Culiacán, Sinaloa.- Las niñas, niños y adolescentes que crecen en hogares donde los padres o cuidadores consumen drogas o sustancias psicoactivas corren el riesgo de desarrollar una conducta adictiva a temprana edad o ingerir estas sustancias de forma accidental, advirtió Manuel Velázquez, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Culiacán.
Por ejemplo, explicó que si los padres están consumiendo drogas durante su embarazo, el niño o la niña puede nacer con una dependencia a esta sustancia y tener el síndrome de abstinencia característico al abuso de sustancias, afectando su desarrollo físico y mental.
“Imagínate que esté consumiendo metanfetamina y si está consumiendo metanfetamina, pues el niño va a nacer con una dependencia a la sustancia”, dijo.
Ante ello, mencionó que en el CIJ se ofrece un curso sobre el manejo de síndromes de intoxicación y abstinencia dirigido a padres y médicos, con el objetivo de que vayan entendiendo que un niño puede nacer con una dependencia al alcohol u otro tipo de sustancia.
“Cuando se ha dado esta capacitación a los padres de familia, principalmente, nos hemos encontrado con médicos que a lo mejor les faltaba toda la información para poder investigar que el tema del consumo tiene una repercusión”, dijo.
Además de esto, Velázquez informó que las conductas adictivas de los padres pueden influir en los hijos, pues si el padre o la madre tienen una dependencia esta puede ser aprendida por los menores como una forma de resolver situaciones de estrés o ansiedad.
“Los padres creen que los menores no lo están identificando, pero cuando él se encuentra en una situación de crisis, pues puede tomar la opción de resolver cómo resuelve su papá (…) y entonces ahí es donde puede ser como el mensaje de que el consumo puede estarlo identificando como una persona que resuelva a través del consumo del alcohol”, dijo.
Según datos de la Organización Internacional Dianova, los niños, niñas y adolescentes cuyos padres consumen sustancias psicoactivas tienen un mayor riesgo de sufrir problemas médicos, sociales, psicológicos y de comportamiento. Además, estos menores enfrentan más dificultades académicas y sociales, y son más susceptibles al abuso o la negligencia parental.
De acuerdo a expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), no todos los usuarios de drogas tienen una adicción, pues se suele comenzar con la experimentación y eventualmente llevar al abuso y la dependencia.
El peligro de consumo de sustancias psicoactivas también se extiende a los hogares donde los cuidadores consumen medicamentos controlados, pues se pueden derivar situaciones de ingesta accidental de estas sustancias.
“Yo no hablaría de adicción, yo más bien hablaría de un accidente en el menor, de contacto con la sustancia y eso hace que lo pueda poner en riesgo”, dijo Velázquez.
De acuerdo con datos de los Servicios de Salud de Sinaloa, obtenidos a través de solicitudes de información, en 2023, los hospitales de Sinaloa atendieron a 57 menores por envenenamiento o intoxicación con diversas sustancias, entre ellas fármacos controlados, drogas y productos de limpieza
“En niños son las envolturas de las drogas de la que usan los padres, lo que más se ha detectado en hospitales”, mencionó Cuitláhuac González Galindo, secretario de Salud de Sinaloa.
Finalmente, el director del CIJ enfatizó que el desarrollo de una conducta adictiva a temprana edad es muy riesgosa debido a que el cerebro de un niño, niña o adolescente aún no está desarrollado por completo y puede tener alteraciones más severas.
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