De enero a agosto de 2023, los turistas extranjeros dejaron en México la derrama económica de 21 mil 183 millones de dólares, pero en ese mismo período Mazatlán estuvo a punto de salir de los diez principales destinos de playa del país en materia de ocupación hotelera al situarse en el décimo lugar con el 67.9 por ciento de cuartos vendidos, superado por Akumal y Playacar, de Quintana Roo (84%), Cabo San Lucas (79%), Nuevo Nayarit (76.2%) y Cancún (76.1%).

A los números anteriores que aporta la plataforma Datatur de la Secretaría de Turismo federal hay que agregar que en lo referente a visitantes que llegaron en cruceros, que son 6 millones 257 mil pasajeros, tampoco el puerto sinaloense aparece entre los destinos beneficiados ya que Cozumel, Majahual, Ensenada, Cabo San Lucas y Puerto Vallarta captaron el 89.4 por ciento
Tales indicadores que reflejan a Mazatlán sin entrar todavía a la preferencia de viajeros extranjeros con fines lúdicos son útiles en estos momentos para destacar la trascendencia de que la Florida Caribbean Cruise Association realice en Sinaloa la convención anual, como señal de confianza en que el gobierno y los empresarios del ramo hacen esfuerzos a favor de mejor seguridad, servicios y opciones de diversión para el turismo naviero.

La utilidad del evento de la FCCA es más de aprendizaje que de provechos inmediatos pues éstos vendrán si las partes involucradas en la atracción del gran turismo entienden las lecciones y empiezan a hacer lo adecuado. En principio, debe partirse de lo expuesto por Michele M. Paige, dirigente de la asociación de cruceristas, al recordar que en el 2010 Mazatlán recibió a medio millón de pasajeros en los cruceros que lo visitaron, pero en un parpadeo todo eso se fue, “no debido a las personas que se benefician de esta industria sino como consecuencia de los problemas de inseguridad que se empezaron a generalizar”.

También vale desentrañar el ofrecimiento del Sinaloa tranquilo que el gobernador Rubén Rocha Moya hace ante los convencionistas de empresas de cruceros, al expresarles “sálganse de Mazatlán, váyanse a El Rosario, o a El Quelite, a La Noria, o váyanse a El Fuerte, si se los digo es porque tenemos garantizada la seguridad”.
Una vez que termine el evento de la FCCA la actividad turística y las autoridades estatales y municipales tendrán que ser autocríticos al cuestionarse con sinceridad si existen mejores condiciones para ir a las grandes ligas de la llamada industria sin chimeneas.