Culiacán, Sinaloa.- Como resultado de una preocupación genuina por la salud de sus clientes, Infinito Country es el emprendimiento que busca posicionarse en el mercado de productos alimenticios con una deliciosa propuesta. Ana Laura Cano García, la emprendedora de esta microempresa, tiene como misión conquistar el paladar del consumidor con sus productos caseros basados en dátil, para lo que ha tenido que aprovechar toda oportunidad que se le presenta.
Con un trasfondo profesional completamente diferente, Ana Laura se preparó como modista, oficio que desempeña al mismo tiempo que trabaja en su emprendimiento. Además, es una ex atleta de marcha olímpica que llegó a representar a la capital sinaloense en competiciones nacionales. Por eso y por su voluntad para superar las dificultades, la empresaria se define acertadamente a sí misma como una mujer todoterreno.
En entrevista para Espejo Negocios, nos platica sobre su experiencia emprendiendo, además de compartir valiosas lecciones para todo aquel que aspire a fundar su propio proyecto. Desde cómo desarrollar un producto que aporte valor, hasta la importancia de aprovechar las oportunidades y mantener una mentalidad de enfoque. Esto y más es lo que podemos aprender de Ana Laura.
Infinito Country: desarrollar un producto ganador
En mercadotecnia y comercio, un producto adquiere la etiqueta de “ganador” cuando logra destacar en ventas. Algunas de las características de un producto ganador son que tiene buena demanda, rentabilidad, poca o nula competencia y una alta percepción de valor por parte del mercado al que apunta. Desarrollar un producto o servicio con estas características puede marcar la diferencia entre un emprendimiento exitoso y uno que no lo es. Por lo tanto, llega a ser uno de los retos más importantes y complejos para el pequeño empresario.
Por su origen más bien creativo y experimental, muchos de los productos ganadores en la industria de los alimentos suelen tener un comienzo no comercial. Pueden surgir como la respuesta a una problemática personal o de algún ser querido, o como un intento por atender alguna necesidad del mercado. En cualquier caso, la observación, creatividad y empatía son ingredientes clave para este propósito.
Infinito Country nos sirve como un ejemplo perfecto de lo anterior. Ana Laura nos cuenta que su producto principal, la conserva de dátil, nace en respuesta a una necesidad propia: la de mantenerse energizada durante sus exigentes entrenamientos y competiciones como atleta de marcha olímpica. Esto la motivaría a innovar y desarrollar lo que sería su primer prototipo de producto haciendo uso del dátil, un fruto caracterizado por su alto valor nutrimental, ideal para deportistas. Esta primera experiencia la llevaría a darse cuenta de su potencial. Ella cuenta:
“Yo soy ex atleta de marcha olímpica, representaba a Culiacán en varios eventos y siempre me preparaba para llegar a un buen lugar, y gracias a Dios que sí. De ahí fue que comenzaron las conservas de dátil, porque yo hacía unas trufas de dátil y semillas, llenas de omegas y que te dan mucha energía. Siempre traía yo mis trufas.
“Una vez estuve haciendo producción de mis trufas, vi el panorama mío. Dije, bueno, es un producto muy bueno, muy enriquecedor. Me puse a pensar: ¿Qué puedo hacer, Señor, con esto? Algo puedo sacar de aquí”.
Tiempo después, se vería motivada a desarrollar el primer producto comercial de Infinito Country, la conserva de dátil, cuando se entera de una persona de su círculo que sufría por restricciones alimenticias. Al verse conmovida por la situación, comenzó a maquinar formas en que podría ayudar. Decidió tomar como base las trufas de dátil que hacía para sí misma, pero ahora con el enfoque de desarrollar un dulce o snack saludable.
“Conocí a una persona, allá en el otro lado, que me platicó que su jefe deliraba por un dulce y no podía comerlo porque es diabético. Entonces él se escondía de su familia para que no lo vieran. Cuando me comentó, me partió el alma. ¡Qué feo se siente ver a una persona ansiosa por un dulce y no poderlo consumir por cuidar su alimentación!
“Ya de vuelta en México, me puse a pensar: ¿Qué puedo hacer con el señor este? Le puedo mandar las trufas, pero, ¿qué más puedo hacerle para que tenga un buen sabor, nutritivo? Y en eso se me vino la idea de la “mermelada” de dátil. Me puse a hacerlo, la probé y me gustó”.
En realidad, el producto en cuestión no puede ser catalogado como una mermelada, sino como una conserva debido a la ausencia de azúcar añadida. Esta es una constante en toda la oferta de Infinito Country, así como su origen natural, casero y libre de conservadores. Sin embargo, desarrollar su producto solo fue el primer paso en el camino de Ana Laura.
