Culiacán, Sin.- En las bitácoras de pesca del 2023 hay algo que parece ser una anomalía, un registro cero de pesca de camarón en comunidades de municipios del sur de Sinaloa como en Rosario, donde se declaró un desastres pesquero. Hoy se busca evitar un escenario igual con desazolves.

La región sur de Sinaloa es una de las más ricas en la producción de camarón en zonas lagunares, sobre todo en el sistema Huizache-Caimanero. En ese lugar hubo registros de camarones con tamaños menores a los 5 centímetros, tallas que no sirven para poder comercializar.

Por el desastre, el gobierno de Sinaloa dio 15 millones entre 4,867 pescadores, que sirvió únicamente para cubrir los gastos que se hicieron por la compra de pintura, redes y gasolina que se hicieron previamente.

En un estudio que elaboró la Secretaría de Pesca se encontró que uno de los factores que llevaron a ese desastre pesquero fue la sequía y el bajo escurrimiento de agua a los sistemas lagunares. El agua quedó estancada en la región y la reproducción de camarones no fue positiva.

Otro de los factores fue la falta de limpieza en esteros, canales y sistemas lagunares, de ahí que este 2024, previo a la temporada de pesca de camarón -la cual inicia en el mes de septiembre- se hicieron desazolves.

“Como continuación a la solicitud del sector ribereño al Ejecutivo estatal, relativa a las labores de desazolve y dragado en las bocas del río Presidio del municipio de Mazatlán y en el sistema Lagunar Huizache-Caimanero ubicado en la desembocadura del río Baluarte del municipio de Rosario”, se indicó en un informe de la Secretaría de Pesca.

“El resultado de estas acciones se traduce en el aumento sostenido en la producción de recursos pesqueros, así como en la generación de fuentes de empleo que redundan en beneficio de 6 federaciones y 45 cooperativas, así como en 3,500 socios y socias radicados en el sur de Sinaloa”.

 

Los dragados se realizaron en el sur de Sinaloa, pero hay otras zonas donde el problema esencial es la sequía. Podría parecer extraño, ha reconocido la Secretaría de Pesca, pero la explicación es más lógica de lo que parece: los escurrimientos de agua hacia los sistemas lagunares, bahías y esteros que se dan naturalmente con las lluvias regeneran los ecosistemas, alimentan a las especies marinas que los habitan con nutrientes esenciales y los mantienen limpios.

El 2023 fue un año particular, se tuvo un registro anual de 733 milímetros de agua de lluvia en todo el Estado. Un año antes el registro fue de 855 milímetros y desde entonces se avisaba de una sequía, pues en 2021 el registro de agua fue de 952 milímetros.

Este año, el panorama de lluvias es menor al del año pasado, un pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional basado en los informes del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos sobre el fenómeno de “La Niña”, el cual podría afectar a México entre este mes de agosto y octubre.

De confirmarse el pronóstico, los niveles de lluvia podrían disminuir por el enfriamiento de las aguas en el Pacífico mexicano.

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