Culiacán, Sin.- Ricardo Jenny del Rincón precisó que el programa de desarme voluntario tiene un enfoque dirigido a las familias sinaloenses, es decir, a las casas que por alguna razón tienen un arma.

El titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP) se refirió exclusivamente a aquellas armas que a lo mejor fueron heredadas o regaladas, de ahí la invitación a retirarlas de los hogares.

Esta explicación la dio luego que se le preguntó la eficacia de un programa de estos en medio de una confrontación de facciones del crimen organizado en el estado, donde en los últimos días las autoridades han incautado grandes arsenales de armamento de alto impacto y miles de municiones.

Sin embargo, Jenny del Rincón recalcó que el programa de desarme voluntario es solo una invitación a que esas armas que  se encuentran en las casas dejen de ser un peligro para esos hogares y esas comunidades.

Este año el SESESP recogió 913 armas y explosivos en un recorrido por todos los municipios de Sinaloa, con tan solo poco más de 200 armas de uso exclusivo del ejército.

“Otra cosa completamente distinta son las armas que la autoridad le incauta a la delincuencia organizada o a alguna persona que esté presuntamente cometiendo algún ilícito. Pero bueno, las armas de la delincuencia organizada seguramente tienen otro origen y están en manos de otras personas a las cuales no está enfocada este programa”, reiteró.

Pese a eso, el funcionario estatal quiso destacar que a partir del año 2023, comenzaron a recibir armas de mayor impacto como ametralladoras, subametralladoras y calibres de uso exclusivo del ejército.

“Y probablemente, no lo podemos asegurar, no tenemos forma de hacerlo, alguna de esas armas pudieron haber pertenecido a un grupo criminal”, consideró.

Las armas de fuego siguen inundando las calles y comunidades de Sinaloa

Recientemente la Coordinación General del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP) dijo sentirse preocupada por el alto armamento que ha circulado y circula en Sinaloa, aún más si se considera la cifra negra.

Informó que desde el pasado 9 de septiembre que comenzó el conflicto interno en el Cártel de Sinaloa se han asegurado 512 armas, cifra que equivale al 91 por ciento de todo el armamento decomisado por las autoridades en 2023.

“Al mostrar estos datos también aprovechamos para ser puntuales en la petición: desarmar a la delincuencia es una estrategia que se debe consolidar para disminuir la capacidad de letalidad de los delincuentes. Entre menos armas y municiones circulen menos tragedias mortales habrá”, dijo Miguel Calderón, coordinador del CESP.

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