El Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, declaró hoy que la dependencia a su cargo mantiene abierto el caso donde Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y ex líder del Partido Sinaloense, fue asesinado el 25 de julio de 2024 presuntamente cuando participaba en la misma reunión de la cual Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, extrajo a la fuerza a Ismael “El Mayo” Zambada para llevarlo a Estados Unidos y entregarlo a la justicia de ese país.

Al participar en “La Mañanera”, que es la conferencia de prensa que a diario preside la presidenta Claudia Sheinbaum, Gertz Manero declaró que “nosotros hemos seguido trabajando sobre eso y vamos a continuar y vamos a volver a consignar y vamos a volver a judicializar cuantas veces sea necesario”, refiriéndose a fallas y errores en la investigación cuando ésta estuvo a cargo de la Fiscalía General del Estado.

Respecto a ese hecho quedaron sin respuestas varias interrogantes que permanecen en la conversación pública al no saberse qué hacía en ese lugar Cuén Ojeda junto a “El Mayo” y el hijo del “Chapo”; por qué y por quién fue asesinado allí, así como el motivo de la declaración que en principio aportó el testigo principal, Fausto Corrales Rodríguez, quien acompañaba a la víctima y la trasladó a un hospital de Culiacán, para posteriormente afirmar que el también ex alcalde de Culiacán murió en un intento de asalto en una gasolinera.

No se ha establecido la existencia o no de algún vínculo entre Cuén Ojeda y Zambada García ni del papel que desempeñó el político en el operativo implementado para secuestrar al jefe del Cártel de Sinaloa y llevarlo por medios extrajudiciales a Estados Unidos, ya que la FGR deja correr el tiempo con la misma justificación que Gertz Manero reiteró hoy en el sentido de que los detalles de cualquier proceso penal son reservados y no se pueden publicar.

A los sinaloenses se les debe informar respecto a hechos de alto impacto que tienen repercusiones para una universidad, un partido y una persona pues de lo contrario se les da vuelo a conjeturas cuyo único sustento es la especulación que entorpece el conocimiento de la verdad y la aplicación de la ley. El silencio que se instaló en torno al caso Cuén Ojeda ya huele a componendas, archivo muerto e impunidad.

Otras editoriales

En seis meses de narcoguerra, baja la violencia pero la paz no llega