Baltimore.- El colapso del puente Francis Scott Key el 26 de marzo de 2024 ha generado una conmoción en el puerto de Baltimore, interrumpiendo significativamente el transporte marítimo y afectando las cadenas de suministro ya golpeadas por problemas en Panamá y el Mar Rojo.

El Puerto de Baltimore, uno de los más activos de Estados Unidos, ha sido gravemente afectado por el colapso del puente, deteniendo el tráfico de entrada y salida de buques y generando pérdidas económicas significativas.

 

Se estima que la pérdida de tráfico marítimo podría costar alrededor de 9 millones de dólares al día, lo que también resultará en una disminución de los ingresos fiscales para la ciudad y el estado.

Según Simona Stan, experta en logística y cadenas de suministro de la Universidad de Montana, el Puerto de Baltimore desempeña un papel crucial en el comercio internacional de Estados Unidos, moviendo aproximadamente 50 millones de toneladas de mercancías al año. Aunque represente solo el 4% del comercio total de la costa este, su cierre tendrá repercusiones significativas.

 

A corto plazo, se espera que unos 15,000 trabajadores del puerto y otros 140,000 que dependen de él sean afectados. Además, las empresas y los consumidores enfrentarán retrasos en los paquetes procesados por el puerto, lo que podría durar días o semanas, dependiendo de la reorganización del tráfico marítimo.

A largo plazo, este incidente se suma a las presiones existentes en las cadenas de suministro, incluidos los ataques en el Mar Rojo y problemas en Panamá. Esto podría llevar a un aumento en el transporte de carga hacia los puertos de la costa oeste y beneficiar a empresas de transporte terrestre y ferroviario en esa región.

Aunque el colapso del puente es un evento inusual y temporal en comparación con otros choques en la cadena de suministro, se espera que genere presión para mejorar la seguridad y evitar futuros incidentes.

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Con información de The Conversation