Culiacán.- Para Víctor Manuel Aispuro, Director del turno matutino de la escuela Sócrates en Culiacán, el tema de resolver la violencia no trata de cambiar a uno u otro gobernante, sino que los que están hagan su trabajo.
“Nos han quitado hasta el miedo”, dice el maestro, quien ahora hace un balance de la manifestación que movió a miles de personas en la ciudad de Culiacán por el hartazgo a la violencia que comenzó el 9 de septiembre ante la confrontación de dos grupos criminales del cártel de Sinaloa.
Para este hombre, quien se ha convertido en la antorcha que movió el enojo de una ciudad sumida en el dolor, estas movilizaciones deben tener como resultado la búsqueda de paz.
“No se trata de que se vayan uno u otro gobernante, solo queremos que hagan su trabajo”, afirma.
El profesor se ha colocado como un referente temporal de la movilización local, un faro ante la violencia exacerbada que puede contarse con números: más de 900 personas asesinadas y casi mil personas desaparecidas en poco menos de 5 meses.
Su testimonio ahora cobra importancia porque él fue testigo de la vida escolar de Gael y Alexander Sarmiento, dos niños de 12 y 9 años, quienes fueron asesinados la madrugada del domingo junto con su padre, el señor Antonio, por hombres armados que intentaron quitarles el coche donde viajaban.
El caso ha causado tanta indignación que ante la convocatoria a una marcha por parte del maestro Víctor salieron miles a tomar las calles de Culiacán.
Es, dice, solo una manera de demostrar que la escuela pública es un refugio seguro para niñas y niños, que la comunidad estudiantil va a apostar en exigir justicia y no repetición.
“Los niños siempre fueron estudiosos, siempre con una sonrisa, siempre querían venir a la escuela. Alexander decía que aunque tuviera covid o lo que tuviera no quería faltar. Él quería estar aquí, era su lugar de seguridad, de confor”, recordó.
“Tal vez los maestros en la pobreza de la escuela pública no siempre tenemos el recurso para darles lo que quieren, pero sí tenemos el oído, la voz para hablar con ellos y escucharlos, pero pasó lo que no queríamos. Atacaron lo que más nos duele y a los niños no”.
Tras el asesinato, Oscar Renteria Shazarino, secretario de Seguridad Pública en Sinaloa, dijo que se trató de un crimen por una confusión, en la que los criminales no pudieron ver quién se encontraba dentro del coche por los polarizados de los vidrios y que por eso abrieron fuego.
El maestro Víctor cree que ese es el problema principal, el de la falta de empatía con la sociedad en Sinaloa que vive una violencia exacerbada desde hace casi cinco meses.
“Me irrita escuchar al secretario de seguridad, que dice que los balearon porque no sabían que había niños adentro, pero es que no tienen por qué balear a nadie, ellos no mandan, manda el gobierno y si no…”, dice.
“Ya no quiero decir de más, pero no es justo que les hayan tirado y menos con ese argumento tan tonto de decir que les tiraron porque traía polarizado”.
La marcha que convocó el jueves pasado, fue un espacio en el que se expresaron humores y sentires por la violencia por parte de miles de personas. Algunas de ellas irrumpieron en el Palacio de Gobierno hasta el despacho del Gobernador. Hubo daños materiales, pero eso se disipó rápidamente por convocatoria del maestro Víctor y la madre de Gael y Alexander.
“A pesar de haber colapsado algo, se vuelve material y hay cosas que nos duelen más y le duele más al pueblo, que es la pérdida de la esperanza, del futuro que tenemos con estos niños y ojalá esto ya no pase, que de verdad queremos paz y tranquilidad, que el gobierno reconozca que hay un problema y si hay un problema y un reconocimiento hay una esperanza de que va a haber solución. Si no lo hay, quiere decir que estamos mal”.
En la protesta retumbaron paredes con gritos y consignas, hubo pintas y centenas de lonas y pancartas con demandas de paz y justicia. Hubo el reclamo al Gobernador Rubén Rocha Moya y la exigencia de su renuncia.
Pero el maestro Víctor replica ahora: no se trata de quitar o poner gobernantes, sino de que los que están hagan su trabajo.
“Esto no es político, no es fuera Rocha, no es eso, lo que buscamos es que ellos como gobierno hagan lo que tengan que hacer, que cumplan con su obligación y que las decisiones y responsabilidades de ellos, que ellos las asuman”, señala.
“Ellos tienen la obligación, por eso fueron electos, de dar al pueblo seguridad y tranquilidad y si tú o yo nos enfermamos a la hora que sea podamos salir sin el riesgo de que nos tomen a balazos y nos quiten la vida o nuestras familias. Ya estamos cansados”.
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