Culiacán.- Honesto, en buena condición física, que siga los protocolos de actuación y sin gusto por la narcocultura ni relación con el crimen organizado, es como a grandes rasgos los culichis definen su modelo de policía ideal.

Estas y otras opiniones dieron a ESPEJO ciudadanos culichis cuestionados en sondeos en calle y a través de Facebook e Instagram como respuesta a la pregunta de ¿cómo debería de ser un policía en Culiacán?

Y aunque a grandes rasgos las respuestas giraron en torno a los puntos ya mencionados, los culichis consultados también reconocieron haber presenciado de primera mano el profesionalismo y ejemplaridad de no pocos policías de la capital de Sinaloa.

“Honestos supongo yo. Algunos son honestos, otros no tanto, pero se puede mejorar. Siempre se puede mejorar”, respondió Enrique a ESPEJO durante un sondeo realizado este 16 de enero en la Plazuela Obregón, en el centro de Culiacán; “Tienen que ser honestos y servir a la ciudadanía. Algunos no lo hacen, hay buenos y hay malos como en todos lados”, dijo por su parte Cinthia; por otro lado, Fernanda y Jorge opinaron que son corruptos porque piden mordida y que no deben ‘dejarse vender’.

Otras opiniones giraron en torno al gusto y relación de los policías de Culiacán con la narcocultura y el narcotráfico. “En Culiacán no hay policías, son punteros con uniforme”, opinó Jesús Daniel en Facebook, “Que no sea parte del Narco…”, le secundó Elena; “Sin gusto por la narcocultura”, comentó Octavio. “Mientras que ya sabes quien controle a la Policía Municipal, sinceramente no importa. Y que conste que no estoy descubriendo el hilo oscuro”, dijo Aaron; “Aquí ya no hay policías, ya son otra cosa”, lamentó Juan Carlos, a lo que Arnold le respondió “la mera verdad y ya se sabe quien da las órdenes”.

Por otro lado, también se recogieron opiniones en torno a las vulnerabilidades que atraviesan los policías como lo es el evidente riesgo a la vida que implica su profesión, salarios y prestaciones que les permitan dar a sus familias una vida digna, e incluso el riesgo de ser desaparecido por el crimen organizado. “A veces les ofrecen dinero, quieren ganar un poquito más y se van a otro lado. Si ganaran mejor, probablemente sí la pensaran dos veces”, comentó Cinthia en este sentido; en Facebook German, Sergio y Ari también opinaron que los policías deben tener un salario digno. “Una persona que tenga derecho a un sueldo digno y más que están expuestos a perder la vida y no las miserias que les dan”, opinó German, “Un policía debería ser un trabajador del Estado con un salario digno y con conciencia de clase”, fue el comentario de Ari.

Por su parte Fernando resumió al señalar: “Tristemente la imagen de toda la corporación es muy negativa, la percepción del ciudadano es que son corruptos y rateros amigos de sicarios”.

 

Y aunque durante los últimos 10 años la percepción de inseguridad en Sinaloa ha ido a la baja, también es cierto que las policías de tránsito y municipal son las que menos confianza generan entre la ciudadanía, así como las más percibidas como corruptas. Una tendencia que, según cifras de la Envipe 2023, también se repite a nivel nacional.

En este sentido, también hubo algunas opiniones que se centraron en la necesidad de dar a los policías de Culiacán elementos para brindar una mejor “atención al cliente” a la ciudadanía.

“Yo pienso de los policías, igual y en general ¿no?, nos hace falta mucha educación, mucha educación social. Y a los policías creo que les hace falta demasiado la atención al cliente, ahora sí que atención al ciudadano”, opinó Claudio en este tenor. “Presentar un diplomado en cuestión cívica y de seguridad para que el ciudadano se sienta seguro con ellos”, comentó por su parte César en Facebook.

Ya existe un modelo, hay que apostar por él

 

El pasado lunes 15 de enero autoridades municipales se reunieron en el Salón de Cabildo del Ayuntamiento de Culiacán para anunciar la apertura de 200 espacios para formarse como policía municipal en la Universidad de la Policía (Unipol).

