Culiacán, Sinaloa.- “Salimos con lo que traemos puesto”, narra con impotencia Aby, quien junto con su familia tuvo que salir a prisa de El Palmito, comunidad enclavada en la sierra de Concordia, en los límites con Durango, zona alcanzada por la confrontación volenta que dos facciones del Cártel de Sinaloa iniciaron el lunes 9 de septiembre en Culiacán.

Aby y sus seres queridos son parte de las más de 120 familias que desde el domingo 15 de septiembre dejaron sus viviendas con todo y pertenencias para ponerse a salvo de la violencia que grupos rivales de hombres armados protagonizaron el fin de semana durante varios enfrentamientos en la localidad.

Pobladores de El Palmito tuvieron que abandonar sus casas ante la violencia que inició el fin de semana.

“Gracias a Dios logramos salir todos”, afirma en plática para Espejo, luego añade que “4 personas mayores no quisieron salir”, prefirieron no abandonar su patrimonio.

Contactada por Espejo, Aby comparte que ella y cinco integrantes de su familia (dos adultos mayores, una menor de edad y tres adultos) están a salvo, pero confirma la ausencia de seguridad en El Palmito, a donde este lunes 16 de septiembre llegó un operativo encabezado de fuerzas federales y estatales, pero ya estaba desolado.

-¿Hay alguna petición que desee hacerle a las autoridades?

“Pues salimos con lo que traemos puesto, creo que eso dice mucho”, lamenta.

El domingo empezó el éxodo de habitantes en El Palmito.

En esta región de Concordia, al sur de Sinaloa, además de El Palmito también se han visto afectadas localidades como Loberas, El Batel, La Cañita, Santa Lucía, Chirimoyos y La Petaca, donde todavía este lunes reportaban la presencia de familias con problemas para surtirse de alimentos y sin transporte para salir. Y aunque ese mismo lunes acudió una brigada de Gobierno a llevar despensas, la principal exigencia de los pobladores es seguridad.

El desplazamiento de familias de El Palmito ha generado una serie de reacciones de solidaridad en redes sociales, en donde primero hubo ofrecimientos de ayuda en especie, pero una vez confirmada la salida de sus habitantes, empezaron a circular mensajes de apoyo.

“Ánimo hermanos, pronto estaremos todos juntos en nuestro pueblo echándole ganas como lo hemos hecho siempre, sin rendirnos. Ánimo, ésta solo es una prueba para ser mejores seres humanos… mejor persona cada día y mejor vecino”.

 

La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa confirmó el lunes 16 de septiembre que en atención al reporte de una enfrentamiento entre civiles armados en El Palmito, Concordia autoridades de los tres órdenes de gobierno atendieron el llamado y lograron asegurar 6 armas de fuego, entre ellas un Barret, 15 cargadores para distintos calibres, una camioneta con blindaje artesanal y destruyeron un campamento. Pero no hubo detenidos.

Operativo de seguridad realizado el lunes 16 de septiembre en El Palmito. Ya estaba desolado.

Sin embargo, la esperanza de volver para estas familias es incierta, sobre todo luego de la declaración del General Jesús Leana Ojeda, comandante de la Tercera Región Militar, quien al ser cuestionado en Culiacán sobre el fin de la ola de violencia, dijo: “no depende de nosotros; depende los grupos antagónicos que dejen de hacer confrontación entre ellos”.

Incluso ayer, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, admitió en la conferencia matutina de López Obrador, no saber para cuándo terminarán las confrontaciones en Sinaloa. “El tiempo que dé la confrontación no lo sabemos, lo que sí es que nosotros vamos a seguir el tiempo que se requiera”, mencionó.

Mapeo de las localidades afectadas por la violencia en la sierra de Concordia.

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