Culiacán, Sin.- El primer y único debate a la alcaldía de Culiacán tuvo solamente tres temas: construcción de calles, deficiencias de los servicios públicos sin propuestas y desarrollos específicos, y hacer el escenario incómodo al candidato de Morena.

Juan de Dios Gámez Mendívil fue señalado todos los bloques y participaciones por tres candidatas, sobre todo por Érika Sánchez del PRI, PAN, PRD y Partido Sinaloense, así como por Sandra Martos, de Movimiento Ciudadano.

Usaron el estrado para señalar al morenista de violencia de género, haber llegado a la Alcaldía en junio de 2022 por designación del Congreso local señalado de ser ahijado del gobernador Rubén Rocha Moya, y cuestionar el uso de recursos públicos para obras otorgadas a través de procesos de adjudicación directa durante su breve administración.

“Qué padre es tener a alguien que te apadrine, que levantes la mano y te den”, expresó Sandra Martos como réplica a la presunción de Gámez Mendívil de haber realizado 350 pavimentaciones de calles en Culiacán.

El debate organizado por el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa (IEES) estuvo compuesto por cuatro bloques. El primero trató sobre las presentaciones de plataformas de propuestas; el segundo fue sobre la presentación de temas libres; el tercero fue presentado con preguntas hechas por ciudadanas y ciudadanos; el último fue la despedida y llamado al voto.

Todas las plataformas fueron generales. Hubo bosquejos de proyectos generales, como la promesa de pavimentar mil calles o construir una planta potabilizadora para colonias del sur de Culiacán de Gámez Mendívil; la construcción de un periférico y el impulso de un sistema de transporte tipo Metrobús de Sánchez; la creación de una dirección general de la juventud y la de convocar a testigos sociales para obras privadas de desarrolladores inmobiliarios de Martos; crear una agenda de sustentabilidad por parte de Julio Osuna del Partido Verde; conformar un gabinete mayoritariamente por mujeres y crear una dirección de asuntos religiosos municipales de Alfredo Tapia del Partido Encuentro Solidario; o impulsar el proyecto de nación del Presidente Andrés Manuel López Obrador que ofreció Victoria Sánchez del Partido del Trabajo.

En general, las y los candidatos ofrecieron hacer calles, prácticamente llenar de concreto o asfalto toda la ciudad, aunque no hubo una sola expresión que detallara de qué manera se iba a realizar. En todas las propuestas se ponderó el tránsito vehicular como una prioridad. Las tres candidatas apostaron por la construcción de un periférico.

En sus agendas, todas y todos mencionaron estar preocupados por los problemas hídricos de la ciudad, aunque nadie dio una solución a la sequía que se vive actualmente. Gámez Mendívil hizo mención a la construcción de una planta potabilizadora, pero no ahondó más en cómo hará llegar ese recurso.

El debate se tornó agresivo al momento de tocarse temas relacionados con violencia de género. Las candidatas Sánchez y Martos cuestionaron al candidato de Morena.

Incluso, Érika Sánchez denunció que Gámez Mendívil tenía acusaciones ante fiscalías por acoso y ser deudor alimentario.

– “Fui a FGR, me apersoné para preguntar por tales denuncias, pero no conozco a la persona y no cuenta con ninguna de esas acusaciones. Lamento que se utilice ese tipo de temas en procesos electorales”, expresó el candidato de Morena, para después anunciar la creación de una secretaría de las mujeres de llegar a ser electo.

La candidata del frente de oposición aguardó casi al final para replicarle:

– “Sí tienes esas denuncias y vamos a luchar para que no haya más Noemí en las calles de Culiacán”, dijo, haciendo referencia a la persona que sostiene una acusación de acoso sexual contra el candidato morenista.

Gámez Mendívil perdió la concentración sobre sus propuestas. Evadió preguntas como las de Victoria Sánchez sobre si se sentía capaz de decirse morenista de cepa, o la de Martos respecto a ser un político impuesto por el gobernador del Estado.

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