Las reuniones que sostendrá con empresarios de Sinaloa el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch, cubren un flanco importante de los esfuerzos por restablecer la paz a partir de la generación de empleos, pago de impuestos y dispersión económica, antes de que la actividad productiva sea otra de las fortalezas que se desplomen por la situación de violencia que el gobierno intenta contener y el crimen hace prevalecer.
Esta mañana la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer de los encuentros entre el sector privado y el funcionario que fue enviado al estado para ponerse al frente de las acciones para la tranquilidad y legalidad, atendiéndose así el hueco en la interlocución que ha dejado el gobernador Rubén Rocha Moya, quien inclusive ha tildado de alarmistas a empresarios que ponen sobre la mesa las afectaciones a sus negocios.
Sheinbaum consideró que el mejor apoyo que se le puede dar a Sinaloa “es el que estamos haciendo; ahora es que el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana está en Sinaloa para fortalecer la estrategia de seguridad, ese es el mejor apoyo que se puede dar, está coordinando las tareas de todas las fuerzas federales y de hecho ya está dando resultados en términos de detenciones para bajar los homicidios y otros índices de delitos que también se han incrementado, pues tiene que consolidarse la estrategia y va a funcionar, y ese es el mejor apoyo que podemos dar”.
De este diálogo con la pequeña, mediana y gran empresa depende en mucho la construcción del Gran Acuerdo para la paz que a iniciativa del Consejo Estatal de Seguridad y otras instancias ciudadanas conjunta a todos los sectores en acciones específicas para trasponer el umbral de crimen organizado alterando leyes y principios que sostienen el edificio de convivencia civilizada en Sinaloa, y fuerza pública todavía insuficiente para recuperar el orden y Estado de derecho.
En la estrategia de pacificación de Sinaloa primero en lo inmediato y enseguida a largo plazo las exclusiones significan contribución a la delincuencia que sí actúa vertebrada en las dos facciones que pelean por el control del Cártel de Sinaloa, por lo cual la compactación de voluntades y propuestas pacificadoras resulta fundamental para el resultado positivo. Dejemos que sean los grupos del narcotráfico los que se confronten, pero blindemos la unidad de los sectores sociales en busca de que la seguridad pública pase del discurso a los hechos.
Más editoriales
¿Ponerle fecha al fin de la narcoguerra en Sinaloa? Es mejor luchar juntos para que acabe
Comentarios
Antes de dejar un comentario pregúntate si beneficia a alguien y debes estar consciente en que al hacer uso de esta función te adíeles a nuestros términos y condiciones de uso.