Culiacán, Sin.- El caso de la señora Rosario Lilián Rodríguez Barraza será expuesto ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo con sede en Washington, luego de haber pasado a ser un caso impune por el Estado mexicano.

Alejandra Martínez Carrizales, vocera del colectivo Por las Voces Sin Justicia, el cual está integrado por más de 100 familias de municipios del sur de Sinaloa como Elota, Mazatlán y Concordia, expondrá el caso junto con otros 22 asesinatos más para solicitar una acción urgente.

“Voy a hablar de los ataques que sufrimos, voy a exponer un poco más y llevaré el caso de la compañera Rosario Lilián, voy a hablar de cómo sufrió amenazas, qué tipo de amenazas, los múltiples ataques que sufrió antes de ser asesinada”, dijo Martínez Carrizales en entrevista.

La señora Rosario Lilián buscó a su hijo Fernando Abixahy Ramírez Rodríguez, un joven de 20 años desaparecido el 16 de octubre de 2019.

Quien se llevó a mi hijo está detenido en San Luis Río Colorado y la Fiscalía en Mazatlán me dice que no se puede hacer nada”, dijo la señora Rosario Lilián en marzo de 2022 a ESPEJO.

El caso se expondrá en el 189 periodo de sesiones de la CIDH, especializado a la “Protección a Mujeres Buscadoras de Personas Desaparecidas en México” durante el 28 de febrero.

Además de Por las Voces Sin Justicia, participarán otros colectivos como Artículo 19, Colectivo Buscadoras de Guanajuato, Colectivo Buscadoras Zacatecas, colectivo Voz por los Desaparecidos en Puebla, la Universidad Iberoamericana de Puebla, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro PRODH), entre otros más.

“Se expondrá sobre la poca protección que nos brinda el gobierno, las autoridades y la protección que nos brinda el Mecanismo de Protección (Secretaría de Gobernación). Vamos a hacer peticiones a la Comisión y se expondrán 22 casos de asesinatos más”, dijo la activista, quien busca a su hermano Ismael Alejandro Martínez Carrizales, desaparecido desde el 12 de julio de 2020, cuando un grupo de hombres armados lo privaron de su libertad a la fuerza

El crimen contra Rosario Lilián

Rosario Lilián fue subida a una camioneta a la fuerza el 30 de agosto de 2022, Día Internacional de las Víctimas por Desaparición Forzada. Fue a las 21:10 horas, cuando recién salía de una misa especial que pidió fuera dedicada a  su hijo Fernando Abixahy.

Iba hacia su casa y de camino, a la altura del Cine México, de La Cruz de Elota, llegó una camioneta Suburban blanca con personas armadas y se la llevaron. Apareció cuatro horas después, asesinada en la avenida Manuel Pilar Abraham, altura del puente vado de la colonia Víctor Manuel Quintero.

Ese fue un crimen anunciado tiempo atrás. Rosario Lilián había sufrido una serie de amenazas y ataques contra ella y su familia por buscar a su hijo en La Cruz de Elota, un pueblo conocido por su ubicación frente al mar y por estar silenciado por el crimen.

La última vez que salió a una búsqueda de fosas en Elota se le acercó una patrulla de la Policía Municipal con un civil que no era policía para preguntarle qué tanto buscaba, ella le dijo que solo pedía que le dieran a su hijo.

Antes de eso le habían rociado gasolina a su casa para incendiarla, intentaron desaparecer a su otro hijo y en una ocasión le quitaron una camioneta que le regresaron al siguiente día. Siempre recibió amenazas y las autoridades locales y la Fiscalía General del Estado tenían esa información.

La noche del 30 de agosto, uno de los hijos de Rosario Lilián reportó su desaparición apenas se enteró de la  privación de libertad de su mamá. Llamó al 911, pero fue en vano. Lo tuvieron en la línea  y no enviaron una sola patrulla. Al colgar llamó a una activista buscadora de Mazatlán para pedirle ayuda.

Rosario Lilián no fue buscada y la madrugada del 31 de agosto, un día después de que se la llevaran a la fuerza los hombres armados, su cadáver fue encontrado.

¿Qué ha cambiado después del asesinato?

Rosario Lilián vivió en la ciudad llamada La Cruz de Elota, donde trabajaba como jornalera para el corte de chile y otras hortalizas. En ese lugar conformó un colectivo de búsqueda, pero las amenazas fueron incesantes hasta su asesinato.

Alejandra Martínez Carrizales aseguró que aquel colectivo se disolvió, dejando un mensaje más para todas las mujeres buscadoras:

“Desde su muerte tenemos la advertencia de no ir a buscar en Elota”, aseguró la buscadora.

El caso permanece impune, no se ha mostrado algún avance a quienes la acompañaban en otras regiones, por ello se presentará ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

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