Culiacán, Sin.- Cuando uno camina por las calles de la colonia Almada se encuentra con una vida comercial muy activa; carretas de tacos, birrierías, ferreterías, talleres automotrices y farmacias.

Pero al pasar por la calle Juan M. Banderas, esquina con José Aguilar Barraza, destaca un establecimiento por la pintura de un gran perico verde en su barda.

Se trata del logotipo de un producto local, El Periquito, el cual ha tenido su sede ahí mismo desde 1969, desde que fue fundado por José Ramón Bernal Ríos y su esposa María de Jesús Barreda Rodríguez.

Si bien no se trata de una gran cadena comercial, esta marca ha logrado prevalecer en el mercado sinaloense gracias al trabajo y compromiso de tres generaciones.

Esta historia empezó con la elaboración y comercialización de una salsa a base de chile de árbol, la salsa El Periquito, y de ello nos habló José Ricardo Bernal, hijo de aquel matrimonio.

“Mi papá empezó con una salsa llamada El Periquto, y como a los pericos les gusta mucho el chile, entonces se le ocurrió el periquito. Empezó con las salsas y después brincó a lo que es el pinole, los polvos, la cebada, horchata”, compartió.

 

También producen pepitorias, cacahuates salados y garapiñados, miel de abeja y crema de trigo.

José Ricardo comenta que creció en este establecimiento y al llegar a su adolescencia su padre lo integró al negocio familiar. Legó el momento en que lo acercó para enseñarle las recetas y el procedimiento de elaboración de los productos.

“Somos más hermanos pero no todos se integraron, el que está de planta soy yo. Sí echan la mano de vez en cuando y sí saben del negocio”, explicó.

 

Con los años, un hijo de un hermano suyo de nombre Marco César Bernal también comenzó a interesarse por el negocio familiar, es profesionista, se capacita con cámaras empresariales a él le ha tocado innovar para que El Periquito tenga una mayor expansión comercial.

Se convirtió incluso en el gerente de ventas de El Periquto y ha logrado que estos productos, que continúan produciéndose de manera artesanal, sean distribuidos en empresas como cremería La Cuarta, Teresita, Frutería Varela, entre otros negocios de alimentos.

“Y ahora mis sobrinos están con una nueva horchata y cebada que es instantánea”, mencionó José Ricardo Bernal.

Este comerciante considera que El Periquito se ha mantenido por tantos años porque son productos de mucha calidad, sabrosos, pero sobre todo porque son muy conocidos entre muchas familias sinaloenses.

Después de la salsa, explica José Ricardo, es tal vez el pinole el producto más vendido: “es el que usan todos los atoleros de Culiacán, es el número uno en Culiacán”, se jacta.

Aparte de haber logrado ya puntos de distribución a través de otros establecimientos comerciales, José Ricardo destaca, sobre todo, el factor de la tradición como un rasgo en su modelo de negocios, es decir, el que muchas familias también por generaciones sean fieles a los productos El Periquito.

“Inclusive el pinole se lo llevan mucho a Tijuana y a Estados Unidos, a los tijuanenses les encanta. Vienen gente a comprar para llevar a Estados Unidos”, menciona.

 

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