Las proliferación en Culiacán de tiendas que expenden mercancía de origen chino es un asunto que rebasa el tema de la competencia desleal, pues en el fondo contiene el llamado a la mayor y mejor organización de los comerciantes establecidos frente al tradicional esquema de oferta y demanda que atrae a aquellos consumidores cuyos bajos ingresos económicos los orillan a sacrificar calidad a cambio de obtener los bajos precios que la globalización les ofrece.
Los vendedores de productos y artículos de consumo común deben prepararse más para competir en mercados que desde lo global se asientan en lo local, reflejándose el intercambio comercial creciente entre México y China y la cultura del esfuerzo que ha caracterizado a personas y comunidades asiáticas que de manera legal han resaltado en las actividades económicas de Sinaloa.
De acuerdo con datos de la empresa Xeneta, que se dedica al análisis de datos y posee la plataforma de investigación de mercados más grande del mundo, en lo que corresponde al envío de bienes desde China a México la demanda de contenedores marítimos pasó de 73 mil en enero de 2023 a 117 mil en enero de 2014, mientras que la fortaleza del comercio entre los dos países ha ido aumentando vertiginosamente, con una tasa de crecimiento anual de 34.0 por ciento en 2023 en comparación con sólo el 3.5 por ciento de 2022.
Es decir, la realidad establece que el comercio nacional debe pasar de la concepción de competencia desleal a la generación de estrategias que lo beneficien con el boom chino, compitiendo en giros y artículos donde hay poca injerencia oriental y colocando productos manufacturados en Sinaloa entre los consumidores de aquel país, aprovechando la baja carga arancelaria que a diferencia de mercados como el de Estados Unidos sí permiten más el libre comercio de bienes y servicios.
La reconfiguración del mapa de competencia les resultaría más apropiado a los comerciantes locales que desde su actividad tradicional están llamados a la reconversión de su participación en mercados regionales, nacionales e internacionales, siendo creativos y a la vez agresivos en la conquista de núcleos de consumo en Sinaloa y desde este estado ir a cautivar a clientes de otras latitudes.
Y todavía está por llegar el nearshoring chino que exigirá actuar y cambiar a gran velocidad.
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