Hoy, comenzamos una segunda etapa de reseñas literarias en este generoso espacio, con el deseo de compartir el deleite por la lectura con un ejercicio disciplinado y sobre todo, para invitar al lector a penetrar en el apasionante mundo que nos proporcionan los libros.

Elegimos  LA ESFERA DE ABABOL, novela de ficción histórica escrita a cuatro manos por las escritoras españolas Lea Vélez y Susana Prieto; publicada en el 2005.

La historia se ubica en el año 1819, época en la que gobernaba el rey Fernando VII de España, considerado por sus súbditos como un ser sin escrúpulos, vengativo y traicionero, hasta que llegó José Bonaparte, hermano de Napoleón… pero esa, ya es otra historia.

En una provincia de España vive la familia De Paula, un matrimonio bien avenido con una sola hija muy amada, viven bien de sus tierras y animales, lo que despierta envidia entre los demás. El mejor amigo de la familia, Alejandro Navarro  siente una gran debilidad por Ababol, la hija de sus amigos. Ababol, que significa ámbar, al cumplir 10 años recibe de su padre una esfera ambarina que tiene varios números de oro incrustados y una cinta que la rodea, también de oro  con una inscripción en latín. El padre le dice a la pequeña que esa joya es una especie de llave con la que podrá llegar a un tesoro de valor incalculable, que cuando tenga mayor edad, él le revelará el secreto, por lo que no debe despegarse de ella. Ababol la cuelga de su cuello.

Una tarde, la niña vuelve a su hogar maltrecha, a punto de perder la conciencia, con la ropa y el espíritu destrozados, con todas las señales de haber sido violentada, sin haber podido ver a su agresor. El padre, sospechando de su mejor amigo,  lo reta a duelo a pesar de que está prohibido, por lo que se lleva a cabo de manera secreta.

Ababol, al pasar el tiempo, va recuperando su lozanía. Al perder a sus padres, una tía cercana se hace cargo de ella y la lleva a vivir a la capital del país en donde es muy respetada por su calidad de viuda  con  un patrimonio elevado, lo que le permite rodearse de personas muy selectas, a quienes suele invitar a exquisitos banquetes en los que Ababol, ya una joven de 20 años, es admirada por su belleza, desenvoltura e inteligencia, con el consecuente anhelo de varios jóvenes que aspiran a casarse con ella.  Se diría una muchacha feliz, de no ser por el recuerdo persistente del amigo de sus padres, el hombre que dejó de ver años atrás y del que guarda gratos recuerdos. Los selectos banquetes de la tía de Ababol, no son más que pretextos para acaloradas discusiones que los asistentes sostienen con el fin de planear el derrocamiento del rey Fernando VII. Las deliberaciones se centran asimismo, en la aparición de un personaje que suele batirse a duelo en secretas madrugadas, de las cuales sale siempre vencedor. Llama la atención las características del misterioso personaje,  que se bate con quienes deben algo a la sociedad, comportándose como un justiciero vengador, aparece con el rostro cubierto, es muy hábil con cualquier arma y no pronuncia ni una sola palabra. Lo suponen mudo.

La novela presenta a muchos y variados personajes, entre valientes, ambiciosos, conspiradores, traicioneros; todos en pos de riquezas y posiciones políticas. Sin embargo, el mayor trofeo que persiguen, es hallar el tesoro de valor incalculable que el padre de Ababol le confió el día en que cumplió 10 años. Son pocos los que saben que para llegar a tal tesoro, la llave es la famosa esfera de ámbar con incrustaciones de oro. Sólo que, la esfera la perdió Ababol la tarde nefasta en que fue brutalmente embestida.

Las autoras, en el epílogo de la novela comentan lo difícil, pero atractivo que resulta  agregar a la realidad histórica, un poco de imaginación literaria. Tal y como lo registra Mario Vargas Llosa en su libro “La verdad de las mentiras”: No se escriben novelas para contar la vida, sino para transformarla añadiéndole algo…

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