Culiacán.- Alberto de Jesús Verdugo Rivera ha sido localizado, el colectivo Sabuesos Guerreras encontró sus restos en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), después de cuatro años de estar buscando junto con su madre entre personas entre personas en situación de calle, hospitales, centros de rehabilitación y cárceles con el fin de localizarlo con vida.
“Se le buscó entre el vientre de la tierra que para nosotras son las fosas clandestinas, el único lugar donde ninguna madre quiere encontrar a sus hijos sin tener éxito, porque siempre estuvo en el Semefo”, dice María Isabel Cruz Bernal, fundadora y lideresa del colectivo que aglutina más de 400 casos de familias con personas desaparecidas en Sinaloa.
Alberto de Jesús fue desaparecido el 25 de mayo de 2020. La Fiscalía lo ingresó como cadáver “no identificado” al Semefo el 2 de octubre de 2020. Sus restos fueron entregados a su madre el 7 de julio 2024.
“Como colectivo Sabuesos Guerreras queremos hacerles saber que este hallazgo nos trastoca nuestros corazones, porque delata todo lo que está mal en este sistema”, dijo Cruz Bernal.
El 25 de mayo de 2020 Jesús Verdugo fue desaparecido. Su madre lo reportó ante la Agencia Especializada en Desaparición Forzada de Personas de la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, donde se abrió un expediente con una petición importante: que se le buscara en la morgue del Servicio Médico Forense, entre las personas clasificadas como “No Identificadas”.
La agencia es el mismo lugar donde cada mes se hacen mesas de trabajo para revisión de expedientes. En estas mesas una de las peticiones que sobresale en cada minuta es la confronta de muestras genéticas con los cuerpos en la morgue.
“El Semefo no contesta las peticiones que envía el Ministerio Público o no arroja resultados positivos”, señaló la madre buscadora.
“Acompañamos el caso hasta que se le tomaran las muestras a nuestra compañera, para que estas fueran pasadas por el Laboratorio de Genética Forense que tiene Servicios Periciales desde 2016, el cual costó 47 millones de pesos”.
En las revisiones de expedientes han encontrado un desorden, carpetas de investigación revueltas con datos de otros expedientes, algunas con archivos de casos de otros Estados y evidencias de que los agentes únicamente ingresan pruebas obtenidas con búsquedas de las madres buscadoras.
“No buscan si no se presiona a los fiscales que lidera José Luis Leyva Rochín, titular de la fiscalía de desapariciones en el Estado”, dijo Cruz Bernal.
Este año se han publicado tres recomendaciones por la Comisión Estatal de los Derechos Humanos sobre ese desorden, son la número 14, 16 y 17. Ahora, dijo Cruz Bernal, se suma el caso de Alberto de Jesús.
El jueves 4 de julio, en la última revisión de expedientes de la asociación, su madre salió molesta de la agencia del Ministerio Público. Dijo que le parecía increíble que después de cuatro años no hubiera una búsqueda entre los cadáveres del Servicio Médico Forense, que no se hiciera la confronta de información genética como se había pedido.
El sábado 6 de julio por la mañana, dos días después de haberse hecho la revisión, la citaron en la Fiscalía para informarle que se había encontrado a su hijo en el Semefo. Estaba hecho restos a la espera de que le hicieran las pruebas genéticas, las mismas que su madre pidió por cuatro años.
“Nuestra compañera lo reconoció viendo fotografías de hace cuatro años, no las que están en la entrada, sino las que tienen dentro de las oficinas, cuando el cuerpo de su hijo recién llegó a las instalaciones del Semefo”, explicó la líder de Sabuesos Guerreras.
Los restos, sin embargo, fueron entregados a la 1:00 de la mañana del domingo 7 de julio, aunque su madre ya esperaba desde 10 horas antes en la antesala del Servicio Médico Forense.
Crisis forense en Sinaloa
En Sinaloa hay una crisis forense con más de 2 mil 300 cuerpos, restos u osamentas de personas que no han sido identificadas. Están en fosas comunes en panteones, en los refrigeradores del Semefo y en morgues de funerarias privadas.
El 29 de agosto de 2023 se inauguró el Centro de Resguardo Temporal e Identificación Humana (CertiDH), con la promesa de disminuir esa crisis e incertidumbre, pero ese Centro, que costó 75 millones de pesos, no funciona.
“Recién se nos comunicó que no servirá para identificar a personas, que solo es un centro de resguardo temporal para los cadáveres exhumados de la fosa común del panteón 21 de marzo, y digo temporal porque solo se les hará el ADN y volverán a la fosa común o a menos que ahora se invierta en construir un panteón forense”, señaló Cruz Bernal.
El caso de Alberto de Jesús reveló un pedazo más de la crisis forense en Sinaloa, con sus restos dejados en algún lugar del Semefo, a la espera de que haya más madres y padres que se levantan y retiran molestos de la Agencia del Ministerio Público por la falta de avances en sus investigaciones.
“Cómo crees si nos han fallado siempre, nos vuelven a jugar mal con nuestra esperanza de poder ver volver a nuestros desaparecidos que seguro están como no identificados”, señaló María Isabel Cruz Bernal.
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