La apertura comercial iniciada desde la década de los ochenta del siglo pasado y materializada en el TLCAN y luego en el T-MEC, ha propiciado un crecimiento y un desarrollo desigual en las regiones de México. Las economías de Aguascalientes (3.6%), Quintana Roo (3.6%), Querétaro (3.0%), Baja California Sur (3.0%) y Nuevo León (2.8%), son las que han presentado las tasas medias de crecimiento anual más altas en los últimos 43 años. Se trata de entidades con vocación industrial manufacturera y turística. Sinaloa, con un crecimiento promedio de 1.7 por ciento, aparece debajo de la media nacional (2.1%), en el lugar 27. En términos de producto per cápita, Campeche, CDMX, Nuevo León, Coahuila y Querétaro aparecen en las primeras posiciones. En el ranking 2023 del PIB per cápita, Sinaloa también se ubica por debajo de la media nacional y ocupa la posición 20.

En México, los motores que han impulsado la economía en los ámbitos nacional y regional han sido las manufacturas, las exportaciones y la IED. El mayor o menor aprovechamiento de las condiciones creadas por la apertura comercial mucho ha tenido que ver con el grado de industrialización de las economías regionales, medido, por ejemplo, por el peso que la industria manufacturera tiene en cada una de las estructuras productivas estatales. Destacan, en 2023, los casos de Coahuila (49.1%), San Luis Potosí (39.9%), Baja California (38.6%), Aguascalientes (37.4%) y Chihuahua (35.8%). El grupo de las primeras 10 posiciones lo completan, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Tamaulipas y Tlaxcala. Son de llamar la atención los casos de Aguascalientes y San Luis Potosí, que en los últimos 20 años ganaron, respectivamente, 12 y 11 posiciones en el ranking nacional de entidades manufactureras. Sinaloa, en esta lista, pasó de ocupar la posición 26 (7.7%) en 2003, la 23 (8.7%) en 2023.

Por su aportación a la industria manufacturera nacional destacan Nuevo León (12.6%), México (9.4%), Coahuila (8.2%), Jalisco (7.6%) y Guanajuato (6.9%). El grupo de las primeras 10 posiciones lo completan Baja California, Chihuahua (hace 20 años no formaba parte de este grupo), Puebla, Sonora (hace 20 años no formaba parte de este grupo) y Tamaulipas. Sinaloa, en términos de aportaciones está estancado. Con una contribución de 0.7 por ciento en 2003 ocupaba el lugar 23 y 20 años después, con una contribución de 0.8 por ciento sigue en la misma posición.

Teniendo como punto de partida el escenario que he mostrado, presentaré ahora un análisis de la forma en la que han evolucionado las distintas industrias manufactureras en México en los últimos 20 años, destacando la participación y las aportaciones de las entidades federativas a este proceso. Aunque tomaré en cuenta todas las industrias manufactureras y las entidades federativas, en algunos casos me concentraré, por considerarlas de mayor relevancia para la economía nacional en las últimas décadas, en las industrias: a) Alimenticia; b) Metálicas básicas; Fabricación de productos metálicos y; c) Fabricación de maquinaria y equipo y Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos; Fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica; Fabricación de equipo de transporte. A las tres señaladas las identificaré como Alimenticia, Metálicas básicas, y Maquinaria y equipo de computación y transporte.

Incluiré también la Industria de las bebidas y tabaco (Bebidas y tabaco); Fabricación de productos textiles (Textiles); Fabricación de prendas de vestir (Prendas de vestir); Industria de la madera (Madera); Industria del papel (Papel); Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón, Industria química, Industria del plástico y del hule (Química y plástico); Fabricación de productos a base de minerales no metálicos (No metálicos); Fabricación de muebles, colchones y persianas (Muebles) y; Otras industrias manufactureras (Otras).

Como hace 20 años, la industria manufacturera con más peso en la industria manufacturera nacional es Maquinaria y equipo de computación y transporte (participación de 33.9 en 2003 y 41.6% en 2023). La segunda y tercera posición se la disputan Química y plásticos (lugar 2 en 2003 y 3 en 2023) y, Alimenticia (lugar 3 en 2003 y 2 en 2023).  Metálicas básicas ocupa el puesto 4 en 2003 y 2023.

 

En 2023, la industria Alimenticia tiene su mayor presencia en el total de la industria manufacturera estatal de los estados de Sinaloa, Yucatán y Nayarit. Las Metálicas básicas en Michoacán, Coahuila y Sonora y, las de Maquinaria y equipo de computación y transporte, en Coahuila, Chihuahua y Aguascalientes. En el caso de Sinaloa el peso de la industria Alimenticia creció de 51.5 en 2003 a 68.5 por ciento en 2023, y así pasó a ser la entidad en la que esta industria tiene la mayor importancia.

Pero la condición de entidad federativa manufacturera se aprecia mejor si consideramos cuáles son las que hacen las mayores contribuciones al valor total en cada una de las industrias. La lista la encabezan el Estado de México y Nuevo León. En términos de aportación, la contribución del Estado de México es la mayor en el caso de las industrias Alimenticia (13.1%), Textiles (21.6%), Papel (16.6%), y Química y plásticos (13.6%). Por su parte, Nuevo León encabeza las aportaciones en las industrias No metálicas (12.9%), Metálicas básicas (20.9%), y Maquinaria y equipo de computación y transporte. Baja California tiene el primer lugar en la industria del Mueble (19.6%), Jalisco en Bebidas y tabaco (18.3%), Guanajuato en Prendas de vestir (24.3%) y Durango en Madera (21.9).  La mejor posición (lugar 12) de Sinaloa es en la industria Alimenticia.

