Culiacán, Sin.- El ingeniero jubilado Pedro Rafael Velázquez Yves dice que hace 15 años se cuestión: “Pedro, ¿en qué has ayudado a este planeta?”, avocándose a observar el agua, particularmente el agua turbinada de las presas.

Actualmente, luego de investigaciones híper especializadas, asegura ser el primer mexicano en descubrir el fraude histórico multimillonario de las aguas turbinadas, tal y como se lee en su libro “Descubrí el macrofraude histórico multimillonario aguas nacionales”.

El agua turbinada es la que mueve los álabes de las turbinas de las presas para generar la energía eléctrica, las cuales son operadas en México por la Comisión Nacional de Electricidad (CFE) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

“Obviamente, cuando te das cuenta que descubres algo fuerte, pues sabes que existen los riesgos ante la corrupción y la impunidad y de tocar intereses muy fuertes”, describe.

 

“Yo francamente guardé silencio cinco años, yo seguí investigando, me hice una pregunta ‘Pedro, nunca vas hacer un proyecto social con miedo’, tiré el miedo a la basura, dije ‘me voy a enfrentar con quien me tenga que enfrentar, si tengo que arriesga la vida la voy arriesgar’”, menciona en entrevista para Espejo.

Con sus estudios recabados a lo largo de estos años, Pedro creó lo que denomina un proyecto social sustentable, con el cual busca que los legisladores del Congreso del Estado se arropen de él para turnarlo a la Cámara de Diputados y crear una iniciativa de reforma para las leyes con las que operan los organismos federales mencionados.

Su proyecto se llama “México sin Sed”, no sin antes acusar la grave responsabilidad tanto de la CFE y Conagua de estar coludidos con grandes empresarios extranjeros y nacionales.

“Bien, ante la problemática nosotros los ingenieros siempre buscamos una solución, un sistema, entonces, el proyecto tiene tres métodos. La metodología administrativa pública, la metodología científica y de innovación tecnológica, y la metodología social humana, la más complicada”, refiere.

Al respecto, señala que de nada sirve que los científicos, en su caso tecnólogo del agua, elaboren innovación científica y propongan lo mejor sino no hay de por medio un cambio estructural en las ideas de las personas, en su cerebro, que es donde justo donde se ha topado con las resistencias.

“Efectivamente, yo propuse en el agua turbinada, una Unidad de Investigación y Aplicación de Macromediciones con innovación tecnológica. Porque uno de los grandes problemas en las aguas nacionales, sean superficiales o del subsuelo, el problema que tenemos es la falta de control de macromediciones. Lo que no es medible no es posible valorarlo y entrar en una planeación”, explica.

Para él, esto es uno de los graves problemas que se tiene a nivel nacional en relación a las aguas nacionales, exponiendo que esto ha sido una situación que muchos años se han aprovechado empresarios extranjeros y también nacionales, ya que se está hablando de miles de millones de pesos que podrían entrar a la Tesorería de la Federación, por el pago de las cuotas de las aguas.

Lo anterior, porque no son detectados miles de miles de millones metros cúbicos porque no existe una planeación correcta de las macromediciones.

“Hace poco hice un análisis, si tenemos miles de concesiones que fueron dadas desde sexenios pasados a la actualidad, y tenemos 540 supervisores, es ilógico que puedas tener un control de macro mediciones”, comenta.

“La realidad que México, con este México de jóvenes, necesitamos abrir conciencias y tocar corazones al sistema educativo, necesitamos incrementar la ingeniería, que haya más ingenieros y en hidráulica”, propone.

Sin embargo, explica que si el Gobierno Federal quiere controlar las macromediciones se requieren 60 mil ingenieros adicionales a lo que ya tiene el país, pero que si se implementa inteligencia artificial, que es lo que contempla su proyecto, solo se requerirían 30 mil.

El también ecologista asegura que incluso ya ha tenido audiencias con el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre este tema, “no me lo creen, pero hasta el cuarto piso de Palacio Nacional”, aunque reprocha que no le han dado la oportunidad de integrarse a la Conagua o CFE, porque obviamente tocó intereses muy fuertes

Reforma al Decreto 686

El ingeniero jubilado dice que era asesor de la Junta Municipal de Agua Potable de Culiacán (JAPAC), pero que fue despedido cuando encontró otro fraude en las escuelas públicas de Sinaloa de más de 94 millones de pesos.

De igual modo, Pedro tiene algunos años impulsando una iniciativa en el Congreso del Estado para reformar el Decreto 686, que hace referencia al régimen tarifario de la JAPAC, ya que acusa que en los planteles educativos del gobierno no existe un control adecuado del agua.

Lamenta que este descontrol del agua potable conlleva a un descontrol financiero.

“Propuse una iniciativa para reformar el Decreto 686, para realizar unas verdaderas tablas en lo doméstico, industrial, comercial y en lo público, porque están mal las tablas, omisas totalmente. Nuestra iniciativa se fue hasta segunda lectura, pero no se formuló un dictamen”, detalla.

“Ahora yo promuevo un plan piloto que se llama Escape, Sistema de Control del Agua Potable con un manual de la Nueva Escuela Mexicana que lo presenté en la SEP, en la ciudad de México, me lo aprobaron, me lo aprobó el titular del CEAPAS aquí en Sinaloa, lo envían a la SEPyC, con Graciela e ignoró el proyecto”, acusa.

Por lo pronto, Pedro Rafael Velázquez Yves no pierde las esperanzas que los legisladores analicen sus proyectos, con los que simplemente quiere abonar al cuidado del medio ambiente y los recursos naturales del planeta.

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