Culiacán, Sin.- En los últimos años, Culiacán ha experimentado un notable crecimiento económico impulsado por una oleada de emprendimientos innovadores. Estos mercados representan una nueva generación de empresarios ansiosos por dejar su huella y generar un impacto en la economía local, desde marcas potenciales como Bobba Feng negocio de tapioca y bubble tea, Churrocakes establecimiento de postres, Yokozuna de los primeros en comercializar ramen en Culiacán, o la tienda Kimchi Culichi, entre otros.

Que se abran nuevas empresas significa que hay un movimiento económico, lo cual es muy positivo para el país, no solo por los ingresos que se puedan generar, sino también por el desarrollo de empleos que se logran detonar, explicó Ana Valeria Calvo Castro, profesora de la escuela de negocios y del centro de comercio detallista, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Dice que en los últimos años se ha difundido mucho la cultura emprendedora, desde las universidades de negocios que cuentan con incubadoras de empresas, que fomentan en el plan de estudios el emprendimiento como un agente de movimiento económico, hasta en la cultura pop con los programas televisivos como Shark Tank que popularizan el tema de las inversiones y que incluso han llevado a romantizar el emprendedurismo.

El directorio estadístico nacional de unidades económicas (DENUE) del INEGI arroja luz sobre la magnitud de este fenómeno en Culiacán. Con más de 5 mil 633 establecimientos comerciales en la industria de alimentos, la ciudad se registra en una abundancia de actividad empresarial. Además, las cifras revelan que en Sinaloa, la esperanza de vida promedio de una empresa al nacer es de 8.8 años, con un incremento a 10.6 años luego del quinto aniversario, lo que destaca la resiliencia y el potencial de crecimiento de estos emprendimientos.

Calvo Castro explica que hay muchos aspectos positivos en el hecho de que los jóvenes estén emprendiendo, ya que las estadísticas dicen que generalmente a un emprendedor le toma de dos a tres empresas llegar realmente a la exitosa o a la buena, y si estos empiezan a una temprana edad tendrán la curva de aprendizaje entre abrir, entender bien el negocio, quizás cerrar, o cambiar su primer intento, y luego seguir, de tal manera que para cuando llegan a los 30 años ya traen una muy buena curva de aprendizaje que los lleva a un emprendimiento más sólido.

Además, detalló, se divide la riqueza y la economía del país entre más empresas, lo que genera sana competencia porque los consumidores tienen más opciones. La especialista en mercadotecnia dijo que este boom en los startups también tiene que ver con la situación económica, con el hecho de que haya escasez de empleos bien pagados, o situaciones laborales que no han evolucionado conforme las nuevas generaciones o con las nuevas realidades, y que han incentivado mucho a los jóvenes a que vean al emprendimiento como una forma de autoempleo y de generar sus propias condiciones laborales.

Según el informe “Small Business State of Mind” de Microsoft Store en los últimos 10 años la pequeña cafetería, la floristería, la barbería local con menos de 20 empleos son las que están impulsando la economía, y el 86% de los propietarios de pequeñas empresas afirmaron que es más probable mantener su pequeña empresa en lugar de renunciar y trabajar en un trabajo corporativo de 9 a 5.

El informe refiere que históricamente, graduarse de la universidad se consideraba un rito de iniciación, un logro que las generaciones anteriores esperaban y anhelaban. Sin embargo, los jóvenes actualmente creen que son posibles otros caminos para lograr sus objetivos. El 78 por ciento de los jóvenes propietarios de pequeñas empresas dicen que obtener una educación universitaria no es muy necesario para administrar su propio negocio.

Negocios con influencia asiática y americana

 

Es algo común que los primeros acercamientos al emprendimiento tengan que ver con comida, ya que el emprendimiento gastronómico es parte de una cultura arraigada por una concepción de que “la comida siempre deja”, sin embargo, en Culiacán, la tendencia actual va más allá de la simple satisfacción del paladar. Se trata de una experiencia cultural, advirtió Jesús Francisco Javier López Cira, especialista en emprendimiento y cultura empresarial.