La línea de productos de Infinito Country cuenta actualmente con la conserva de dátil clásica, conserva de dátil con chile habanero, snacks de dátil deshidratado y dátil deshidratado con chile.
“Yo quiero que mi empresa sea sólida, por eso me sigo capacitando”
Otro de los retos para la mayoría de los emprendedores que comienzan desde abajo, es que, por lo general, se suele carecer de las habilidades gerenciales y administrativas esenciales para tomar decisiones que beneficien a la empresa. Además, hoy en día el pequeño empresario precisa dominar no solo la producción del producto y administración de los recursos, también es necesario que se haga un experto en cómo comercializar su marca, diseñar su imagen, surcar entre los estatutos comerciales y burocracia del estado, entre otras cosas.
Ante este hecho, hay muchas iniciativas gratuitas, tanto públicas como privadas, que buscan proveer todo el conocimiento necesario para emprender. Con todo, este tipo de opciones suelen ser desconocidas para muchos, o inaccesibles debido a diferentes factores. Es por ello que, si bien se han hecho avances importantes en la entidad, aún se precisa de métodos más incluyentes y transparentes que terminen por democratizar dichas herramientas.
En el caso de Ana Laura, ella supo aprovechar las oportunidades en cuanto se le presentaron, casi por coincidencia, para poder seguir profesionalizando su marca con la ayuda del programa Mujer Productiva, del estado de Sinaloa.
Una mañana que salí a andar en bicicleta al parque Las Riberas, vi que había carpas, estaban acomodando y montando algo. Entonces me acerqué a un muchacho y le pregunté qué era ese evento. Ya me dijo, que es del Gobierno del Estado. Me señaló a la encargada y le pregunté también. “Es de mujeres emprendedoras”, me explicó. Entonces le comenté:
—Yo hago una conserva de dátil.
—¿De veras? ¡Pues vengase, no hay espacio, pero véngase! Empieza a las 11 el evento.
“Le metí turbo a la bici, llegué a la casa, me cambié, el producto que tenía lo eché en una bolsa y me lo llevé. Así fue como empecé en el Gobierno del Estado, por medio de ese evento y gracias a Lorena Partida. De ahí en adelante me empiezan a invitar a las exposiciones”.
Así, Ana Laura comenzó a tomar la serie de cursos para el emprendimiento que la Secretaría de Economía brinda por medio del programa Mujeres Productivas e Incúbate. Gracias a estas iniciativas, se ha capacitado en temas como exportación, digitalización de los negocios y ventas en línea, entre muchos otros. No limitándose a estos, también ha seguido buscando maneras de continuar adquiriendo conocimientos por otras instituciones, como el ICATSIN. Su camino hacia la madurez como empresaria se deja ver en la evolución de su marca.
De un boceto a mano alzada, pasando por un diseño casero, hasta lograr su imagen de marca definitiva.
La emprendedora aprovecha la oportunidad para agradecer personalmente el impacto positivo que han tenido los programas estatales en el establecimiento y crecimiento de su empresa.
“Ahorita voy empezando a posicionarme, pero ya tengo mi plan de negocio bien hecho. Eso es lo que más importa en una empresa, tener las bases. Todas las plataformas necesarias están en el Gobierno del Estado.
“Yo, la verdad, estoy muy agradecida con el gobernador Rocha Moya y el secretario de economía, Javier Gaxiola Coppel. Mis respetos para ellos porque están impulsando al empresario. Para mí es oro ahí”.
Al pedirle un consejo para los emprendedores, Ana Laura no quita el dedo del renglón, reafirmando el valor que la ayuda estatal puede aportar a los pequeños empresarios.
“Los invito a que se pongan la chaqueta, que sean constantes. Que se acerquen a Secretaría de Economía, si les interesa un programa o algo, ahí en el segundo piso del Edificio de Gobierno los van a orientar. No importa si son hombre o mujer, la edad o el nivel del negocio”.
Para finalizar, la empresaria se dirige al lector para dejarle una reflexión personal llena de significado, con el que transmite la importancia de mantener la actitud correcta y no dejarse derrumbar por las dificultades.
“Yo siempre digo: Vas a vivir lo que vas a vivir, vas a tener lo que vas a tener. Fíjate, vas a vivir hasta donde tú quieres llegar”.
Por lo pronto, puedes encontrar los productos de Infinito Country en los puestos del programa Mujer Productiva, ubicados en Palacio de Gobierno, Ayuntamiento, Hospital Pediátrico, Homex, USE. Además del Súper de Córcega y el restaurante Pura Sabrosura. También es posible realizar pedidos contactando al +52 667-791-1468
Para conocer más sobre los programas que la Secretaría de Economía de Sinaloa pone a disposición de las pequeñas y medianas empresas, puedes visitar, también, el sitio web del organismo.
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