En un municipio con un rezago histórico en cuanto al número de elementos policiales, el Ayuntamiento, la Unipol y la Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP) apuestan a formar a 200 policías por año para, de aquí al 2027, subsanar el rezago de policías municipales según los parámetros sugeridos por la ONU.

Según este parámetro, de 1.8 policías por cada mil habitantes, una ciudad de alrededor de un millón de habitantes como Culiacán, requeriría alrededor de mil 800 policías municipales para garantizar la seguridad en el municipio. En contraste, actualmente Culiacán cuenta con poco más de mil policías municipales activos, 82 de estos en proceso de jubilación.

“En el 2012, un poco más de 10 años, la fuerza de policía sumaba alrededor de los mil 500 elementos. Pasados 10 años esta suma no llegaba a los mil elementos, hubo un decrecimiento de casos el 40 por ciento de la fuerza operativa”, dijo al respecto el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil.

También ahí presente, Espejo cuestionó al rector de la Universidad de la Policía, Óscar Fidel González Mendívil, sobre el modelo de policía que se necesita actualmente en Culiacán. Su respuesta fue que modelo ya hay, al citar el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica aprobado en el 2019 y al que dijo, hace falta apostarle.

“Modelo hay, el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica. ¿Qué hace falta? Pues hace falta apostar por el modelo, que es un modelo que está basado en un cambio de paradigma en el tema de prevención, que es menos autoritario y que trabaja más sobre la construcción de la solución de los problemas sociales tomando en cuenta a la comunidad”.

 

Aprobado el 8 de julio de 2019, durante la XLIV Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública mediante el Acuerdo 04/XLIV/19, el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica (MNPyJC) tiene entre sus objetivos “el fortalecimiento de las policías municipales y estatales, así como la articulación efectiva entre dichos cuerpos con la Guardia Nacional y las Procuradurías o Fiscalías Generales para reducir la incidencia delictiva, fortalecer la investigación criminal, mejorar la percepción de seguridad e incrementar la confianza en las instituciones policiales”.

Funciones de la Policía Estatal, Municipal y la Justicia Cívica en el Modelo

Respecto a las policías municipales, este modelo se plantea un esquema de policía orientada a la solución de problemas, con elementos capaces de dar respuesta estratégica por medio del análisis de patrones, así como capaces de identificar problemas de seguridad en términos específicos y no en términos generales. El modelo además propone acciones concretas como que la vigilancia y patrullajes se realicen de manera estratégica, dar correcta atención a las víctimas del delito e incluso la recepción de denuncias por parte de los elementos municipales.

“¿No se refleja en la realidad todavía este modelo?”, se le preguntó. “Yo creo que hay que insistir en esto, hay unas partes en las que empieza a ser, pero hay una parte fundamental, la justicia cívica.

La Justicia Cívica

 

Además de necesidades como el enfoque de proximidad social, condiciones dignas para las policías y el fortalecimiento de unidades de análisis e inteligencia, de investigación de delitos y asuntos internos y medidas anticorrupcion, el MNPyJC señala entre sus puntos más importantes la implementación y desarrollo de la Justicia Cívica.

“A través el establecimiento de mecanismos de Justicia Cívica, las instituciones de seguridad buscan la solución institucional del conflicto a través de intervenciones oportunas dirigidas a que los problemas sociales no terminen en delitos, y lo hace por medio de audiencias públicas, abiertas, contradictorias y orales”, se lee en el documento del modelo.

“Hay que promover la creación y la existencia y la operación no solamente de juzgados de barandilla, sino de tribunales de justicia cívica, justicia en tu colonia. ¿Cuáles son los problemas de naturaleza administrativa que se pueden resolver a través de estos mecanismos que son además más cercanos a la ciudadanía?”, comentó sobre este punto González Mendívil.

¿Cómo hacer que este punto de vista decante hasta el individuo, hasta el agente?

“Yo creo que ese es el gran reto, me parece que al menos la promoción de esto sería el considerar al policía como un agente de política pública, no como un objeto de política pública”.

 

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