El calentamiento del océano: un desafío para las economías costeras

Florida, EU.- El calentamiento global está dejando una huella significativa en las economías costeras alrededor del mundo.

El turismo y la recreación relacionados con el océano generan más de 320,000 puestos de trabajo y 13,500 millones de dólares en bienes y servicios solo en Florida. Sin embargo, el verano de 2023 marcó un punto crítico cuando la temperatura del agua frente a Miami alcanzó los 101 grados Fahrenheit (37.8 Celsius), haciendo que nadar en el océano fuera mucho menos atractivo.

Inseguridad económica en aumento

El futuro de empleos y empresas en la economía oceánica se vuelve cada vez más incierto a medida que el calentamiento de los océanos intensifica los daños causados por tormentas, el aumento del nivel del mar y las olas de calor marinas.

Los océanos han absorbido más del 90% del exceso de calor generado por actividades humanas, lo que ha llevado a temperaturas récord.

Carlos Colgan, investigador en el Centro para la Economía Azul del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales, ha estudiado durante más de 40 años las contribuciones del océano a la economía.

“El cambio climático ha convertido al océano en una amenaza para la economía de múltiples maneras”, señala Colgan.

Los peligros del aumento del nivel del mar

Una de las principales amenazas derivadas del calentamiento de los océanos, según Carlos Colgan, es el aumento del nivel del mar. La expansión térmica del agua, junto con el deshielo de glaciares y capas de hielo, ha incrementado las inundaciones en zonas costeras bajas, poniendo en riesgo el futuro de naciones insulares, afirma.

En Estados Unidos, añade, lugares como la Isla de Jean Charles en Luisiana y la Isla Tánger en la Bahía de Chesapeake están en peligro.

“Las inundaciones por marea alta son cada vez más comunes en Miami Beach, Annapolis, Maryland, Norfolk, Virginia y San Francisco. Estas inundaciones se han duplicado desde el año 2000 y se espera que se tripliquen para 2050”, ha documentado el investigador.

Impacto en la agricultura

Los estudios de Colgan reafirman que el aumento del nivel del mar también empuja el agua salada hacia los acuíferos de agua dulce, esenciales para la agricultura. La cosecha de fresas en la costa de California ya está siendo afectada.

Y añade que los efectos más devastadores vienen con las tormentas potenciadas por el nivel del mar, causando daños significativos a la infraestructura y la propiedad.

Pero no es todo, se advierten tormentas más intensas.

“El calentamiento de los océanos alimenta las tormentas tropicales, aumentando su intensidad y duración. Los ciclones tropicales han causado daños por más de 1.3 billones de dólares en Estados Unidos entre 1980 y 2023. El agua más caliente del océano no solo intensifica las tormentas tropicales, sino que también afecta las tormentas invernales, como se vio en Maine en enero de 2024”, detalla el investigador del Centro para la Economía Azul del Instituto Middlebury.

Añade que los costos futuros del aumento del nivel del mar y las marejadas ciclónicas podrían superar los 990 mil millones de dólares este siglo, con medidas de adaptación que sólo podrían reducir estos costos en 100 mil millones. “Estos daños incluyen pérdidas directas a la propiedad y daños a infraestructuras críticas como sistemas de transporte y agua”.

Olas de calor marinas y el impacto en la pesca

El aumento de las temperaturas del océano también afecta la vida marina, añade Carlos Colgan, y explica que las olas de calor marinas están causando eventos de blanqueamiento de corales y la migración de especies hacia aguas más frías. “La pesquería de cangrejo de las nieves en el Golfo de Alaska tuvo que cerrarse durante dos años debido al aumento de las temperaturas”.

Incluso advierte que el calor oceánico acumulado y los gases de efecto invernadero seguirán afectando las temperaturas de los océanos durante siglos, incluso si se reducen las emisiones a cero neto para 2050, por lo que las comunidades costeras deberán adaptarse mientras el planeta trabaja para reducir las emisiones y proteger las economías oceánicas.

“El calentamiento del océano representa un desafío significativo para las economías costeras, requiriendo una acción concertada para mitigar sus efectos y asegurar la sostenibilidad económica en el futuro”, finaliza Colgan.