Por Juan Luis García

El proyecto del “Del anzuelo al plato: fortalecimiento de la pesca sostenible para salvaguardar la biodiversidad marina y la seguridad alimentaria” busca a partir de este año mejorar la sostenibilidad de esta actividad productiva en sitios donde las comunidades pesqueras, las zonas de refugio pesquero y las áreas naturales protegidas coinciden.

La iniciativa recién lanzada concluye en el 2029, un año previo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Incluye diversos aspectos como la evaluación de los marcos normativos para la realización de la pesca; la capacitación de pescadores en materia de gestión pesquera; soluciones financieras para proporcionar ingresos más seguros y la documentación del desarrollo del proyecto para ampliarlo a nivel nacional.

Para hablar sobre este ambicioso proyecto que abarcará la cogestión de 807,823 hectáreas de áreas terrestres protegidas y 1 millón 610 mil hectáreas de áreas marinas protegidas, la representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, Lina Pohl Alfaro, otorgó una entrevista a Causa Natura Media.

—  ¿Es posible lograr un equilibrio entre la explotación de los ecosistemas marinos y el  beneficio de las comunidades para la seguridad alimentaria de las mismas?

Yo creo que su pregunta es fundamental, porque ese es precisamente el equilibrio que buscamos, ese es el equilibrio esencial. Los productos del mar son realmente una de las soluciones para incrementar la seguridad alimentaria y de manera nutritiva.

Pero, sabe, tenemos un problema también no sólo de hambre, o subalimentación, o inseguridad alimentaria, también uno de sobrepeso y obesidad, por la falta de acceso y asequibilidad de productos saludables y nutritivos. Entonces, yo creo que lo fundamental es lograr ese equilibrio esencial y nosotros creemos firmemente de que es posible.

Pescadores realizando pesca sustentable. Fotografía: Gobierno de México

Pescadores realizando pesca sustentable. Fotografía: Gobierno de México

— ¿Cómo se vincula la necesidad de este equilibrio con el proyecto?

La clave creo yo está en implementar estrategias y herramientas que por un lado protejan los sistemas marinos, pero que también fortalezcan a las comunidades y eso lo evoca nuestro proyecto.

Por ejemplo, cómo establecemos, cómo creamos y tratamos una zona de refugio pesquero que va a permitir la conformación de las poblaciones de peces y la protección de los hábitats marinos, pero al mismo tiempo, cómo mejoramos e incrementamos los ingresos de las comunidades pesqueras; cómo les hacemos que tengan acceso a mercados diferenciados para productos pesqueros sostenibles; cómo les proveemos de sistemas de información pesqueras que los ayuden a ellos en las tomas de decisiones basadas en datos.

Entonces, tu pregunta es, digamos, la esencia objetivo de este proyecto. Sí se puede beneficiar a las comunidades pesqueras haciendo un equilibrio entre esa explotación de los ecosistemas y su propio medio de vida.

— Ya encuadrándose propiamente en lo que es este proyecto. ¿Dónde diría usted que está el énfasis para poder conciliar este equilibrio? ¿Es a través del gobierno que se puede conciliar a todos los actores involucrados?

No. Yo creo que es la base también de nuestro proyecto. Porque no se puede hacer solo con el gobierno. Por más que usted determine normativas, regulaciones, zona de refugio, quienes tienen que estar involucrados en los co-manejos de estas zonas pesqueras, son los mismos pescadores, son las mismas poblaciones, son quienes dependen de eso.

Mucha gente piensa que son los pescadores los que se van a oponer a cualquier regulación, créame que no. Son ellos mismos (quienes están a favor), porque su vida depende de ello.

Y si uno tiene un sistema de información que les apoye en las decisiones, que ellos tengan acceso a esa información, si uno realmente los incorpora en las tomas de decisiones, si uno ofrece alternativas económicas viables para ellos, si uno da acceso a mercados específicos o diferenciados para que sean productos, por ejemplo, productos certificados, sostenibles, entonces uno puede realmente hacer este equilibrio.

Pero esto es solo incorporando a las poblaciones que viven ahí. Si no, no hay otra forma. No se puede. No es cierto que las zonas de refugio pesquero sean zonas prístinas y que nadie puede entrar.

—  El proyecto va a implementarse en Baja California Sur, Quintana Roo, Nayarit, ¿exactamente en qué lugares?

Claro, mira, si, la pregunta es esencial porque uno diría ¿y por qué Baja California Sur, por qué Quintana Roo y por qué Nayarit?

