Culiacán, Sinaloa.- A pesar de un sinnúmero de dificultades, la historia de María Victoria Sánchez Peña la ha llevado a representar hoy al Partido del Trabajo como candidata a la alcaldía de Culiacán, municipio al que llama su hogar desde los 13 años, cuando dejó su hogar en el municipio de Cosalá.
En este camino, dice, ha impulsado siempre el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador; proyecto al que, asegura, le ha llegado el momento de ‘sacudir el árbol’.
Originaria del pueblo minero de Guadalupe de los Reyes, muy joven María Victoria Sánchez Peña migró junto a sus abuelos, su madre y sus cuatro hermanos al hoy inundado San José de Conitaca en Elota; más tarde, cuando tenía 13 años migró a Culiacán para poder seguir estudiando.
La candidata a la alcaldía de Culiacán por el PT, recuerda que por aquellos años ayudaba a su mamá a vender pan. Todos los días, cuenta, tenía que vender una charola de 40 piezas antes de irse a la escuela primaria. “Rápido las vendía porque mi mamá muy buena para hacer pan, no he probado yo un pan mejor como el que hacía mi mamá”, recordó.
Sin embargo, las dificultades económicas obligaron a que una joven María Victoria se mudara a Culiacán para trabajar en las labores del hogar de casas en las que les proveían refugio, alimento y la posibilidad de seguir estudiando .
“Préstamela. Yo le voy a ayudar para que, si no puede estudiar, que aunque sea haga una carrera técnica porque ella tiene muchas ganas de hacer algo”, le habría dicho una mujer del pueblo que en ese entonces ya se encontraba instalada en Culiacán. Sin embargo, al llegar a la ciudad pasó por varios hogares que, aunque le ofrecieron refugio y alimento, no así las facilidades para estudiar. “Difícil, pero que yo valoro mucho porque eso te da una formación”.
Fue así que, luego 3 años en Culiacán, Victoria Sánchez se casó, se instaló en Aguaruto y para los 21 años de edad ya tenía a sus tres hijos. “Pero yo no dejaba de pensar en que yo quería estudiar”, comentó.
Así, con tres hijos pequeños a su cargo, Victoria Sánchez pudo sacar la secundaria a través de un programa de la Casa Ejidal de la sindicatura y,una vez alcanzada esta meta, se inscribió en la preparatoria central de la UAS en modalidad sabatina. “Fue complicado porque tenía que atender a los tres niños. Yo tenía que trabajar y aparte pues estudiar, sí era complicado, tenía que desvelarme, levantarme muy temprano y todo eso, pero lo logramos”, contó. Tras diversos contratiempos, entre ellos el fallecimiento de su esposo y una grave depresión, en el 2008, a los 36 años de edad, logró licenciarse como abogada y empezó a trabajar como litigante.
Durante este periodo, Sánchez Peña mantenía un pequeño negocio de comida, “La Palapa de Química” en la Facultad de Química de la UAS; sin embargo no pasarían muchos años para que esa pequeña niña de 13 años que migró con el sueño de estudiar empezara a dedicarse de lleno a la política.
“Veía yo que en México estábamos como en un hoyo en el cual los ciudadanos veíamos muy complicado salir adelante, y pues le he pensaba. Yo tengo tres hijos, le he batallado mucho, soy abogada litigante, pero las oportunidades no se dan por más que trabajes, se le batallaba mucho para avanzar en los casos que llevaba, entonces veía yo como que pues la justicia no era pareja para todos”, contó.
“Entonces tu vas haciendo tus propios análisis, tus propias reflexiones y llegué al momento en que dije: necesitamos hacer algo como ciudadanos”.
Fue en este periodo, entre el 2012 y 2014, que Sánchez Peña empieza a tener acercamientos con el PRD, a los que calificó de “muy sectarios” y de “no trabajar como se tendría que trabajar para llevar a la Presidencia de la República a una persona como el licenciado Andrés Manuel”. “Yo fui a tocar la puerta para ver en qué podía ayudar, pero nunca nadie me recibió… entendí que ellos eran políticos de café, donde en una mesa quieren resolver el mundo, pero yo sentía que donde teníamos que andar, pues era en la calle platicando con la gente”, contó.
Así lo hizo, recuerda, hasta que el mismo movimiento fue tomando forma para conformar lo que hoy es el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). “Ahí estuvimos en las asambleas para que se hiciera partido… ya se hace partido y yo sin duda voy y me afilio a Morena… me meto con todo sin escatimar”, recordó. Tanta era su pasión, aseguró, que un día sus hijas le reclamaron que tenía tirada la casa, pues en cuatro años ni siquiera la pinto. “Todo era para darle al movimiento nada más”.
Como parte de Morena, entre 2015 y 2018 María Victoría Sánchez fue secretaria de la mujer del Comité Municipal del partido y coordinadora del distrito 15, y en 2018, luego de ser seleccionada mediante encuesta, le anuncian que sería la candidata a una diputación local por el distrito 15, en esa misma elección de 2018, su hija, Merary Villegas Sánchez, es postulada a una diputación federal, ya antes había sido diputada local en la Legislatura 62.
“Yo nunca pensé en regidurías o diputaciones. Andrés Manuel al 2018, la presidencia era el objetivo, entonces era el trabajo que hacíamos en la calle… Pero en ese entonces sí se hacían las encuestas, entonces la encuesta me favoreció”, contó.
En 2015, Merary, su hija, y su sobrino Jesús Rendón, fueron elegidos candidatos también mediante el metodo de encuesta. Rendón actualmente trabaja en los Estados Unidos, mientras que Merary Villegas busca su tercer periodo como diputada federal y ha sido dirigencia estatal de Morena en Sinaloa; mientras que María Victoria compite ahora por el PT.
Una vez llegada al Congreso Local producto del tsunami electoral del 2018, María Victoria asumió la presidencia de la Comisión de Hacienda, donde contó, iniciaron las dificultades con compañeros del mismo partido. Sobre todo en los temas del presupuesto y del predial. “El problema principal que tenía yo eran mis propios compañeros de bancada”, lamentó.
“Imagínate tú llegar con una idea, llegar con un proyecto donde los vicios los tenemos que dejar y que tus mismos compañeros no estén entendiendo de qué se trata”, contó sobre distintas situaciones vividas en aquellos años, entre ellas una atropellada reasignación de 800 millones de pesos al presupuesto 2019 enviado por el entonces Gobierno de Sinaloa. En esa legislatura, la coordinadora de los diputados morenistas, su bancada, era Graciela Domínguez Nava, extitular de SEPyC que actualmente busca una diputación federal por Morena en el distrito 01.
A pesar de estas dificultades, en su paso por el legislativo en la 63 y 64 Legislaturas, Sánchez Peña presume una alta productividad al haber presentado 29 iniciativas, de las cuales 16 le han sido aprobadas. Todas estas en línea con el proyecto de Nación de AMLO, el cual asegura que busca continuar desde la alcaldía de Culiacán.
LO DIJO: “En este movimiento es momento de sacudir el árbol, y las manzanas podridas que se tengan que caer que se caigan porque el movimiento tiene que seguir puro a como nos lo ha enseñado el licenciado Andrés Manuel. No podemos permitir que desde adentro esto se distorsione y que un proyecto tan noble y tan bonito de bienestar para la gente se pierda”, María Victoria Sánchez Peña, candidata a la alcaldía de Culiacán por el PT.
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