La Reforma, Angostura.- En la comunidad de La Reforma hay un pescador que, además de tener prácticamente toda su vida dedicándose a la pesca de distintas especies, desde hace más de 20 años ha sido actor activo en distintos proyectos con enfoque de conservación ambiental como monitoreo y conteo de especies, concientización, pesca deportiva y ecoturismo.

Su nombre es Adalberto, quien desde la sala de su hogar, en la comunidad de La Reforma, Angostura, cuenta a ESPEJO un poco sobre el trabajo que ha realizado en favor del medio ambiente, así como las diversas situaciones que ponen en riesgo el equilibrio ambiental en está importante zona para la biodiversidad.

“Mi nombre es Adalberto Garcia Dominguez, soy pescador aquí en La Reforma, trabajo como voluntario en el grupo tortuguero Las Californias, trabajo de voluntario en la CONANP y tenemos una cooperativa de ecoturismo y pesca deportiva”, se presenta al iniciar la entrevista.

 

Reconocido como investigador, colaborador y salvador de las Tortugas Laúd por la Red Laúd del Océano Pacífico Oriental (LAÚD OPO), Adalberto ha participado en el Consejo Asesor del APFF “Islas del Golfo de California” de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP),  la Red de Colaboración por la Conservación de Tortugas Marinas Grupo Tortuguero de las Californias(GTC) y la Red de Tortugueros de Sinaloa, además de la cooperativa de la que forma parte, la Cooperativa Brianta del Pacífico.

Nacido ahí, en la comunidad de La Reforma, Adalberto agarró por primera vez una tarraya con su papá, cuando tenía apenas 10 años, por lo que ha vivido de primera mano los cambios que ha sufrido la bahía durante su historia reciente.

Para empezar, señala, cuando era niño la pesca era artesanal y con tarraya lomera; pero desde los años 80’s, añade, se empezó también a usar la tarraya suripera, de la cual asegura que La Reforma fue una de sus iniciadoras.

“Se empezó a modificar poco a poco hasta la fecha ya ahorita es una atarraya que es una red de arrastre, que tiene dos canastas y la mayoría de las especies que suben a la canasta todas salen vivas, entonces tu tienes la oportunidad de darles a las especies que suben que sean jaibas, peces y eso, los puedas liberar vivos al mar”, explica sobre este arte de pesca.

 

Al preguntarle cómo inicia su relación con el cuidado al medio ambiente, Adalberto recuerda cómo, con la llegada de Conservación Internacional a la zona hace alrededor de 22 años, se fue poco a poco involucrando en el tema de la pesca deportiva como una opción para tener un ingreso sin depredar el medio ambiente.

“Con uno o dos pescados que llevarás tú a la gente a pescar, osea era un proyecto alternativo que podíamos tener una opción, pero teniendo el cuidado de no depredar tanto, de cuidar”, contó.

Más adelante, abunda, llegó a la zona la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), con la que poco a poco ha ido trabajando en un buen número de proyectos.

“Empezamos a tener relación con los investigadores porque se hacen mesas redondas con maestros, con biólogos, entonces fue como poco a poco nos fuimos involucrando hombres y mujeres de la cooperativa (porque es de equidad de género)”.

 

“A nosotros nos tocó juntar hasta más de 100 mil envases, hace unos 8 años más o menos, el último recurso que tuvimos fue antes que entrara este presidente”.

“También recibimos apoyos de Procodes (Programa de Conservación para el Desarrollo Sostenible), para hacer monitoreo de tortugas. Nosotros tenemos alrededor de 15-14 años trabajando con tortugas”, contó.

Ubicada entre la desembocadura del río Sinaloa y la Bahía de Altata, en los municipios de Navolato y Angostura, la Bahía de Santa María comprende un total de 67 mil 639 hectáreas de las zonas costeras centro noroeste de Sinaloa, en los Municipios de Angostura, Guasave, Mocorito y Navolato.

En su mayoría el área se compone de esteros, lagunas costeras, islas, penínsulas y bahías, las cuales son hogar de una importante serie de especies marinas y terrestres, de las cuales 74 están enlistadas en alguna categoría de riesgo dentro de la Norma Oficial Mexicana.

La importancia medioambiental de Santa María es reconocida ampliamente al formar parte del Área de Protección Islas del Golfo de California, de la red hemisférica de reservas para aves playeras (RHRAP / WHSRN), ser considerada como un sitio Ramsar, humedal prioritario por la Conabio, Patrimonio Mundial MAB-UNESCO y uno de los pocos hogares de los patos bobos patas azules (Sula nebouxii).

Por todo lo atrás mencionado, la bahía es objeto del trabajo e investigación de instituciones de gobierno y educativas, así como organizaciones ambientales que, para realizar de manera efectiva sus labores de conservación y concientización, requieren también del apoyo de ciudadanos como Adalberto.

“¿Los pescadores están conscientes?”, se le pregunta.

“Ya estamos con conciencia de que si nosotros estamos depredando cuando las especies están enhuevadas y vamos y pescamos pues vamos a tener una temporada mala, porque al momento de matar organismos que está enhuevado nosotros mismos nos estamos afectando”, responde.

“Entonces la mentalidad de nosotros ya no es depredar, sino también cuidar. Sabemos hasta donde puedes pescar, que puedes pescar y comunicarle a la comunidad cual es la problemática que existe”, añade respecto a su cooperativa tras contar algunas de las actividades de rescate que ha realizado a lo largo de los años.

Adalberto García Domínguez, dirigiéndose a la jornada del día: entre pesca y apoyo a investigaciones sobre tortugas y fauna marina. Foto: Alan Zavala Norzagaray.

Ecoturismo y pesca deportiva

Además de la pesca comercial y las labores de conservación, Adalberto y la Cooperativa Brianta del Pacífico ofrecen viajes de ecoturismo y pesca deportiva en la zona. Para el caso de los recorridos en lancha por las islas protegidas pertenecientes a la Bahía de Santa María, Adalberto ofrece viajes para entre 8 y 10 personas a precios accesibles. Puedes comunicarte con él a su número celular 697 111 6657.

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