Culiacán, Sin.-  Con el miércoles de ceniza comienza oficialmente el periodo litúrgico conocido como la Cuaresma, lo que significa la preparación espiritual de la Pascua y finalmente la conmemoración de la resurrección de Cristo, de acuerdo a la fe Católica.

Para la cultura mayo-yoreme, pueblo originario de los municipios del norte de Sinaloa, lo anterior también representa una de sus fiestas más tradicionales, pero bajo su peculiar concepción de la Semana Santa, misma que han practicado tras el proceso de evangelización de los misioneros jesuitas, el cual dio lugar a un interesante sincretismo o mezcla de dos culturas.

Por lo tanto, otra manera de anunciar el inicio de estas fiestas religiosas son la llegada de los fariseos o judíos a las principales ciudades del norte y centro del estado como Culiacán, Los Mochis, El Fuerte y Guasave, a quienes se les conoce simplemente como matachines de manera popular.

Estos personajes son los encargados de salir de los principales centros ceremoniales con la misión de recaudar fondos para la culminación de la Semana Santa, la fiesta más importante para los yoremes.

Ya se en solitario o en grupos de tres, los matachines danzando en las calles del centro de Culiacán también se ha vuelto una tradición por sí mismo por estas fechas. El sonido característico de los tenábaris o capullos sobre sus tobillos representando sonajas se suman al pasaje urbano.

La mayoría proviene de comunidades como San Miguel Zapotitlán, Mochicahui, Tehueco, Charay, Ocorini, Baymena, Cieneguilla y Angotura, por lo que es posible incluso que algunos grupos de matachines confluyan en la ciudad conforme se acerque los días santos.

Su vestimenta típica consta de pantalón de mezclilla, camisas de manga larga a cuadros, más de un paliacate alrededor del cuello, un cinturón llamado coyolis hecho de pezuñas de venado y sus características máscaras de piel de animales, que asemejan a algún demonio. Cuando son más de uno, hay quienes portan tambor y sonajas, mientras uno hace la danza llamada pascola.

Inclusive entre municipios el vestuario de los matachines puede variar; algunos yoremes representan a los fariseos con máscara de piel de venado o jabalí y tambor grande; otros usan máscaras con rostros de dama o animales y tambor chicho, pero también de pelaje largo y diabólicos.

Su voto de silencio los hace llamar más la atención, característica que llega a asustar en ocasiones a los niños y niñas que se topan con ellos; sin embargo, esto de igual modo es parte de su penitencia o manda.

También puede leer: