Culiacán, Sinaloa.- El 40 por ciento de las 200 mil hectáreas de maíz blanco sembradas para este ciclo Otoño-Invierno en Sinaloa están siendo regadas con agua extraída del subsuelo, confirmó el secretario de agricultura estatal, Ismael Bello Esquivel.

“Estamos llegando a las 200 mil hectáreas de siembra de maíz debido al rescate de agua. Había disponibilidad para 120 mil hectáreas de maíz y con los rescates estamos llegando a 200 mil”, dijo el funcionario a ESPEJO.

Está extracción, aseguró, se hace en coordinación con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en un esquema compartido de recursos.

Para este 2025, el Gobierno de Sinaloa asignó 20 millones de pesos al programa de rescate de agua a cargo de la Dirección de Desarrollo Rural. En 2023, la asignación fue de 14 millones y de 20 millones para el 2024.

“El año pasado fue un peso a peso, CONAGUA invirtió 20 millones de pesos y Gobierno del Estado también invirtió 20 millones”, comentó Bello Esquivel.

El gobierno federal, a través de la SADER, también subsidia el bombeo de agua del subsuelo a través del “Programa Especial de Energía para el Campo en materia de energía eléctrica de uso agrícola”.

Dicho programa, en el cual participan alrededor de 2 mil 700 productores con concesiones de la CONAGUA para extraer agua del subsuelo, cubre entre el 70 y el 95 por ciento del costo de electricidad usada en las labores del campo, entre ellas el bombeo.

“Casi te cuesta nada”, aseguró el encargado de la SADER en Sinaloa, Jesús Vega Acuña.

“Eso es muy importante para Sinaloa porque ahorita, en la cuestión de la sequía, se están utilizando muchos pozos en los módulos de riego. Y en la parte de arriba hay mucha gente que antes utilizaba el agua de riego por gravedad, pues ahorita se están complementando con los pozos. Y si ellos ya tienen registrado los pozos pues van a tener este subsidio”, puntualizó.

 

Durante los últimos años, la dependencia de agua subterránea del sector agrícola ha crecido debido a la reducción de lluvias y el estrés hídrico que enfrenta la región. Según datos del Monitor de Sequía de la CONAGUA, la mayor parte del territorio sinaloense ha experimentado condiciones de sequía moderada a extrema de manera ininterrumpida desde diciembre del 2022.

Al 31 de enero, todo el territorio sinaloense mantenía un nivel de estrés hídrico, más grave en las zonas norte y centro sur del estado.

Esto ha provocado niveles críticamente bajos de captación de agua en las presas. En algunos casos, como el de la presa Luis Donaldo Colosio, los niveles de almacenamiento se mantienen a menos del 3 por ciento de su capacidad, lo que impide garantizar el suministro del riego para cultivos de alto consumo de agua como el maíz.

 

Desde inicios del 2024, y ante la escasez del recurso, el gobernador Rubén Rocha Moya determinó como una prioridad el consumo humano y uso agrícola del agua, incluso si había que extraerla desde mantos freáticos ya sobreexplotados.

Aun así, la poca disponibilidad de agua en las presas limitó la superficie de siembra para el actual ciclo Otoño-Invierno a 490 mil hectáreas de un promedio de alrededor de 1 millón de hectáreas que se sembraban en ciclos pasados, cuando Sinaloa contaba con agua suficiente.

La situación es tan crítica que líderes agrícolas y funcionarios públicos han reconocido que es muy probable que no haya ciclo agrícola Primavera-Verano este 2025.

Pero además de esto, la sobreexplotación de mantos freáticos genera otros problemas ambientales y sociales, como hundimiento del suelo, desertificación, intrusión salina en zonas cercanas a la costa y la pérdida de ecosistemas locales, como humedales, que dependen de la humedad del suelo.

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