Culiacán, Sin.- El problema de las inundaciones en la zona urbana de Culiacán en momentos de fuertes lluvias ya rebasa al gobierno municipal definitivamente, consideró el consejero ciudadano del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN), Carlos Inzunza Valenzuela.

El arquitecto opinó que para aminorar estas afectaciones en la ciudad se requiere una gran inversión a la infraestructura hidráulica, que rebasa incluso a Gobierno del Estado.

“El tema de las lluvias lo tenemos perfectamente identificado. No necesitamos ser consejeros de IMPLAN, ni especialistas en la materia para darnos cuenta que de tiempo para acá la lluvia trastoca la vida de las culiacanenses”, mencionó.

 

Todas las actividades, comentó, no nada más las productivas y comerciales, de todo tipo, se paralizan con una fuerte lluvia. Peor aún, continuó, esta problemática se ha vuelto un tema de riesgo para la integridad misma de las personas, como se ha visto.

Se refirió a que cada vez que llueve en Culiacán prácticamente se puede esperar ver en las noticias que una persona fue arrastrada por alguna corriente de agua que se formó en alguna avenida.

Casos recientes como los del pasado 28 de agosto, donde autoridades auxiliaron a una mujer atrapada en su vehículo, que fue arrastrado por un arroyo en la colonia Industrial El Palmito. O un motociclista que fue sorprendido por la corriente cerca del Hospital General, aunque afortunadamente logró ponerse a salvo sin necesidad de intervención externa.

Hasta casos más mortales como el presentado en 2019, cuando una joven mujer fue arrastrada por el agua sobre el bulevar Emiliano Zapata y fue jalada por la presión de una coladera sin protecciones y su cuerpo encontrado después flotando en un canal de riego.

Al respecto, explicó que estos puntos ya están plenamente identificados en el Atlas de Riesgo, una herramienta que es competencia de Protección Civil, y por lo tanto ya se sabe por dónde comenzar.

Sin embargo, el problema es el dinero. Carlos Inzunza explicó que más que un tema de planeación urbana —porque el diagnóstico ya está hecho — es pasar a la acción y para ello se requiere una política de Estado con el apoyo de Gobierno del Estado y Gobierno Federal.

Hacer una cruzada por el drenaje pluvial de Culiacán

 

El consejero del IMPLAN sostuvo que para aminorar los efectos de las lluvias en la ciudad es necesario recursos de la Federación, ya que lo que se requiere son colectores, porque los que hay son insuficientes así como sus capacidades.

Otro colector que requiere mantenimiento es el Rubí, que viene del Country Club a la presa derivadora. Mientras que otros que deberían ampliar sus capacidades de desfogue son el colector que sale al río Humaya a la altura de Loma de Rodriguera y uno más por la Costerita.

Carlos Inzunza recordó que tan solo para el revestimiento del dren Bacurimí se emplearon casi en su totalidad recursos federales, obra que incluso fue supervisada por el presidente Andrés Manuel López Obrador porque fue una promesa para los vecinos del fraccionamiento Valle Alto.

Para esa primera etapa se invirtieron 150 millones de pesos en 2020, pero ya no se pudo avanzar en las siguientes etapas, que son cuatro en total del proyecto, recordó.

No obstante, algo por donde podría empezar el Ayuntamiento de Culiacán es en actualizar el reglamento de construcción, el cual no ha sido reformado desde 2007 y ya se encuentra desfasado, señaló.

“En cuanto al marco regulatoria se refiere, está perfectamente bien identificado la necedad de implementar ciertas adecuaciones al reglamento de construcción para que se vuelva obligatorio el dejar las superficies permeables en las obras y el manejo de las aguas pluviales”, expuso.

 

También explicó que para que el municipio pueda acceder a bolsas de recursos federales debe tener todos los marcos regulatorios, como el Programa de Ordenamiento de la Zona Metropolitana Culiacán-Navolato.

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