Culiacán, Sin.- Recientemente la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable (SEBIDES) aprobó el Programa Estatal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Sinaloa (PEOTDU), el documento rector en materia de ordenamiento territorial en Sinaloa para los próximos 20 años.

El PEOTDU tiene una visión de corto (2027), mediano (2033) y largo plazo (2043) y está dirigido a promover el ordenamiento territorial bajo objetivos específicos.

Antes de explicar cuáles son, es necesario destacar que este documento (el cual todavía no está a consulta pública) se llevó a cabo mediante foros de consulta donde diversos sectores de la sociedad y la ciudadanía vertieron sus preocupaciones y propuestas en torno al crecimiento de las ciudades en la entidad, tales como asociaciones civiles que promueven la movilidad sustentable, colegios de arquitectos e ingenieros, desarrolladores inmobiliarios, académicos, IMPLANES, ecologistas, empresarios, entre otros.

Entre los fines últimos del PEOTDU es propiciar que el desarrollo de las ciudades sea ordenado, compacto, que reduzca los factores de riesgo, que evite la ocupación urbana en tierras agrícolas, con valor ambiental y reservas naturales, que colabore con el uso racional del agua y la energía en concordancia con la legislación ambiental aplicable.

 

También, identificar el sistema funcional de regiones y  de centros de población; impulsar la autosuficiencia de los sistemas urbano-rurales; mejorar la movilidad de personas y bienes en la entidad y mejorar las condiciones ambientales de los centros de población.

Del mismo modo, salvaguardar los recursos naturales, patrimonio histórico, artístico, arquitectónico y cultural del estado; promover el desarrollo económico en las regiones y centros de población con mayor rezago social e identificar los déficits de la infraestructura de equipamientos y servicios que demandan los sistemas urbano-rurales, entre otros.

Para darnos una idea del alcance de estos diagnósticos, el escenario demográfico tendencial muestra que los asentamientos humanos de Sinaloa configurarán 9 sistemas urbano-rurales de alcance regional que conformarán el 81.2 por ciento de la población para 2043:

1.       Subsistema urbano-rural Culiacán-Navolato
2.       Subsistema urbano rural Mazatlán-Villa Unión
3.       Subsistema urbano-rural Los Mochis-Juan José Ríos-Guasave-Sinaloa de Leyva-Estación Naranjo-Constancia
4.       Subsistema urbano-rural Guamúchil-Angostura-Mocorito
5.       Subsistema urbano-rural El Rosario-Agua Verde
6.       Subsistema urbano-rural Escuinapa de Hidalgo-Isla del Bosque
7.       Subsistema urbano – rural La Cruz – Tayoltita
8.       Subsistema urbano – rural La Reforma – Juan Aldama
9.       Subsistema urbano – rural Gustavo Díaz Ordaz – Adolfo López Mateos

En contraste, se advierte la consolidación de 10 centros urbano-rurales de orden local que serán la base para recuperar el dinamismo productivo y demográfico de las localidades con riesgo de despoblamientos, apoyado en nuevos corredores productivos y turísticos que sirvan de enlace con los subsistemas de alcance regional. En ellos se concentrará el 2.3 por ciento de la población en el largo plazo:

1. Centro urbano-rural de orden local El Fuerte
2. Centro urbano-rural de orden local Choix
3. Centro urbano-rural de orden local Heroica Ciudad Concordia
4. Centro urbano-rural de orden local Cosalá
5. Centro urbano-rural de orden local Pericos (Mocorito)
6. Centro urbano-rural de orden local Topolobampo
7. Centro urbano-rural de orden local San Ignacio
8. Centro urbano-rural de orden local Teacapán (Escuinapa)
9. Centro urbano-rural de orden local Badiraguato
10. Centro urbano-rural de orden local Dimas (San Ignacio)

Estos fenómenos tienen al menos 4 grandes efectos en las previsiones de los planes y programas urbanos:

1. Cambios en las condiciones de ocupación y demanda de vivienda, con efectos en las previsiones de la política habitacional regional.

2. Cambios en las previsiones de suelo urbanizable para vivienda y estrategias de urbanización en los Programas Municipales de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y los Programas de Desarrollo Urbano de Centros de Población.

3. Cambio en la magnitud de servicios públicos y equipamientos requeridos.

4. Efectos en las condiciones actuales de movilidad urbana en las principales ciudades de la entidad.

Ante ese escenario, el Programa Estatal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano tiene presente que el modelo actual de crecimiento de la mancha urbana de los centros de población de Sinaloa está rebasando la dinámica propia del incremento demográfico, superando la capacidad de asimilación de los sistemas naturales donde se asienta, generando aspectos negativos a escala local.

Por ejemplo, la contaminación ambiental por exceso en el tránsito vehicular, una deficiente gestión de las aguas residuales, de los residuos sólidos, contaminación del suelo por el uso excesivo de fertilizantes, deforestación, erosión, aunado a la ocupación espontánea del suelo en los centros de población que carece de criterios de planeación, conducido por los intereses del mercado inmobiliario.

Por lo tanto, el PEOTDU constituye un instrumento que puede contribuir a realizar un cambio de paradigma en la planeación de los centros de población respecto a la ciudad y su entorno, mismo que permita avanzar hacia la sustentabilidad, la reducción de las disparidades entre grupos sociales y entre regiones y municipios y a la adopción de medidas para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.

MÁS NOTAS SOBRE ORDENAMIENTO: