Culiacán, Sinaloa.- A pesar del creciente interés por la cinematografía en Sinaloa, la falta de apoyo estructural y de una formación educativa especializada sigue siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo de la industria del cine en Culiacán. Sin respaldo institucional ni programas de formación adecuados, el cine independiente en la región corre el riesgo de estancarse.

A lo largo de las entrevistas realizadas por ESPEJO con cineastas de la región, se destaca un patrón común: la falta de formación especializada, la desinformación sobre los apoyos y la escasa infraestructura para el cine independiente son las principales barreras que enfrentan. 

Una formación académica insuficiente

Uno de los mayores desafíos para los aspirantes a cineastas en Culiacán es la ausencia de programas académicos especializados en cine. Aunque universidades como la Universidad Autónoma de Occidente imparten materias como Cinematografía y Producción Cinematográfica, ninguna institución en el estado ofrece una licenciatura en cine.

La falta de una oferta educativa centralizada y de espacios de formación limita el desarrollo profesional de los cineastas. Flora Echavarría, cineasta emergente, señala:

“Aquí ni siquiera hay una universidad que ofrezca la carrera, ¿no? Ni privada ni pública. Creo que en la UAS tienen la carrera de fotografía y diseño audiovisual o algo así. Pero pues no es la carrera de cine. Y las cosas que el gobierno hace a través del Instituto de Cultura pues son cursos que dan uno cada 2 años que duran una semana y ya” Flora Echavarría, cineasta emergente.

Muchos comienzan su carrera de manera autodidacta o a través de talleres informales. Perdiendo información importante como lo es conocer las formas en las que se pueden bajar fondos para financiar un proyecto. Aunque existen concursos y fondos federales como los del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), muchos cineastas no saben cómo acceder a ellos.

“Los apoyos existen, pero nadie te los explica. No hay suficiente información sobre cómo acceder a ellos, y la mayoría de los cineastas no tienen idea de cómo presentar proyectos” Comenta Zulema Sánchez, cineasta Sinaloense.

La problemática de la distribución.

Otro gran obstáculo es la escasa distribución y exposición del cine local. En Culiacán hay pocos espacios para la exhibición de producciones independientes y, fuera de convocatorias para concursos, las instituciones gubernamentales no brindan apoyo suficiente en este ámbito. Como resultado, muchos cineastas recurren a redes sociales y plataformas digitales para mostrar su trabajo.

“No hay muchos espacios de proyección que permitan que cineastas o personas que estén en el medio audiovisual que van emergiendo tengan una facilidad de proyectar”

“El beso del búho, por ejemplo, ha sido partícipe también de la comunidad que sí está tratando de apoyar a los demás artistas audiovisuales, podemos decir que por parte de autoridades también no se ve mucho, bueno, no se ve un apoyo tan grande” Rogelio Ibrahim, Cineasta emergente.

La maestra Olivia Ramírez, profesora de la materia de Cinematografía y Producción Cinematográfica, declara en favor de la fusión del aprendizaje y el cine, planteando un nuevo papel como Escuelas:

“los espacios de las instituciones educativas no solo deberían de servir como un espacio de formación, sino también como un lugar de exposición y proyección del Séptimo Arte.”

A pesar de los desafíos, el interés por el cine en Sinaloa sigue en aumento. Jóvenes cineastas están impulsando proyectos que buscan dar visibilidad a historias locales. Un ejemplo es Norte Docs, un encuentro cinematográfico que trae a la región cine de festivales internacionales y ofrece un espacio para que los creadores locales compartan su trabajo.

Culiacán y Sinaloa tienen el potencial de convertirse en un referente del cine independiente en México. Su diversidad de escenarios naturales—desiertos, playas, bosques y áreas urbanas—junto con el talento de sus creadores, brinda una oportunidad única para el crecimiento de la industria. No obstante, para que esto ocurra, es fundamental una mayor coordinación entre instituciones educativas, gubernamentales y políticas públicas que impulsen la cultura cinematográfica en la región.

 

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