Culiacán, Sinaloa.- Los entornos escolares no son percibidos como lugares seguros por estudiantes LGBT+, por ello, es necesario que las instituciones educativas de Sinaloa actualicen sus manuales de convivencia e inviertan en infraestructura inclusiva como baños neutros con el fin de erradicar la LGBTfobia en las escuelas, indicó la activista Mariola Rubio, fundadora y presidenta de la Asociación Civil Corazón Abierto y presidenta de la Asociación Internacional de Familias por la Diversidad Sexual.

En la conferencia “Escuelas seguras, aulas inclusivas para las personas LGBT+. Retos actuales para los docentes”, organizada por el Centro de Políticas de Género para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Mariola Rubio indicó que en diferentes estudios y encuestas, la población LGBT+ ha informado haber sido víctima de diferentes violencias dentro de los entornos escolares.

En la Encuesta sobre Discriminación por motivos de Orientación Sexual e Identidad de Género 2018 (ENDOSIG) del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), una de cada cuatro personas LGBT+ reportó haber sido víctima de agresiones físicas en su escuela y dos de cada cinco declararon haber experimentado comentarios ofensivos y negativos sobre su propia orientación sexual y/o identidad de género, en el entorno escolar.

Además, según la Primera Encuesta sobre Diversidad Sexual realizada en la UAS en 2023, se detectó que el 48% de las, les y los estudiantes que se identifican con diversidades sexogenéricas, han vivido, al menos, una forma de discriminación dentro de la institución.

Estos actos de violencia en las escuelas hacia la población LGBT+ tiene consecuencias muy graves en la salud e integridad física de quienes la sufren, indicó la activista, pues pueden desencadenar depresión, adicción a las drogas, riesgo de contraer VIH e intentos de suicidio. De acuerdo al Proyecto de Aceptación Familiar, de la Dra. Caitlin Ryan, al menos el 5% de los intentos de suicidio de la población LGBT+ se desencadenan por bullying en la escuela.

Acciones para crear espacios seguros en las aulas

Ante esta situación, Mariola Rubio expresó que las instituciones educativas y el personal docente enfrenta diferentes retos para poder acabar con las violencias que se reproducen en los entornos escolares hacia las, los y les estudiantes que se identifican parte de la población LGBT+. Entre ellos se encuentran:

  • Implementar baños neutros: Los baños son el lugar más peligroso para una persona LGBTIQ+, por ello, las escuelas deben ofrecer opciones de baños seguros para todos los estudiantes, incluyendo la comunidad LGBT+ y personas con discapacidad.
  • Modificar el lenguaje docente: Respetar los nombres y pronombres elegidos por los estudiantes y eliminar los chistes homofóbicos y burla para fomentar un entorno respetuoso y seguro. “No les digan Pedro, si te está diciendo y estás viendo que es Juana”, dijo Mariola.
  • Ofrecer información objetiva: Proporcionar información sin prejuicios que permita al estudiantado elegir su camino libremente.
  • Incluir la realidad en el aula: Crear un ambiente seguro en el que el estudiante pueda manifestar su identidad o su orientación sin miedo.
  • Respetar el libre desarrollo: Los docentes, también en su rol de padres  y familiares, deben respetar la expresión de la sexualidad desde una edad temprana, pues estudios sugieren que “la identidad de género queda asentada alrededor de los 2 o 3 años de edad, tanto para personas trans, como para personas cisgenero. Y la orientación sexual entre 7 u 8 años”.
  • Coordinar con la familia: Rubio habló sobre la necesidad de que las escuelas, sobre todo de niveles educativos más bajos, trabajen junto a las familias para asegurar la aceptación de la identidad y orientación de las, los y les estudiantes.
  • Protocolos de atención sin discriminación: Los centros escolares deben tener protocolos para atender a estudiantes sin discriminación, permitiendo el uso de uniformes y nombres de preferencia. “A lo que me refiero mucho son los manuales de convivencia de las escuelas, esos son los que están desfasados y pasados de moda. Tenemos que adaptarlos a la actualidad”, dijo Rubio.

 

La activista destacó que atender estos retos es crucial para que en Sinaloa haya escuelas seguras e inclusivas que comprendan y apoyen a todos los estudiantes sin importar su identidad de género u orientación sexual y con ello, disminuir los riesgos de suicidios y enfermedades.

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