Por: Aarón Achong

Desde el punto de vista de un servidor, Estados Unidos cuenta con una gran capacidad industrial, económica, militar, cultural y política, lo cual le permite ostentar al día de hoy y seguramente por varias décadas más, el título de primera potencia mundial incluso a pesar de sus tropiezos y declinaciones que como toda nación pueda experimentar.

Por varias décadas se ha vaticinado “la caída del Imperio Norteamericano”; concepto digno de la más recalcitrante izquierda setentera (un servidor no había nacido). Numerosos opinólogos, comentócratas o quienes dicen saber vienen prediciendo la caída de los Estados Unidos de América, país que hoy y desde 1991 ostenta el título de superpotencia mundial.

En la década de los noventas Japón intentó disputar el título de primera potencia a los Estados Unidos, cuando el país asiático contaba ya con un PIB per cápita mucho más alto que el de los EE. UU. Finalmente terminó fuera de la disputa por motivo de la gran crisis asiática que azotó a los países de la región Asía – Pacífico y a gran parte del mundo.

 

Anteriormente, en el siglo pasado para ser más exactos, dos grandes países lo intentaron, nos referimos claro a la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y a la Alemania Nazi. Lo cierto es que ninguno de los dos antes mencionados, hoy inexistentes, estuvo en posición de disputar el dominio estadounidense. La URSS sin armas nucleares no hubiese sido más que una versión eslava de país subdesarrollado y Alemania de hecho fue derrotada por EE. UU. y sus aliados.

Hoy Rusia, sucesora legal de la extinta Unión Soviética palidece ante la potencia económica de los Estados Unidos y se relega a cuasi satélite de China, al menos en el campo económico en el caso de esta última. Rusia está bastante lejos de ser una economía avanzada, por el contrario, comparte clasificación con varios países de América Latina en cuanto a indicadores económicos e incluso es superada por Chile, Argentina y Uruguay en indicadores como desarrollo humano, ingreso per cápita y esperanza de vida.

En el tema de defensa, aunque hay avances significativos en otras naciones, el estratosférico presupuesto militar de los Estados Unidos no se iguala ni siquiera por los 10 países que le siguen, mismo que actualmente ronda los 900 mil millones de dólares. Rusia jamás podría permitirse ese gasto y China tampoco, aunque en un futuro a mediano plazo podría hacerlo.

Jamás en la historia había existido una nación más poderosa, antiguos imperios y reinos del mundo son eclipsados ante el poder norteamericano, ni el Imperio español de Carlos V donde se decía jamás se ponía el sol dada su presencia en los cinco continentes, ni el poderoso Imperio Británico de la Reina Victoria, ni la Roma de Julio César ni la Grecia de Alejandro Magno se acercan mínimamente al esplendor norteamericano.

 

Dejando de lado cuestiones técnicas, económicas, militares y geopolíticas, también se debe reconocer el poder cultural y mediático de los Estados Unidos. Mucha de la música que disfrutamos se interpreta en el idioma inglés, asistimos a sus principales cadenas de comida rápida, vestimos sus marcas de ropa, seguimos a sus artistas, cantantes y actores e incluso migramos a sus principales centros urbanos en busca de mejores áreas laborales. Incluso su influencia es tan grande que cada vez es menos necesario para aquel país el uso de los medios bélicos o militares para hacer cumplir sus directrices a otras naciones

Los asiáticos lo han intentado en las últimas décadas también, como el caso de Corea del Sur. China hizo ya hizo un intento en México con el proyecto Dragón Mart en Cancún, financiado por la nación del dragón, y planteaba ser un centro de exposición de productos hechos en China, así como un polo de desarrollo para el comercio chino. No obstante, la presión de los Estados Unidos fue impresionante para detener definitivamente tal proyecto. Asimismo, ante la mayor presencia de inversiones chinas y empresas de construcción que han ganado licitaciones, Estados Unidos sigue presionando al ver amenazada su área de influencia. La presencia del dragón en la región es especialmente importante en Brasil y se ha visto una avanzada agresiva en México. Sin embargo, aún está lejos de alcanzar la influencia estadounidense en la zona, por lo que creo que Estados Unidos es y seguirá siendo una potencial mundial por un buen rato.

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*Aarón Achong, es licenciado en economía, delegado zona norte del Colegio de Economistas. Esta es una colaboración para Espejo Negocios.

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