Sinaloa.- En el último año se ha hablado con mucho optimismo de los números de la economía mexicana, en especial porque se logró una buena tasa de crecimiento de alrededor del 3.1%, por encima de las tasas recientes históricas, por segundo año consecutivo. Sin embargo, el crecimiento observado en 2022 y 2023, son en parte derivadas del gran “rebote” generado por la fuerte caída del PIB en 2021, cuando la economía cayó hasta el 8.6% del PIB.

Estos números se han visto de manera muy positiva y ahora también nos encontramos hasta en la sopa la palabra Nearshoring, que nos dice que hay muchas empresas internacionales que están interesadas en invertir en México. Sin embargo, poco se habla de cómo ha evolucionado la riqueza en relación con la población, lo que se mide en el PIB per cápita.

¿Por qué el PIB per cápita?

 

En años recientes, sobre todo en este sexenio se ha criticado ampliamente el hecho de que el PIB per cápita podría ser una medida un tanto economicista de la riqueza y que hay otros indicadores de bienestar objetivo y subjetivo. Sin embargo, hay que tomar en cuenta algo muy sencillo, el PIB mide el valor agregado (riqueza) generada por todas las empresas localizadas en territorio mexicano, menos las importaciones. En otras palabras, nos indica cuánto queda en la economía para gastar, que se reparte en las remuneraciones de los trabajadores, los impuestos y las utilidades de los empresarios. Así, que independientemente de si la distribución de la riqueza está concentrada en las grandes empresas, o si el gobierno cobra muchos impuestos, la riqueza generada se vuelve el indicador del nivel potencial de ingreso que tendrá la economía en sus diferentes sectores, a saber, hogares gobierno y empresas. Por ejemplo, si el gobierno logra recaudar el 30% del PIB, un 40% del resto se lo quedan las empresas y el 30% restante se lo quedan los trabajadores, es obvio que nos toca de más cuanto mayor sea el PIB.

En 2022 el PIB per cápita Mexicano fue de $10,948 USD (utilizando datos comparables a nivel internacional del FMI), y considerando que el gobierno recauda aproximadamente el 17% del PIB, es claro que un país como Estados Unidos con PIB per cápita de $75,180 USD o Dinamarca con $65,713, tienen potencialmente mucho mayor ingreso, y por ende, más y mejores bienes y servicios públicos para disfrutar, y si a eso le añadimos que son países que recaudan el 26.5% y el 47.4% del PIB, ya se puede usted imaginar por qué estos países tienen mejor infraestructura pública.

 

La riqueza per cápita en México

 

Ya en 2022 México como un todo alcanzó los niveles de valor agregado total previos a la pandemia COVID-19, sin embargo, la población ha crecido más rápido que el producto o, dicho de otro modo, la productividad no ha mejorado, por lo que en términos de riqueza per cápita aún no hemos podido recuperarnos. Y según los datos preliminares del 2023, México ya rebasó el PIB por habitante prepandemia, que podría ser de alrededor de $192,172 MXN.

Para el caso de los estados, la última información disponible es para el 2022, lo que se muestra a continuación. *Las cifras de población utilizadas son de CONAPO, de las proyecciones de población a mitad de año.

En la tabla, puede observarse que el PIB per cápita no había recuperado los niveles prepandemia en el promedio nacional, y que solamente cuatro estados lo lograron, como es el caso de Tabasco, Oaxaca, Chihuahua y Veracruz. Del resto de las entidades, algunas estaban cercanas a lograrlo, con una diferencia de menos de 1%, como Nayarit, Chiapas, Sonora, Tamaulipas y Michoacán.

¿Y Sinaloa?

 

Sinaloa en términos de valor, ha estado por debajo de la media nacional, y muy por debajo de las entidades con mayor valor agregado como Ciudad de México. El caso de Campeche es particular por la producción petrolera, por lo que su PIB per cápita es muy elevado, aunque con variaciones significativas en algunos años, por lo que en crecimiento con respecto al 2018, está en el fondo de la tabla.

Por su parte, Sinaloa decreció con -4.3%, aún más que la media nacional con -3%, y las cifras del ITAEE (Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal) en 2023 ya muestran un crecimiento mucho menos acelerado de Sinaloa que el resto de las entidades, por lo que se ve difícil que Sinaloa alcance pronto al menos el nivel prepandemia de su PIB por habitante.

 

También, es importante destacar que el ITAEE no es la medición del PIB, sino que este se conocerá apenas en diciembre de este año, para lo que corresponde al 2023.

El 2023 fue un año complejo para la actividad primaria, y 2024 también lo será. De no cambiar la estrategia, Sinaloa seguirá en el atraso económico, expulsando jóvenes talento, y en el peor de los casos, con más jóvenes incorporados en actividades ilícitas, al no ver en la actividad legal y formal opciones de crecimiento.

 

Ojalá la crisis en el campo obligue a los hacedores de política pública y a la sociedad a impulsar cambios que conlleven a la transformación de nuestra actividad económica, claro sin dejar nunca al campo, nuestro campo es productivo y se debe fortalecer.

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*Esta es una colaboración de Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, para Espejo Negocios.