Y en particular en Baja California Sur vamos a estar en el Archipiélago del Espíritu Santo, en las Islas del Golfo de California , en las Islas de San José, Santa Catalina y Santa Cruz, o sea este corredor pesquero San Cosme – Punta Coyote.

En Nayarit vamos a estar en Islas Marietas, en Isla Isabel, en la Reserva de Biosfera Islas Marías o en el Caribe, en Quintana Roo vamos a estar en Sian Ka’an, en Banco Chinchorro y en los arrecifes de Xcalak.

— ¿Cómo le explicaría la articulación de este proyecto en esos lugares? 

En realidad nosotros teníamos que definir a sitios que fueran emblemáticos y que tuvieran algunas características esenciales.

Uno, es que tuviesen ya programas de preservación y manejo, decretos de áreas naturales. Varios de estos son ya parques nacionales, digamos, reservas de biosferas, etcétera.

Dos, que fueron regiones prioritarias para la conservación. Nosotros digamos aquí hay especies que son fundamentales, ya sea porque están en peligro de extinción o porque depende mucho la biodiversidad de esto.

Luego que tenga algunos instrumentos internacionales, o sea que se tienen sitios Ramsar. Este convenio Ramsar, de importancia internacional, ya sea porque ahí llegan las aves migratorias, porque son sitios fundamentales para evitar riesgos de inundaciones, etcétera.

Y que ya tuvieran instrumentos en materia de pesca, porque vamos a hacer un cambio de normativa. Realmente queríamos que tuviesen instrumentos para ver cómo funcionan, si los podemos mejorar, cuáles son las condiciones para mejorarlo….

También que sean localidades de bajo ingreso económico. Esto ha sido una prioridad para el gobierno de México porque ellos quieren que fortalezcamos a las comunidades más vulnerables.

Pescadores de bahía. Foto: Gobierno de México.

Pescadores de bahía. Foto: Gobierno de México.

—  ¿Cómo se ejerce este análisis de normativas y de regulaciones? 

Bueno, mira, como hay varias actividades que vamos a hacer, este es un proyecto en donde están los socios gubernamentales que son la Conanp, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y el IMIPAS, el que antes era Inapesca

Con ellos como socios gubernamentales y también trabajando de la mano con la Conapesca. Y luego hay un socio implementador de esta propuesta o ejecutor de esta propuesta que es WWF.

Y después se van a hacer efectivamente algunos acuerdos con organizaciones locales, organizaciones de la sociedad civil locales, expertas en pesca. Para darte una idea seguramente vamos a tener que trabajar con Smartfish, en alguna zona en donde están.

Y luego en mesas de trabajo con los pescadores, con las pescadoras, con quienes viven de la pesca porque ahí vamos a tener que fortalecer la participación activa de estas comunidades.

— Serán varias fases hasta llegar a los actores del terreno que son los pescadores…

Exactamente.

—  Y bueno justamente una de las preguntas que tenía aquí contempladas es cómo abarcar tantas hectáreas ¿verdad? Porque se anuncian 807 mil hectáreas terrestres y 1 millón 600 mil marinas.

Sí. Bueno, yo creo que ya no es tiempo de no ser ambiciosos.

O sea, realmente estaba viviendo una situación muy preocupante con el tema de cambio climático, sobre todo con el gran desafío que enfrentamos, con digamos la necesidad de restaurar nuestros ecosistemas marinos. Yo siempre digo que el océano es la joya de la corona y siempre le damos la espalda y es una riqueza impresionante la que tienen los océanos. Y muchas veces no nos damos cuenta de lo que significa y quienes viven en estas zonas que deberían ser reyes y reinas esta joya de la corona que viven en condición muy deplorable.

Entonces no podemos ser poco ambiciosos.

— ¿Qué componentes incluye el proyecto?

Y aquí lo que vamos a hacer es en realidad con cuatro componentes podría decirle de lo que vamos a hacer o cuatro áreas en donde vamos a trabajar.

Uno, todo el tema de fortalecimiento institucional y normativo. O sea, hay que revisar los marcos legales. Hay que revisar las regulaciones. Hay que adaptarlas a las nuevas condiciones.

Tenemos que captar las instituciones gubernamentales que van a estar gestionando esas áreas. Y tenemos que crear eso lo más importante: un sistema de información pesquera transparente, accesible a todos y a todas.

Vamos a trabajar mecanismos de co-manejo, capacitación a los pescadores, incentivos para que participen en este esfuerzo. Y vamos a desarrollar medios de vida alternativos sostenibles. Porque hay muy poca infraestructura para añadir valor a la pesca. Muy poca.

