En Sinaloa, las organizaciones agrícolas han perdido la capacidad de acompañamiento al productor, y de ejecutar acciones que beneficien la competitividad de la industria. Así lo asegura la productora sinaloense Altagracia González, directora de Agrícola El Cerro y ex-candidata a la presidencia de la AARC.

Se han dedicado a ser opinólogos, o a ser solamente centros de capacitación, pero no centros de seguimiento, o de acción. Eso se ha perdido en Caades. Tenemos que hacen análisis, que hacen estudios. Pero eso, traducido al campo sinaloense, se pierde”, dice la productora, en entrevista con Revista Espejo sobre su análisis de la situación actual del agro regional.

 

La agroindustria de Sinaloa ha tenido, históricamente, organizaciones de productores que han impulsado el desarrollo colectivo del sector, tanto de los productores de granos, como de hortalizas. Sin embargo, en los últimos años, estas agrupaciones habrían perdido el enfoque de contribuir activa y efectivamente a superar los retos que estos afrontan.

La Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades) es la institución con mayor influencia en el sector productivo de la entidad, al reunir a 11 organizaciones dedicadas a distintas áreas geográficas y de mercado del campo sinaloense.

Altagracia González refiere que hoy la institución ha perdido en gran medida el potencial de incidir en el mejoramiento de las condiciones en que se desarrolla esta actividad económica en el estado. Esto se debe, en parte, por el hermetismo que les ha caracterizado y la zona de comfort en la que parecen entrar sus últimos dirigentes apenas asumir el cargo.

“No se han abierto a que lleguen nuevas personas, gente con nuevas ideas. Es difícil. Si te fijas, son los mismos apellidos, los mismos nombres y las mismas formas de hacer las cosas desde el interior de los organismos. Ha habido grandes presidentes de organizaciones agrícolas, pero cuando llegan a la Caades, todos sufren el mismo cambio. Todos se enfrían. No sé que tiene la silla de Caades“.

 

Por ejemplo, menciona el caso de las compras consolidadas, una práctica que ayudaba a los productores a disminuir sus costos operativos al abastecerse de insumos a menor precio, gracias a que existía la coordinación de adquirir en grandes volúmenes. De acuerdo con el testimonio de González, esta ventaja ya no se tiene en todas las organizaciones.

La Caades ha perdido liderazgos, o ha dejado que le quiten los liderazgos. Caades era la voz cantante en las hortalizas, y ahora tenemos un Cidh [Comisión para la Investigación y Defensa de las Hortalizas de Sinaloa] que también solamente actúa como un club de personajes selectos“.

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