Por: Cristina Ibarra
En los últimos días, los viajeros que pasaban por la autopista Culiacán-Mazatlán sufrieron daños colaterales por las protestas de los productores ante su preocupación por obtener un buen precio, asegurado desde ahora, para su cosecha; pues no quieren que de ninguna manera se repita lo que les pasó el año pasado, cuando muchos vendieron su producción por debajo de sus costos y en peores casos, siguen esperando a que se les pague.
Las protestas surgen de la preocupación de que el precio mínimo acordado de $5,257 pesos por tonelada de maíz es insuficiente para hacer frente a sus costos, mientras que el gobierno estatal argumenta que es un excelente precio.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿Quién tiene la razón? ¿Los agricultores o el gobierno? Dada la situación política, al momento las protestas se interpretan como elementos a favor de un partido, como el propio gobernador argumentó en una discusión con productores, por su parte ellos aseguran que no es política lo que están haciendo, sino que es su propia supervivencia lo que les preocupa.
Ante esta situación, existen pocos elementos que guíen en este tema. Aquí algunos datos. Hace dos años tuvieron precios de 7 mil pesos por tonelada, y el año pasado el precio fue de apenas $5,200 pesos, con variaciones, pues algunos productores recibieron apoyo, mientras que otros vendieron a lo que pudieron.
De inicio, cualquier agente económico espera a que su ingreso mejore año con año, por lo que tan solo por el ajuste inflacionario, es lógico que los productores busquen un precio por encima del ciclo anterior. No obstante, las cosechas no ajustan sus costos a la inflación, estos dependen del costo de los insumos, la mano de obra, el riego y otros elementos, que han hecho más costosa la producción. Por ejemplo, dado el incremento salarial, los pagos laborales en cualquier área, tienden a aumentar.
Estimaciones de FIRA
FIRA presenta estimaciones de costos y medias de rendimiento esperado por hectárea sembrada, lo que puede tomarse como un referente inicial. Estas estimaciones se muestran a continuación:
En la primera tabla se ve que, si un productor tiene rendimientos por debajo de las 10 toneladas por hectárea, no tendría utilidad a los precios ahí mostrados. La media esperada es de 12, en la cual hay rendimientos positivos desde un precio de $4,192 pesos por tonelada.
En la segunda tabla, viene la estimación de costos, en la que muestra que para costos menores a $47,164 mil pesos por hectárea, la utilidad sería también positiva para cualquier precio por encima de los $4, 042 por tonelada.
Sin embargo, hay varios “asegunes” en esta estimación.
– Primero, el precio de venta se estima con un tipo de cambio de $18.05 pesos por dólar, pero a la fecha sigue oscilando alrededor de los $17 pesos.
– Segundo, la estimación de financiamiento es a tasas de banca de desarrollo, con tasas de un 11%, que, sin Financiera Nacional de Desarrollo, esto es aún más difícil, si no, imposible para los productores, especialmente los pequeños que trabajan con parafinancieras que pueden cobrar hasta 3% o más mensual[1], lo que está muy por encima de la tasa de FIRA.
– Tercero, los costos son estimados en caso de tener maquinaria propia y no rentar la tierra.
Por lo anterior, es razonable que tal vez muchos productores no alcancen el nivel de rentabilidad que les permita salir bien librados de este ciclo, recuperarse del ciclo anterior y, finalmente, poder continuar su actividad, como muchos productores reclaman. Además, estas estimaciones se hicieron en junio de 2023, cuando la sequía no estaba establecida, por lo que la realidad de costos y rendimientos seguramente será distinta.
Finalmente, mencionar que la misma FIRA expresa lo siguiente:
“Es necesario precisar que los datos contenidos en el sistema AGROCOSTOS son de carácter informativo y están destinados a estimar cuotas de crédito de diversos cultivos para aquellas empresas que lleguen a solicitar financiamiento con recursos fondeados por FIRA. Los datos sobre los costos de producción reportados provienen de un número reducido de observaciones, y, por lo tanto, no deben considerarse como estadísticamente representativos para los costos de producción nacionales, estatales, por cultivo, tecnología o ciclo productivo correspondiente. FIRA no recomienda el uso de ninguno de los productos que vienen en los Agrocostos; su uso es responsabilidad de quien los aplica. El uso y/o interpretación para otros fines no es responsabilidad de FIRA[2]”.
Por lo anterior es notorio que la realidad del campo la conocen los productores, ante ello, creo que el gobierno no debe hacer oídos sordos, pues obtener una ganancia justa para quienes nos alimentan ha sido una de las consignas del actual gobierno. Sin embargo, en tres días de manifestación, la visita esperada no llegó y más bien se les citó a dialogar al palacio de gobierno. Esperemos que se resuelva por el bien de todos en Sinaloa.
[1] Esto se documentó a partir de una investigación en campo en la ciudad de Guasave: http://www.facesuas.edu.mx/index.php/posgrado/maestria-en-ciencias-economicas-y-sociales#tesis
[2] https://www.fira.gob.mx/InfEspDtoXML/TemasUsuario.jsp
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Esta es una colaboración de Cristina Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, para Espejo Negocios.
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