El tema de que en la actualidad estos negocios estén tan cargados a la cultura asiática, especialmente coreana, dijo que se trata de un asunto de modas, que tiene relación también con las redes sociales como instrumento. Recordó que hace algunos años se dio un boom de alitas, antes, un boom del sushi, también estuvieron de moda las hamburguesas de diferentes tipos, y ahora, lo que se ve es una nueva ola de emprendimientos gastronómicos anclados a la moda del K-Pop y los K-dramas.

“Si tú entras a Netflix hay una infinidad de dramas coreanos. Y el tema de las redes sociales como instrumento y no como un fin es porque al final de cuentas las redes sociales se vuelven un vehículo para ver lo que hay afuera, todo se mueve muy rápido incluidas las personas y también las ideas. Las redes sociales se vuelven este vínculo o esta herramienta para guiarse”, explicó.

Espejo Negocios detectó a través de un escaneo en Google Maps que en Culiacán hay actualmente al menos 30 puntos designados como venta de bubble tea, bebida que está ganando terreno en el mercado a raíz de esta necesidad de vivir la experiencia de consumo de productos asiáticos.

Otro producto es el Kimchi, alimento tradicional coreano que también ha llegado a Culiacán con un punto de venta en el centro de la ciudad, donde además venden ramen y otros productos coreanos, y según Google Maps, además de este sitio existen 30 más que también cuentan con el ramen en su menú.

Valeria Calvo dijo que la aceptación o adaptación de nuevas culturas no son una cuestión unifactorial, aunque coincidió que influye la aceptación del K-pop y la idealización de esas culturas a través de los ídolos coreanos siendo el principal target jóvenes muy jóvenes, niños desde 11 años que ya empiezan a buscar este tipo de productos desde alimentos, como toda una subcultura o una tribu urbana que ha empezado de chiquito y se ha ido exponencial sobre todo aquí en Culiacán.

“Conforme la aceptación va creciendo pues también va creciendo eso hasta que se populariza e incluso a personas que no son fanáticas ya del K-pop o que no conocen tanto la cultura coreana, de todas formas, aceptan muy bien por ejemplo el ramen, y entonces vemos un crecimiento exponencial de estos restaurantes no al nivel de lo que sucedió con el sushi japonés, pero sí ha tenido un crecimiento importante en los últimos años”, explicó.

Añadió que también está el tema de los productos americanos por la inclusión de nuevas franquicias americanas, de que las personas viajan más o tienen más acceso a la comunicación a través de las redes sociales y conocen este tipo de productos y los adoptan, así es que surge un mix de diferentes opciones, diferentes culturas, que finalmente si resultan exitosas se tienden a tropicalizar, como es el caso del Ramen que ya se vende como ‘Birriamen’, lo que termina provocando que más personas lo acepten.

Las fresas con crema, crepas, waffles son otras penetraciones provenientes de la cultura americana que ganan terreno con más de 50 establecimientos en la ciudad, de acuerdo con el escaneo en Google Maps, de este giro, toma especial relevancia un espacio llamado Churrocakes, que surgió como una carreta en el malecón de la ciudad, y debido a su aceptación pasó a instalarse en un pequeño establecimiento.

En este sentido, López Cira puntualizó que el éxito de todos estos emprendimientos depende de que entiendan el mercado, ya que es completamente cambiante, y más el target juvenil. “Es el mercado más infiel que existe, porque se guía mucho por modas, si ahorita está de moda el K-pop va a ser todo coreano, y si mañana se pone de moda Mongolia o la India y no hacen ese brinco, no se adaptan a lo que se está solicitando el mercado, o van un paso más allá, difícilmente estos pequeños emprendimientos van evolucionar”.

Lo positivo, señaló, es que al ser emprendedores jóvenes tienen la ventaja del tiempo a favor para entender y seguramente no se quedarán en un solo emprendimiento, sino que más adelante van a tener otras opciones o van a tener otras ideas para desarrollar, y si fracasan, tendrán más conocimiento y aprendizaje de este fracaso.