Cuando yo hablo de infraestructura no hablo de grandes edificaciones. Este es un proyecto del Fondo Ambiental Mundial, pero mire hasta cosas muy pequeñas como a veces los pescadores no tienen cómo llevar su pesca a las ciudades cercanas, no tienen, imagínese, lo que para ellos significaría una moto con una hielera instalada en su moto, eso significaría un avance extraordinario, porque ellos necesitan llegar a vender su producto, la gente no necesariamente llega a vender su producto, o por ejemplo, sistemas de refrigeración, a veces se pierde. O por ejemplo, cómo transformamos este pescado en harina de manera  que pueda llegar a otros sitios.

Entonces vamos a estar trabajando en el desarrollo de medios de vida alternativos pero en realidad lo que queremos es construir infraestructura que permitan a las comunidades pesqueras agregar valor a sus productos y mejorar sus ingresos.

Y luego hay que hacer una estrategia de monitoreo y evaluación, porque no podemos hacer acciones que no sepamos si están teniendo un impacto positivo o no….

Creemos que esto va a ayudar a mejorar la gestión de todas las zonas de reserva pesqueras, de todas las áreas naturales protegidas y no seguir pensando que solo las acciones punitivas van a estar ahí, por supuesto que vamos a fortalecer la vigilancia pesquera, pero incorporando a la gente en esta vigilancia.

—  ¿Cómo esperan modificar realmente esos marcos para que se logre traducir en los resultados que ustedes esperan?

Ah, tienes toda la razón, nosotros, imagínate, no somos ni senadores ni diputados y no te puedo comprometer a que los senadores y diputados hagan lo que nosotros digamos, pero sí creo que es importante y es uno de los objetivos realmente principales de nuestro proyecto, de nuestro programa, es la revisión y la mejora del marco legal del país y nosotros creemos que podemos dar un análisis exhaustivo de las deficiencias y de las áreas de mejora. O sea poder ofrecerle al Senado y a la Cámara de Diputados un análisis, con expertos legales o instituciones gubernamentales y con las comunidades…. pero queremos avanzar en otras cosas que no requieren reformas, obviamente, pero igual queremos hacer un análisis del marco normativo, porque francamente el marco normativo tiene problemas en algunos casos. Quizá eso lo vamos a detectar y nosotros creemos que lo importante es que eso facilite el diálogo entre los diferentes actores.

Pesca artesanal. Foto: Gobierno de México.

Pesca artesanal. Foto: Gobierno de México.

— Hemos hablado mucho de la seguridad alimentaria de quienes nos alimentan. Al mismo tiempo ellos alimentan a los mercados. En ese sentido, ¿considera usted que los consumidores mexicanos también contribuyen o incluso son decisivos para las prácticas de pesca sostenible?

Yo creo muchísimo en el poder del consumidor. Creo que los consumidores juegan un rol fundamental para promover la pesca sostenible, yo de verdad hago un llamado enorme a su gente porque nosotros podemos optar por productos pesqueros certificados preferir mercados locales, que implementen pesca sostenible, exigir etiquetas claras sobre de dónde viene, cuáles fueron las prácticas de captura de los productos, participar en campañas, apoyar a las organizaciones que promuevan el pescado, consumir productos del mar, pero asegúrense de que han sido obtenidos de manera sostenible.

Nosotros también vamos a trabajar uno de los componentes, esto es de certificación vaya, no me gusta la palabra certificaciones, porque a veces uno piensa en esta certificadora y los pequeños productores no lo pueden (pagar), pero sí mecanismos de trazabilidad que puedan ser accesibles a todos los consumidores y a todas las consumidoras porque hay que obligar a la población, obligarnos a todos nosotros y a nosotras a realmente verificar de dónde viene lo que nos estamos comiendo y también tomar conciencia de que no apareció a través de una nave espacial ese pescado en su mesa, que para que estén su mesa tuvo que haber pasado por pescadores y pescadoras que vaya que se lo ven muy difícil a veces y entonces preferir esos productos que tengan claro la trazabilidad de dónde viene. “Ay, pues si viene de la  reserva de la biósfera de Sian Ka’an. Eso me gusta y además sé que están haciendo un proyecto de esa naturaleza” o así, verdad, depende de dónde vengan esos productos…

Entonces queremos crear, pero nuevamente le diría no sé si llamarle certificación, pero como un sello que diga: esto fue obtenido de manera sostenible.

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Esta entrevista fue realizada por Causa Natura. Para consultar el contenido original, dar clic aquí.