelo, debido a los paros técnicos en las empresas, el cierre y la emigración de personas, cuyos efectos se han discutido ampliamente. En números, podremos esperar pérdidas de más de 3 puntos porcentuales del PIB y una recuperación larga, incluso similar a la crisis COVID-19, de la que Sinaloa tardó casi cuatro años en recuperar su nivel de ingreso per cápita prepandémico.
***
Este artículo es una colaboración de Cristina Isabel Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, para Espejo Negocios.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.