El 6º Informe Anual de Calidad del Aire Mundial, publicado por IQAir, revela una realidad preocupante: la mayor parte de la población mundial respira aire contaminado.

El análisis de datos de más de 30.000 estaciones de monitoreo en 134 países arroja un panorama sombrío, con solo siete naciones cumpliendo las pautas anuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para partículas PM2.5, un contaminante especialmente dañino para la salud.

Bangladesh, con un índice de 79.9 µg/m3 de PM2.5, se posiciona como el país con el aire más contaminado del mundo, superando por 15 veces la guía de la OMS. Le siguen Pakistán (73.7 µg/m3), India (54.4 µg/m3), Tayikistán (49.0 µg/m3) y Burkina Faso (46.6 µg/m3), todos con niveles de contaminación alarmantes que superan ampliamente los límites seguros.

La situación es crítica: un 92.5% de los países analizados en el informe presenta niveles de PM2.5 que exceden las recomendaciones de la OMS, poniendo en riesgo la salud de millones de personas. África, con un tercio de su población sin acceso a datos de calidad del aire, se convierte en el continente más subrepresentado y vulnerable a la contaminación atmosférica.

El sudeste asiático experimentó un aumento generalizado de PM2.5 debido a la combinación de factores climáticos y la bruma transfronteriza, un fenómeno que afecta a varios países de la región. Las 10 ciudades con mayor índice de contaminación se encuentran en la región del sur y centro de Asia, con Begusarai, India, ocupando el desafortunado primer lugar.

Frank Hammes, CEO de IQAir, enfatiza que “el aire limpio es un derecho humano universal” y que la falta de información retrasa acciones decisivas que podrían salvar vidas.

Expertos de Greenpeace International coinciden en la necesidad de soluciones a nivel local, nacional e internacional para enfrentar este problema de salud pública. Se requieren medidas contundentes para reducir las emisiones contaminantes, mejorar la calidad del aire y proteger la salud de las personas.

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