Culiacán, Sinaloa.- Lo que comenzó como un emprendimiento puramente casero, logró dar el salto para convertirse en una empresa emergente establecida. Se trata de Macaron, un caso de éxito en el sector repostero que busca ganarse el paladar culichi por medio de su producto estrella, el macarrón.

Valeria Meléndrez, la responsable de la creación y desarrollo de Macaron, se convertiría en emprendedora al comenzar a vender postres durante la pandemia pues, a pesar de contar con empleo, cuenta que disponía de demasiado tiempo libre.

Aunque en un comienzo vendía otros postres, se declara inspirada por la delicadeza y exactitud del postre francés al que hace alusión el nombre de su empresa. Además, al identificar que no existían suficientes establecimientos que los ofrecieran, decidió centrar su negocio en la oferta de macarrones. Atacando esta brecha de mercado, Valeria decide pasar de las ventas personales y por temporada, a abrir un local para ofrecer sus productos, donde además imparte talleres para aprender a elaborarlos.

Perseverancia y paciencia; para Valeria, estas han sido las claves detrás de sus logros como empresaria.

Se necesita mucha persistencia, disciplina y paciencia, sobre todo. Siempre buscaba la salida para llegar a mi meta. Nunca dejar de insistir hasta lograrlo.

 

Al hablar de sus mayores gratificaciones, se remite a la alegría que le produce el escuchar a sus clientes satisfechos, y saber que disfrutan de sus productos.

Que el cliente me diga “oye, a mis invitados les encantaron los postres, todo estuvo perfecto” ahí es cuando me doy cuenta de que estamos haciendo las cosas bien, que todo está funcionando como debe ser.

 

Encontrando un mercado desatendido

 

Una de las cosas más importantes a la hora de decidir emprender debe ser el encontrar un nicho de mercado poco competido, pero que además se adapte a aquello que ya disfrutamos hacer, con tal de lograr cubrir la demanda insatisfecha de la mejor manera. Valeria lo expresa así:

Tienes que buscar, dentro de eso que ya te gusta, algo que no está desarrollado aquí.

 

En su caso, al estar ya involucrada con la elaboración y venta de postres, no le fue difícil darse cuenta de la oportunidad que había en el mercado, decidiendo especializarse en los macarrones, postre que ya de por sí le apasionaba.

Lidiar con la cultura

 

Es usual que, cuando un producto es introducido en un nuevo mercado, este genere reacciones diversas en los consumidores que no están acostumbrados a sus características o precio. El caso de los macarrones no fue la excepción. La entrevistada, platicando sobre algunos obstáculos que ha tenido que afrontar, comenta:

Me ha tocado que a las personas se les hace caro, ¿Por qué tan caro?, preguntan. Lo que pasa es que no saben todo el trabajo que hay detrás, ni el precio de los materiales. Ahí es cuando entra nuestra labor de, como negocio, también educar al cliente.

 

Uno de los mayores retos del emprendedor es asegurarse de proyectar el verdadero valor del producto, de manera que el cliente se sienta satisfecho con su compra. Para ello, es crucial la comunicación social, imagen de marca y, sobre todo, cuidar al mínimo detalle la calidad de aquello que se oferta.

 

Formación continua

 

A menudo, los emprendedores carecen de la formación en disciplinas vitales para la administración de los negocios, como la contabilidad. El desconocimiento sobre temas que afectan directamente a la empresa, como los respectivos a hacienda y reglamentaciones, es muy común entre las personas que deciden arrancar un proyecto propio.

Con relación a este tema, la emprendedora nos relata su experiencia:

No saber nada sobre hacienda, contabilidad ni de los permisos que necesitaba fue uno de mis mayores retos. Me costó mi estabilidad emocional, me costó dinero. Entonces, lo que yo podría recomendar es eso, informarse muy bien acerca de impuestos, permisos y contabilidad.

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