Me dijo cuéntame algo. No quería perderlo, no sabía qué decirle. Mal até aquella historia que me contaron sobre un hombre infeliz, un ser insatisfecho que desesperado por la limitación de su conocimiento pactó con un ser maligno a cambio de su juventud eterna. El maligno sintió compasión, sabía que el hombre infeliz era un ser de alma buena, pero estaba desesperado y sin sosiego. Le dio una oportunidad y le dijo que le enseñaría los placeres de la tierra. Anduvieron juntos y lo dejó en un palacio con jardines perfectos, con sirvientes y manjares exquisitos, el hombre infeliz se sintió contento, siempre había querido que lo obedecieran; sació sus egos y su gula…
Al poco tiempo se sintió triste otra vez; tenía lo que siempre había querido, pero se sentía más vacío que nunca. Siguieron caminando y el otro decidió que le hacía falta una mujer. La llevó con la mujer más bella y la más deseada por todos… ahora es tuya. El hombre infeliz no lo podía creer, eso era lo que le faltaba. Vivió feliz, pero al poco tiempo sintió hastío, no lo podía explicar, su congoja crecía. Recorrieron lugares lejanos, los más sorprendentes… nada lo conformaba, se sintió desdichado. Eres un desgraciado, te he mostrado todo, eres joven y hermoso, te alejé de la pobreza y así me pagas. Pasaron los años y en su andar, llegaron de nuevo a la aldea del hombre infeliz. Apenas éste divisó su tierra y sintió un alborozo en el pecho, algo que nunca había sentido: estar con los míos, saber que no han muerto es lo más parecido y cercano que he estado de la felicidad.
Agradezco tu lectura y deseo que el año por venir sea de buenaventura. ¡Feliz año 2025!
Comentarios: [email protected]
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.