En los últimos 20 años hubo cambios importantes en el liderazgo por industrias ya que, por ejemplo, en 2003, las mayores aportaciones en Bebidas y tabaco las hacía Nuevo León. En el período, Veracruz fue superado en la primera posición en el caso de Química y plásticos. El Estado de México en industrias No metálicas y Coahuila en Metálicas básicas y, Maquinaria y equipo de cómputo y transporte, dejaron de ser las entidades líderes.

El análisis de los datos revela que existe una relativa especialización (el peso de un cierto tipo de industria manufacturera en el total de la industria manufacturera de la entidad es mayor al peso que dicha industria tiene en la industria nacional) en la industria Alimenticia en el caso de Sinaloa, en las Metálicas básicas en Michoacán, y en Maquinaria y equipo de computación y transporte en el estado de Chihuahua. Algo que se puede concluir también es que, de acuerdo con lo que llamamos Coeficiente de especialización, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, Jalisco y Sonora, son las entidades con mayor similitud con la estructura de la industria manufacturera nacional. En cambio, entre las entidades cuya estructura productiva manufacturera se asemeja menos a la nacional, se encuentran Colima, Guerrero, Baja California Sur y Nayarit. En el grupo de menos parecidas, Sinaloa se encuentra en la posición 6. Cada vez se asemeja menos porque en 2003 estaba en la posición 15.

Del 2003 al 2023, las industrias que tuvieron un mayor crecimiento fueron la de Bebidas y tabaco, Maquinaria y equipo de cómputo y transporte y, la industria del Papel. Las entidades en la que más creció la industria manufacturera en las últimas dos décadas fueron Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas, Chihuahua y Guanajuato. Los mayores crecimientos en la industria Alimenticia se presentaron en Yucatán, Aguascalientes y Sinaloa. En Metálicas básicas los mayores avances se dieron en Zacatecas, Guanajuato y Baja California, mientras que en Maquinaria y equipo de cómputo y transporte las mayores variaciones se observaron en Colima, Zacatecas y Nayarit. Los avances de Sinaloa en estas dos últimas industrias manufactureras lo colocaron en las posiciones 24 y 29 de la lista.

En el periodo de análisis, Zacatecas, San Luis Potosí y Yucatán son las entidades en la que se observa una mayor reestructuración. Esto quiere decir que están modificado su estructura de producción manufacturera, lo que no significa, necesariamente, que se estén moviendo a los sectores más complejos y dinámicos. La revisión de los datos muestra además que, en las industrias de Madera, Textiles, y Prendas de vestir se está presentando una mayor concentración. Es decir, cada vez son menos las entidades que tienen presencia en este tipo de industrias o cada vez es más difícil participar dentro de ellas. En cambio, Maquinaria y equipo de computación y transporte aparece como la de menor concentración en los últimos 20 años. Es decir, un mayor número de entidades han podido incorporarse a este tipo de industria. A pesar de ello, en 2023, esta industria, junto a Bebidas y tabaco y, Madera, son lo que figuran entre las industrias manufactureras más concentradas.

Salvo los casos de Baja California Sur y Quintana Roo, resulta evidente que en general han sido las entidades federativas ligadas a la producción manufacturera (representa poco menos de la cuarta parte de la producción nacional), las exportaciones y la IED, las que han mostrado una mayor fortaleza y tasas de crecimiento más dinámicas. Se aprecia también que son particularmente las industrias manufactureras Alimenticia, Metálicas básicas, y Maquinaria y equipo de computación y transporte, las que están más vinculadas a la dinámica de las exportaciones y a la atracción de IED. En los últimos cuarenta años y con más fuerza en los últimos veinte, se ha generado un círculo virtuoso entre producción manufacturera y apertura comercial, y las entidades del norte y de la región de Bajío son las que mejor lo han aprovechado, ya sea por tener una mejor ubicación estratégica o por haber desarrollado una mejor planeación estratégica regional con visión de largo plazo. Otras regiones se han quedado al margen de esta dinámica y siguen, como Sinaloa, con una aportación muy pobre a las industrias manufactureras nacionales y con una contribución marginal a las exportaciones nacionales y a la atracción de IED.

El análisis que he compartido trata de llamar la atención sobre estos hechos, pero también advertir que la industria manufacturera nacional y las entidades en las que esta tiene mayor presencia, habrán de enfrentar en los próximos meses serias complicaciones derivadas de la política comercial que está implementando el Gobierno de los Estados Unidos que de ninguna manera es ajena a la revisión del T-MEC. Creo también que es oportuno reflexionar sobre las posibilidades y los retos que el Plan México está planteando. Todas las entidades, pero particularmente las que hasta ahora han estado al margen de los factores que con mayor fuerza han explicado el crecimiento económico nacional y regional, debieran estar atentas y desarrollando proyectos regionales para aprovechar esta iniciativa. Se dice que el Plan tomará en cuenta las vocaciones productivas y de recursos naturales de las diferentes regiones del país, que generará cadenas productivas entre los distintos sectores industriales y que impulsará una política industrial nacional que no hemos tenido.

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