Culiacán, Sin.- Desde sus inicios en una cochera hasta convertirse en un referente nacional, Industrias Chilimoy es un ejemplo de cómo la tradición, la calidad y la innovación se combinan para alcanzar el éxito empresarial, con más de 30 años en el mercado. Perla Castillo Montalvo, socia propietaria de Industrias Chilimoy, comparte en una entrevista exclusiva para Espejo Negocios la inspiradora historia detrás de esta empresa, que ha conquistado el mercado mexicano con su auténtico chamoy.

La familia Castillo siempre ha mantenido el toque casero que distingue a sus productos, como el icónico Pica Chamoy, que ha sido popular por su pulpa abundante y su sabor auténtico. Además de su compromiso con la calidad, destacan por su capacidad para adaptarse a las demandas del mercado, introduciendo nuevos productos y eliminando otros, pero siempre en sintonía con las preferencias cambiantes de los consumidores.

La historia de Chilimoy comenzó cuando la familia adquirió la empresa hace más de 25 años, inicialmente, la operación se realizaba de manera totalmente artesanal, trabajando en una cochera, sin embargo, la visión y el compromiso con la calidad les permitieron crecer y expandirse gradualmente de 12 empleados a más de 60 personas, y a contar con una fábrica propia que produce y distribuye más de un millón de kilos de chamoy al mes en todo el territorio mexicano.

La representante de la segunda generación al frente de la empresa explica que gracias a una distribuidora que tenía su papá, que abarcaba Sinaloa, sur de Sonora y Durango, pudieron dar a conocer su producto y educar al consumidor sobre las múltiples formas de disfrutar el chamoy. Ahora, lo que los distingue de otras marcas es su autenticidad, pues el chamoy de Chilimoy se destaca por su consistencia espesa y su sabor único, lo que lo convierte en el preferido tanto para consumidores individuales como para negocios de alimentos que buscan calidad y rendimiento.

Crecimiento y adaptación

 

La evolución de Industrias Chilimoy ha sido meteórica. “Siempre tuvimos la visión de llevar la empresa al siguiente nivel”, confiesa Perla, “pero al principio todo era casero. Fue gracias a la ayuda profesional del director Sergio Castillo que pudimos profesionalizar nuestras operaciones”.

Uno de los mayores desafíos que han enfrentado es la escasez de materia prima, como la ciruela, elemento clave en la elaboración del Chamoy. “Pasamos por temporadas difíciles, pero nunca dejamos de innovar y adaptarnos a las circunstancias”, añade Perla.

La pandemia también representó un desafío inesperado con la cancelación de eventos y la disminución de las ventas de comercios de elotes, papas, churros, la empresa tuvo que replantear su estrategia. “Nos adaptamos rápidamente al cambio en los hábitos de consumo. Aunque las grandes presentaciones se detuvieron, vimos un aumento significativo en las ventas de productos más pequeños, ideales para el consumo en el hogar”, explica Perla.

La clave del éxito de Industrias Chilimoy radica en su constante innovación y atención a las necesidades del cliente. “Siempre escuchamos lo que nuestros clientes nos piden”. Además, la empresa está preparada para las fluctuaciones estacionales en la demanda. “Ya sabemos de acuerdo al historial y a las métricas qué productos tendrán mayor demanda en cada temporada”, revela.

 

Conscientes de la importancia de escuchar a sus clientes, la empresa se ha mantenido fiel a su esencia, ofreciendo un verdadero Chamoy que ha ganado la confianza de sus consumidores a lo largo de los años. Con un equipo dedicado a la producción, la innovación y el control de calidad, Industrias Chilimoy continúa destacándose en el mercado mexicano.

Compromiso y responsabilidad social

 

Esta compañía es ejemplo de cómo una empresa puede prosperar no solo en términos comerciales, sino también en su compromiso con la sociedad y el medio ambiente, que a través de su historia de innovación, inclusión y responsabilidad demuestra que el éxito empresarial y el impacto positivo pueden ir de la mano.

Desde hace ocho años, Industrias Chilimoy ha sido pionera en el uso de energía limpia en su planta de producción, con la instalación de paneles solares, lo que ha permitido que toda la energía consumida en sus operaciones provenga de fuentes renovables. Este enfoque no solo ha reducido su huella de carbono, sino que también ha establecido un estándar ejemplar en la industria.

 

Sin embargo, su compromiso va más allá de la sostenibilidad ambiental, se enorgullecen también de su certificación como empresa incluyente, reflejada en todas sus etiquetas, lo que significa que colaboran activamente con personas en situación de vulnerabilidad, incluidas madres de niños con discapacidad, personas de la tercera edad y miembros de la comunidad LGBT, lo cual no es solo un valor añadido, sino un pilar fundamental de su cultura empresarial.

Perla atribuye el éxito de la empresa a un enfoque colaborativo y familiar, ya que cada miembro del equipo desempeña un papel crucial, desde el fundador hasta el director general, además de escuchar las necesidades del mercado y trabajar en conjunto, logrando mantener la confianza de sus clientes y seguir creciendo en un mercado competitivo.

Han sabido aprovechar oportunidades de apoyo gubernamental para impulsar sus iniciativas de energía renovable. Participaron en programas de incentivos para la instalación de paneles solares, obteniendo una ayuda inicial que complementó su propia inversión en tecnología limpia.

Pasión y aprendizaje continuo

 

Desde temprana edad, Perla y su hermana se sumergieron en el mundo de los negocios familiares respondiendo llamadas y llevando a cabo tareas administrativas básicas, aunque su formación no estaba directamente relacionada con la gestión empresarial encontró en la experiencia una oportunidad de aprendizaje invaluable, por lo que además de su papel en la empresa familiar ejerce como psicopedagoga para la Secretaría de Educación Pública, en programas destinados a comunidades marginadas.

Con el paso del tiempo, Industrias Chilimoy se convirtió en una parte integral de la vida de Perla y su familia. A pesar de los desafíos y errores cometidos en el camino, destaca la importancia de la resiliencia y el aprendizaje continuo, al reconocer que, aunque la capacitación externa habría acelerado el proceso, la experiencia de “prueba y error” también fue fundamental para su crecimiento.

“La empresa que entre toda la familia logramos posicionar en un alto nivel de competencia, de calidad, es como parte de nosotros, está en nuestro corazón”, señala.

 

Castillo Montalvo destaca que la accesibilidad de recursos en línea, como videos de YouTube y podcasts hoy en día facilitan el aprendizaje y la mejora continua, por ello recomienda a los emprendedores aprovechar estas herramientas para adquirir conocimientos y resolver problemas de manera más eficiente. “El mejor momento para empezar es ahora”, afirma, comparando la experiencia empresarial con lanzarse en paracaídas y construir el equipo en el aire.

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