Cuando aparece una posibilidad de hacerle justicia al periodista Javier Valdez Cárdenas, asesinado el 15 de mayo de 2017, los gobiernos de México y Sinaloa deben ejercer presión para que está vez sea enjuiciado en tribunales mexicanos el presunto autor intelectual del crimen, Dámaso López Serrano, reaprehendido en Estados Unidos el 13 de diciembre.

El periodismo y la sociedad en general mantienen abierta la herida del atentado contra uno de los fundadores del semanario Ríodoce, misma que no cicatrizara en tanto siga rascando sobre ella la impunidad debido a que la justicia mexicana y estadunidense han sido omisas desde hace casi ocho años favoreciendo al posible victimario con el doble agravio a la víctima.

López Serrano fue detenido en julio de 2017 al entragarse voluntariamente al gobierno de Estados Unidos, dos meses después de la muerte de Javier Valdez, pero estuvo en prisión sólo cinco años ya que en 2022 fue puesto en libertad debido a que colaboró con las autoridades de aquel país convirtiéndose en testigo protegido de investigaciones y juicios contra narcotraficantes mexicanos.

Con la información de su recaptura, la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Libertad de expresión, que ha mostrado pruebas de la participación del Minilic en el asesinato del periodista, está en posición de insistir en la extradición y con el castigo conforme a la norma jurídica cerrar un capítulo que remarcó la desprotección del sector prensa en lo nacional y lo local.

Aunque vuelve a los tribunales acusado de seguir traficando fentanilo posterior a su liberación en 2022, la instancias judiciales de México deben juzgarlo por el caso Valdez haciendo valer tratados internacionales en la materia y defendiendo el derecho de la víctima, su familia y gremio, a que la ley sea aplicada.

Presidenta Claudia Sheinbaum y gobernador Rubén Rocha: ya es tiempo de darle justicia a Javier Valdez.