Culiacán, Sinaloa.- En momentos de violencia como la que ha vivio Culiacán durante estos últimos días, es importante saber que un hecho violento cerca de una escuela puede generar caos y nerviosismo en la comunidad escolar, de ahí la importancia de contar con un plan de acción para estas situaciones.
El Manual de Seguridad Escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP), publicado a través del Programa Escuela Segura en 2012, establece que en caso de un enfrentamiento con armas de fuego en las inmediaciones de un plantel, la prioridad siempre debe ser mantener a la comunidad escolar a salvo dentro del centro educativo.
En caso de detectarse un tiroteo en las inmediaciones, la recomendación es establecer contacto con las autoridades a través del 911 y con la supervisión educativa.
Las y los estudiantes y el personal educativo debe permanecer en el salón, recostarse en el piso, de preferencia boca abajo, con los brazos en un costado, lejos de las puertas y ventanas. Quienes se encuentren fuera del aula deberán buscar el espacio seguro más cercano y permanecer quietos y protegidos.
Los hechos violentos pueden causar miedo y ansiedad, por ello, se recomienda al personal educativo realizar actividades lúdicas para tranquilizar a las y los alumnos.
Además, se debe desplegar una red de información a padres y madres vía telefónica, para hacerles saber que sus hijos están resguardados y seguros.
Por otra parte, en caso de una balacera dentro o fuera del centro escolar, la Guía de Seguridad Escolar de la Secretaría de Educación de Guanajuato establece lo siguiente.
- Reportar la emergencia al 911.
- Hacer que el alumnado permanezca en el salón, recostado, boca abajo, con los brazos al costado, alejados de puertas y ventanas y sin levantar la cabeza.
- Brindar apoyo especial a cualquier persona detectada como vulnerable.
- Por ningún motivo evaluar la escuela durante un tiroteo. Las y los alumnos están más seguros dentro de la escuela que en la calle.
- Tranquilizar a quienes gritan, a los que hacen bromas o difunden rumores en el momento de la crisis.
- Mantener comunicación con un contacto del exterior.
- No asomarse por puertas o ventanas. No entrar en contacto con las agresoras o los agresores ni tomar fotografías o videos del suceso.
- Si alguien resulta herido, brindar los primeros auxilios.
- Evitar que la alumna o el alumno, la madre o el padre, tutora o tutor, representantes educativos o el personal se acerquen a la escena y toquen las evidencias del hecho.
¿Qué hacer después de un hecho de violencia?
De acuerdo con el Manual de Seguridad Escolar de la SEP, una vez que las autoridades han controlado la situación, es importante seguir sus instrucciones, evitar que los estudiantes, padres o personal se acerquen a la escena del enfrentamiento e informar a la comunidad escolar de manera clara y veraz sobre los hechos ocurridos, ya que la negación de la crisis solo alimenta rumores y desconfianza.
En caso de haber lesionados y/o daños en el edificio, se debe reportar inmediatamente a las autoridades educativas para que procedan a hacer la denuncia correspondiente ante las autoridades competentes.
Un hecho de violencia como los ocurridos recientemente en el municipio de Culiacán pueden generar miedo, ansiedad y estrés en niñas, niños y adolescentes. Ante ello, el personal educativo puede apoyarlos aprovechando estos incidentes para fortalecer la idea de fomentar la cultura de la paz y de resolución no violenta de conflictos.
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