El plan Ibarrola era una propuesta audaz que prometía un sueño para el retiro digno de los maestros. La estrategia consistía en separar la base gravable del sueldo en dos partes: el 75% quedaría como sueldo y el 25% restante como prestaciones. En virtud de que las prestaciones no se gravan, hacienda sólo recogería el Impuesto Sobre la Renta (ISR) del 75% que aparecía como sueldo, mientras que el ISR del otro 25% (que aparecía como prestaciones) se iría a un fondo de ahorro para el retiro de los maestros. En la implementación del plan estuvieron de acuerdo la dirigencia del SNTE y la secretaría de hacienda del gobierno federal. Eran buenos tiempos en que los líderes sindicales representaban a los maestros y velaban por su bienestar, aunque de paso cobraran jugosos beneficios.
El fondo se constituyó en un fideicomiso donde se depositaría todas las retenciones quincenales del ISR del 25% del sueldo de cada trabajador –convertido en prestaciones que aparecían en los talones de pago como Z1 y Z2—, que se destinaría a pagar seguros de siniestro, préstamos con intereses bajos y una especie de bono de retiro. Las retenciones estarían a cargo de los gobiernos estatales.
Debido a que el pago de siniestros lo harían las compañías de seguros (sólo había que pagar la prima de aseguramiento) y a que los préstamos se cobran con intereses, el fondo no se descapitalizaría con el pago del retiro a los maestros que se jubilaban, ya que prácticamente recibirían lo que se les retuvo de ISR actualizado durante su vida laboral desde 1996, año en que se creó el plan y se alimentaría quincenalmente con las retenciones.
El fideicomiso estaría depositado en una institución financiera, pero a cargo de un comité técnico integrado por representantes del SNTE y de los gobiernos de los estados. El comité técnico se encargaría de contratar a una empresa para administrar los recursos que entrarían quincenalmente al fideicomiso y programar el pago de primas de seguro, los préstamos y el retiro de los trabajadores que se jubilaran. El comité técnico podría determinar en qué invertir los remanentes de los recursos para aumentar los ingresos del fondo, lo que podría redundar en un mayor monto al momento de retirarse.
El plan era ideal y aseguraba un retiro digno a los maestros, pero era mucho dinero al alcance de líderes y políticos corruptos. Durante muchos años no se volvió a hablar del tema pero se convirtió en instrumento de negociación política y control sindical utilizado de manera discrecional.
En Sinaloa, a finales el 2014 el SIAP fue noticia de muchas semanas en los medios de comunicación. La secretaría de hacienda había reconcentrado la nómina del sector educativo –que había cedido a los estados durante la federalización de los servicios educativos en mayo de 1992–, al detectar que los gobiernos estatales desviaban entre el 20 y el 30% del presupuesto y Sinaloa no era la excepción. Como ya no podía desviar ese dinero, Mario López Valdez tuvo un boquete en las finanzas estatales que había que cubrir a toda costa y empezó a buscar dinero “hasta debajo de las piedras”. Así encontró el fondo de ahorro de los maestros federalizados de la sección 27 –SIAP— donde había miles de millones de pesos, de los cuales le tocaban cientos de miles de pesos cada trabajador. Para ocultar el robo, Malova repartió 850 millones –entre 20 mil y 30 mil pesos a cada trabajador– argumentando que hacienda ya no permitiría la separación del ISR…
…sin embargo, el SIAP de los maestros estatales en manos de la sección 53 del SNTE no se disolvió, lo que permite suponer que el argumento era sólo un engaño para disponer del dinero.
En los años siguientes, del 2016 al 2021, el gobierno estatal de Quirino Ordaz retuvo cerca de 400 millones de pesos al año sólo del sector magisterial que debieron ser depositados al SIAP; sin embargo, tanto el gobierno estatal como la dirigencia de la sección 53 del SNTE que encabeza Fernando Sandoval, se negaron a dar información. A mediados del sexenio de Quirino Ordaz ya había muchos indicios del que el SIAP estatal había sido saqueado pero no había forma de demostrarlo en virtud de que no se sabía cuánto debería de haber ni en qué y cómo se gastaba.
Para cubrir sus huellas, en la última quincena del gobierno de Quirino Ordaz se dejó de separar el ISR en los talones de pago, de tal suerte que ya no aparecían los conceptos z1 y z2, que equivalían al 25% del sueldo de cada trabajador, por lo que se dejó de enviar dinero al SIAP por concepto de desvío de ISR. A partir de la quincena 19 del 2021, empezó a aparecer el sueldo completo y el pago completo de ISR.
FOTO: Televisa Regional
Al comparar el monto del ISR que se pagaba hasta la quincena 18 del 2021 con el que empezó a aparecer a partir de la quincena 19 del 2021, se puede ver cuánto es la retención de ISR que debió ir al SIAP y por tanto, el fondo de ahorro del trabajador. Por ejemplo, un trabajador con ingresos promedio entre 7 mil y 13 mil pesos quincenales, antes de descuentos, habría aportado unos 2 mil 830 pesos de ISR al mes, de los cuales el 25%, (707) irían al SIAP, para hacer un monto de 8 mil 412 pesos anuales y al menos 218 mil pesos de ahorro global, que debía recibir al jubilarse; sin embargo, los maestros con esos ingresos reciben al jubilarse entre 25 y 40 mil pesos, dependiendo de cómo se hayan portado políticamente con el dirigente sindical. Es decir, entre un 10 y 20 por ciento de lo que le corresponde y que, al parecer, no sale de su fondo de ahorro, sino de un seguro de retiro.
Sin embargo, lo más grave es que en poco tiempo ni siquiera eso se entregará. El SIAP está a punto de desaparecer porque ya no hay recursos. De los cerca de 6 mil millones de pesos que habría capitalizado en 26 años, sólo quedan 123 millones y ya no se separan ni se depositan ahí las retenciones del ISR, por lo que en dos o tres años de jubilaciones el SIAP podría estar en ceros y desaparecer.
Según datos de la Auditoría Superior del Estado, en el 2017 el gobierno de Quirino retuvo por concepto de prestaciones a los trabajadores, 408 millones de pesos, de los cuales sólo entregó 156 millones. De acuerdo con estos datos, el gobierno habría retenido al menos 2 mil millones de pesos entre 2017 y el 2021. ¿Cuántos de esos 2 mil millones sí entregó y no aparecen? Cuántos de esos 2 mil millones no entregó Quirino al SIAP? ¿Dónde están los 4 mil millones que habrían retenido los gobiernos anteriores?
El presidente del comité técnico del fideicomiso, que debe rendir cuentas del SIAP es Fernando Sandoval, el dirigente de la sección 53 del SNTE, quién está a punto de dejar el cargo y pretende “echarle tierra” al asunto; sin embargo, el Congreso de Estado ya dispuso una auditoría al SIAP para esclarecer los malos manejos que se hicieron en él y quiénes los hicieron, por lo que la auditoría podría fincar responsabilidades a los saqueadores de los ahorros de los maestros y Fernando Sandoval y algunos ex funcionarios públicos podrían ir a dar a la cárcel.
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.